Más de 12.000 personas han ocupado al 99% los aforos de la Quincena

La Quincena Musical donostiarra clausura mañana su 81 edición, tras superar con éxito los retos de la seguridad sanitaria y la afluencia de público en un año anómalo aunque «memorable» a causa de los rigores de la pandemia. Sin ninguna incidencia destacable que reseñar, la práctica totalidad del medio centenar de actividades programadas ha conseguido agotar al 99% el taquillaje de unos aforos que en esta ocasión se han reducido para ajustarse a las medidas sanitarias establecidas por el Gobierno Vasco. En total han sido en torno a 12.000 personas –frente a las 36.000 del pasado año– las que han asistido a alguno de los espectáculos de la programación.

El director del festival de música clásica más veterano de España, Patrick Alfaya, ha realizado hoy un balance altamente satisfactorio de una edición cuya celebración constituye ya en sí misma un éxito ya que peligró en los momentos álgidos de la pandemia del Covid-19. Finalmente se ha llevado a cabo en formatos más reducidos y con la máxima de garantizar seguridad de los espectadores. El público ha agotado prácticamente todas las localidades puestas a la venta en los espectáculos programados en San Telmo, Kursaal y Tabakalera. Mención especial merece el ciclo de Contemporánea, quizás el que menos público atrae cada año, pero que en esta ocasión ha agotado entradas de todos menos uno de sus conciertos. «Ha valido la pena», ha asegurado Alfaya.

Con un presupuesto inicial de 2,6 millones de euros que finalmente se quedaron en 1,1 millones por la obligada reducción del programa y de los formatos, Alfaya ha considerado muy poco probable que el próximo año se vuelva a los aforos completos y a los conciertos con grandes orquestas. No obstante, ha indicado que la organización trabaja ya en dos modelos diferentes de programación para 2021, de los cuales se llevará a cabo uno en función de la evolución de los acontecimientos. «Como un Lego en el que puedas poner y quitar piezas», ha dicho el director de Quincena, que ya ha adelantado que prácticamente se descarta que haya una ópera 'normal' y que se optará probablemente por la fórmula de semiescenificada.

Según ha indicado Alfaya, el desarrollo del programa ha supuesto un gasto directo de 525.490 euros, con unos ingresos en taquilla de 112.435 euros, frente a los casi 900.000 del pasado año. Además, la edición ha generado 101 contratos artísticos, además de suponer la activación de otros 495 contratos laborales correspondientes a las empresas que han trabajado para la Quincena a lo largo de agosto.

Aunque este año San Telmo ha sido la 'sede principal' de la programación, el director de Quincena ha destacado los conciertos celebrados en un Auditorio Kursaal a un tercio de su aforo –600 localidades–. Así, «se han vivido momentos para el recuerdo, en primer lugar, con tres conciertos en los que la Euskadiko Orkestra ha sido dirigida por tres batutas diferentes»: el ruso ruso y director de la Filarmónica Checa, Semyon Bychkov –8 de agosto–, el titular de la formación vasca, Robert Treviño, con el joven tenor donostiarra Xabier Anduaga como protagonista –15 de agosto– y Juanjo Mena, con el violoonchelista Asier Polo –19 de agosto–. El Auditorio Kursaal también acogió los conciertos de la Bilbao Orkestra Sinfonikoa , bajo las órdenes del director Erik Nielsen, mientras que el maestro ruso del piano Grigory Sokolov no pudo venir a Donostia debido a las medidas impuestas por el Gobierno italiano.

Con todos los aforos agotados, el claustro y la iglesia de San Telmo han acogido los ciclos de Música Antigua, Música Contemporánea y Música de Cámara.

El Ciclo de Órgano ha sido quizás el que ha mantenido un perfil más similar al de otros años, mientras que Tabakalera ha acogido en diferentes espacios los ciclos de Danza y la Quincena. En este sentido, Alfaya ha explicado que el programa de órgano ha funcionado con normalidad en Donostia y con «más reticencias del público» en los pueblos del territorio.