Joshua Bell: «Es bueno poder disfrutar de un concierto online, pero no hay nada que sustituya al directo»

– Su anterior concierto en San Sebastián fue junto a la Filarmónica de Londres en 2012. ¿Qué recuerdo tiene?

– Tengo un recuerdo precioso de mi viaje a San Sebastián. Me acababa de casar y aquel de 2012 fue nuestro primer viaje juntos. Lo pasamos genial, disfrutamos de la mejor comida, desde Arzak hasta los pinchos. San Sebastián es para mí el mejor lugar del mundo en cuanto a comida. Estoy encantado de volver.

– Llega a Donostia con la 'Fantasía escocesa' de Bruch, obra con la que fue nominado para un Grammy en 2019 y escrita por el compositor con el que grabó por primera vez junto a la Academy of St Martin in the Fields. ¿Qué significa Bruch en su carrera?

– Amo a este compositor. Tiene solo unas pocas obras muy conocidas, que son joyas del repertorio para violín. Su 'Concierto' es muy famoso y una de las grandes obras del repertorio, pero la 'Fantasía Escocesa' es igualmente maravillosa y no se suele tocar tan a menudo. Estoy muy contento de interpretarla y de llevarla a San Sebastián, porque siento que la obra lo necesita. Se ha descuidado en las últimas décadas y yo amo este repertorio.

– Usted también ha encargado obras nuevas para violín a compositores vivos y ha estrenado conciertos. ¿Qué le ha llevado a ello?

– Es parte de ser músico. Quiero interpretar todo el hermoso repertorio que existe para violín, pero también es maravilloso tocar algo que no se ha interpretado nunca antes. Disfruto con ambas cosas. Ser parte del nacimiento de una obra nueva es muy excitante. En mi caso, hago solo algunas cosas y realmente disfruto haciéndolo. Y también disfruto interpretando música de películas y tocando con otro tipo de músicos y estilos como el jazz o el 'bluegrass'.

– De hecho acostumbra a colaborar con artistas de distintos ámbitos como Chick Corea o Sting y su asociación con John Corigliano le llevó a grabar la música de la película 'Red Violin'. ¿Qué le aportan este tipo de trabajos?

– 'Red Violin' es una película sobre el violín y me encantó colaborar con el compositor americano John Corigliano, uno de mis favoritos. Fue muy especial trabajar con él y ganó el Óscar por la banda sonora de la película. Además, partiendo de su música encargué un nuevo concierto, 'Red Violin Concerto', que ahora interpretan muchos violinistas. Es un gran proyecto y no pienso en ello como algo de estilo 'crossover'. No me siento identificado con este término que está tan de moda porque en mi caso lo que deseo es abordar proyectos de tipologías diversas, no mezclarlas.

–Sorprende en su carrera su interés por la tecnología, que le ha llevado a asociarse con una compañía de muestreo de instrumentos virtuales o en una empresa que ha creado una aplicación de aprendizaje de violín. ¿Qué puede aportar este mundo a la música clásica?

– A mí me gusta la tecnología. Me gusta la tecnología antigua, como la de mi violín que tiene 300 años de antigüedad, pero también las nuevas tecnologías. 'The Virtual Violin' proporciona una herramienta muy útil para los compositores. A la hora de componer música para violín pueden utilizarla para hacerse mejor a la idea de cómo sonará. Y ahora mismo estoy implicado en una nueva aplicación educativa llamada 'Trala', que es una nueva plataforma para aprender a tocar el violín. Yo hago uso de la tecnología y de internet, empiezo a estar familiarizado con la Play Station VR (de realidad virtual)... Me gusta la tecnología, disfruto con ella y me divierte.

– Fue muy famosa la historia que protagonizó cuando actuó de incógnito en una estación de metro de Washington. ¿Cómo recuerda aquello?

– Eso ocurrió hace 14 años. Para mí no resultó una gran lección, solo la constatación de que la música, especialmente la música clásica, implica una escucha activa. Cuando escuchas música clásica necesitas utilizar tu cerebro y debes estar activo. No es algo pasivo, para el ascensor o como para tenerlo de fondo cuando estás cenando. Esto me hace valorar la experiencia tan especial que es la música en vivo. En una sala de conciertos todo el mundo está escuchando con la mente y los oídos de forma muy activa. Por ello, no me sorprendió la situación y no me sentí ofendido ni nada por el estilo.

– Hablando de la pandemia, durante ésta fue de los artistas más activos en retransmitir en 'streaming' conciertos en directo. ¿Qué opina de este tipo de acciones de cara a la difusión de la música?

– Durante la pandemia todos hemos aprendido a utilizar internet para consumir música y opino que es fantástico. Acabo de tocar en Hamburgo con la orquesta de la Elbphilharmonie y mi madre ha escuchado y visto el concierto desde Indiana, que es donde vive. La pandemia ha acelerado mucho esta cuestión y es algo bueno, pero no hay nada que sustituya la experiencia del directo. Después de tocar online durante la pandemia, desde mi casa, y otro tipo de conciertos sin público, lo aprecio mucho más. Mis primeros conciertos después de la pandemia fueron en España y cuando escuché los aplausos del público nada más pisar el escenario me emocioné mucho.