«Bach es uno de los mayores genios de la historia y el que paga mi hipoteca»

– Usted es contratenor. En algunos casos se parte de una voz de tenor y en otros, los contratenores son barítonos. ¿Cuál es su voz natural?

– Mi voz natural es la de un barítono genuino.

– ¿En qué momento decidió trabajar su voz de esta manera?

– Yo fui coralista en la catedral de Southwark. En la tradición inglesa de coros de niños, la parte de contralto siempre la cantaban los contratenores, así que de niño oía esa voz casi a diario. Un par de años después de que me cambiara la voz, me di cuenta de que me resultaba más natural la tesitura de contratenor, así que decidí dedicarme a cantar con esa voz.

– ¿Le marcó el hecho de haber sido miembro de la Escolanía en el New College de Oxford?

– El New College fue una formación maravillosa, porque cantaba en el coro y al mismo tiempo estudiaba musicología. Allí no sólo aprendí a interpretar música, sino también a hacer preguntas sobre su historia y a formarme mis propias opiniones. También tuve la suerte de estar en el coro cuando este hacía muchas giras. Así que, aun siendo un joven estudiante, pude adquirir experiencia trabajando en toda Europa con directores y orquestas de renombre.

– ¿Considera que una educación vocal temprana influye a la hora de dedicarse al canto?

– Desde luego. Creo que las personas que no han cantado de niños también pueden llegar a ser cantantes maravillosos, pero hay algo especial en cantar de niño, aunque sólo sea por los maravillosos recuerdos que te quedan.

– ¿Hay relación entre cantar como contratenor y una especial afinidad con la música de los siglos XVII y XVIII?

– Absolutamente. Este periodo conforma mi repertorio clave. Me hice contratenor porque vocalmente me sentía como en casa, pero también porque me encanta la música de esa época. Tuve suerte, porque mis padres ponían grabaciones de Bach y Haendel en casa cuando yo era niño.

– Ha trabajado con grandes maestros especializados en la interpretación historicista como Philippe Herreweghe o Thomas Hengelbrock. ¿Qué le han aportado?

– Me han aportado, sobre todo, la convicción y la enseñanza de que nunca hay que dejar que la música fluya sin más, sino que hay que tener siempre una idea clara de lo que se quiere decir con ella. La música de esta época no debe sonar bonita simplemente, sino ser retórica y afectiva. La belleza puede ser un añadido agradable, pero no debe ser el objetivo.

– ¿Qué le llevó a dirigir? ¿Qué le aporta como músico y qué cree que aporta usted?

– Siempre me ha gustado no sólo interpretar música, sino también preguntarme constantemente por qué la interpreto y cómo hacerlo. De hecho, no soy un director en el sentido tradicional, sino que me considero más bien un líder musical. El concierto de hoy, con estos maravillosos músicos, es más bien música de cámara a gran escala. Tengo una idea muy clara de las ideas que quiero transmitir, que exploramos en los ensayos, pero en los conciertos canto desde el conjunto, con algún gesto ocasional como suave guía y estímulo.

– ¿El hecho de ser cantante marca la manera de entender y liderar la ejecución de una obra?

– Sí, sobre todo en el caso de la música vocal con texto. También me fascinan la retórica y la teología en la música barroca y cómo expresarlas en la interpretación.

– El concierto de hoy culmina con una obra clave de Bach. Desde su pasión por la música barroca, ¿qué es Bach para usted?

– Uno de los mayores genios de la historia y el que paga mi hipoteca.

– Hoy dirige su 'Magnificat'. ¿Qué destacaría de esta obra?

– Las ideas clave de su texto hablan maravillas de Dios, dice que puede elevar a los humildes y abatir a los poderosos, por lo que Bach utiliza todos los tamaños y texturas que las fuerzas instrumentales y vocales pueden ofrecer, desde enormes coros con orquesta con trompetas y tambores, hasta las arias más íntimas con sólo tres o cuatro músicos y un solista. Es alucinante la riqueza y variación que tiene esta obra, de sólo media hora de duración.

– ¿Cuáles son en su opinión, las claves de una interpretación adecuada de esta composición?

– Poner de manifiesto la enorme paleta de colores que Bach ofrece en su composición, en la que Bach se refiere constantemente a distintos tipos de música de otros compositores que conoció e interpretó. A veces la música es claramente como una especie de danza; otras, es música renacentista o muestra un estilo propio del barroco francés. Bach explota todo esto, tanto para expresar el texto, como para demostrar que podía escribir y dominar los estilos más de moda de la época. He estado dirigiendo ensayos con los mejores músicos y cantantes, de modo que puedo guiarles con ideas para que ellos interpreten la música como lo que son: los mejores en su campo.