A los museos se les atraganta la desescalada
El descenso de turistas y la desaparición de los grupos escolares reducen las visitas a los centros de Gipuzkoa al cumplirse un mes de su reapertura
Sea por las ganas de estar al aire libre de una población aún con secuelas del confinamiento, o por la aún escasa llegada de turistas, ... o por la necesidad de ajustar gastos y seleccionar la inversión en ocio para lo estrictamente necesario, el caso es que los museos guipuzcoanos están viviendo una desescalada demasiado tímida, o al menos con un respaldo de visitantes menor de lo que sería de desear.
Los museos públicos que han ido abriendo sus puertas en los primeros días del mes de junio recibieron pronto la visita de los más fieles, pero están notando una velocidad lenta en el regreso a la normalidad: las salas no se llenan, desde luego, y el descenso en el número de visitantes con respecto al año pasado es muy acusado. En algunos casos, como el Museo Zumalakarregi de Ormaiztegi o el Caserío Museo Igartubeiti de Ezkio-Itxaso, el descenso ronda el 80%.
La segunda mitad de junio ha sido mucho mejor que la primera y ahí estriba la esperanza de recuperación próxima
En cambio los centros situados en el puerto y orientados también temáticamente al mar parecen resultar más atractivos en estos tiempos con ansias de aire libre y naturaleza, aunque sea representada: en el Museo Marítimo Vasco las cifras son bastante cercanas a las del año pasado, si se descuenta la ausencia en esta ocasión de los grupos escolares; y el Aquarium donostiarra ha conseguido atraer este junio a 7.000 personas que, si bien es una cifra que representa solo el 35% de lo habitual durante este mes en otros años, resulta significativa del atractivo que mantiene el museo en estos tiempos difíciles.
El atractivo del mar
«El puerto es un lugar muy accesible y donde hay mucha afluencia de gente, eso también ayuda y por eso las cifras son mejores que en otros museos», reconoce el diputado de Cultura, Harkaitz Millán, quien admite que «sería mejor tener unas cifras más elocuentes, pero lo bueno es que podemos mantener los museos abiertos y que están a disposición de la gente», destaca: hay que recordar que no hace tanto tiempo que esta situación de apertura y recuperación era impensable. «Tampoco podemos hacer una promoción muy fuerte porque no sabemos cómo va a evolucionar la situación y hay que ser muy cautos», advierte Millán.
En el Museo San Telmo se sintieron muy arropados en la jornada de apertura, cuando la actividad programada SKEfimeroak encontró una buena respuesta del público. Pero «aún está acudiendo poca gente al museo», señalan sus responsables, aunque «se nota un aumento a partir del fin de semana del 22 de junio», cuando ya se abrió la frontera con Francia.
«Los museos forales tienen un componente importante de visitas escolares que no se han podido cumplir este mes»
Comparando con los datos del año pasado, en la semana del 16 al 21 de junio la proporción de visitantes al Museo San Telmo con respecto al 2019 fue solo de un 6,5%, pero a partir de la semana del 23, aumentó hasta el 20%. «Se notó que se quitaron las restricciones a la movilidad y que se abrió la frontera, porque los visitantes franceses eran un 0,25% del total hasta el 21 de junio y llegaron al 13% a partir de entonces», destacan en San Telmo. «También las visitas procedentes de otras comunidades autónomas pasaron del 1,2% al 16% aproximadamente».
En el museo de la Parte Vieja donostiarra crece la afluencia, como siempre, los martes, cuando la entrada es gratuita, un indicativo de que el componente económico también puede estar influyendo en estos tiempos de crisis.
Pero todos los museos acusan la imposiblidad este año de trabajar con grupos, que precisamente en el mes de junio suelen ser una aportación importante al cómputo mensual a través de los escolares.
En otros recintos la dificultad estriba en la imposibilidad de ofrecer un aliciente extra, al no haber podido preparar nuevas exposiciones en estos meses u ofrecer una programación especial de verano. El descenso de visitantes en Zumalakarregi Museoa es del 78% con respecto al año pasado. «Las causas hay que relacionarlas con la ausencia de programación y, por lo tanto, de afluencia de usuarios locales», destacan en el museo de Ormaiztegi, que después de haber atraído en junio de 2019 a un total de 467 personas, se ha quedado en 64. Y si las visitas en grupos suponían hasta ahora un 37,50%, ahora se han visto reducidas a cero por la crisis del coronavirus.
Los datos
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Museo San Telmo: En el mes de junio de 2019 alcanzó los 10.463 visitantes, pero este año se ha tenido que conformar con 1.705. La apertura de fronteras ha sido una alegría: el público francés ha pasado del 0,25% al 13% del total.
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Museo Marítimo: Ha mantenido 835 de los 1.251 visitantes de 2019, lo que supone un 66%.
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Museo Zumalakarregi: De 464 en 2019 ha pasado a 64 visitantes.
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Caserío Museo Igartubeiti: La caída de visitantes es del 80%, con solo 123 respecto a los 629 del año pasado.
Algo similar ha ocurrido en Igartubeiti, el caserío de Ezkio-Itsaso, que cae un 80% respecto al año pasado: 123 visitantes frente a los 629 de los buenos tiempos. En este museo la visita en grupos, muchos de ellos integrados por escolares, suponía dos terceras parte de la afluencia a sus instalaciones.
Exposiciones recuperadas
Sin embargo el diputado de Cultura considera muy positivo que se hayan podido recuperar las exposiciones que quedaron interrumpidas con la llegada del estado de alarma y que mantienen sus atractivos: «En el Museo Marítimo estamos manteniendo las exposiciones que estaban previstas sobre el aniversario de Elcano y la vuelta al mundo, en Igartubeiti tenemos la exposición sobre Iparragirre y en el Museo Zumalakarregi está la exposición sobre Leopoldina Rosa», repasa.
El Museo Marítimo situado en el puerto donostiarra es el que mejor se defiende de los museos forales, ya que ha mantenido una afluencia de 835 personas frente a las 1.251 del año pasado. En todos los casos se ha producido un lógico incremento en el porcentaje de visitantes procedentes de Euskadi, que alcanzan entre el 80% y el 90% del total.
La esperanza para todos los museos estriba en que la segunda mitad del mes de junio ha sido mucho mejor que la primera, con lo que se espera que el regreso del público a las salas de exposición siga aumentando con firmeza en las próximas semanas.
«Los museos no pueden sustraerse a la sensación general de que, aparte de las terrazas, las playas o las necesidades básicas, los otros servicios están teniendo un arranque más tibio», resume Harkaitz Millán. «Pero no hay que olvidar que la buena noticia es que están abiertos, que se pueden cumplir todos los requisitos sanitarios y que si se produce la recuperación que esperamos y nada se tuerce, se irán equiparando las cifras de visitantes». Y para este otoño hay que confiar en el regreso de los escolares: «Los museos forales tienen un componente importante de visitas escolares, que no se han podido cumplir este mes. Pero esperamos que el arranque del curso marque la recuperación».
También está claro que en esta época, y mucho más después del confinamiento, la ciudadanía tiende a los espacios abiertos. «Sí creo que la gente tiende más en estos momentos a las actividades al aire libre, y en ese sentido creo que los festivales de música van a tener una recuperación mejor de lo previsto. Pero en los museos también se pueden mantener igual las distancias y no son lugares de aglomeración». Así que eso no debe retraer a nadie para acudir a los museos.
El Guggenheim, el Prado y el Reina Sofía registran caídas similares
El tímido regreso a los museos se ha producido de manera similar en otras comunidades. Y arroja cifras equivalentes cuando se comparan con las del año pasado, cuando las circunstancias eran casi opuestas: del auge generalizado del turismo en junio de 2019 al intento de un regreso a la normalidad que aconseja prudencia en todos los ámbitos. El Triángulo del Arte de Madrid, formado por el Museo del Prado, el Thyssen-Bornemisza y el Reina Sofía, también ha experimentado una fuerte caída en junio por las medidas de aforo reducido y de distanciamiento social adoptadas para combatir la pandemia.
Las tres principales pinacotecas de España reabrieron el pasado 6 de junio. La caída más acusada es la del Reina Sofía que entre el 6 y el 30 de junio de este año ha tenido 13.133 visitantes en su sede principal, donde está alojado el 'Guernica' y el grueso de su colección, mientras que el mismo periodo de 2019 tuvo 113.779 visitantes.
El Museo del Prado ha pasado de recibir 295.285 visitantes en junio de 2019 (mes completo), a los 41.358 visitantes del 6 al 30 de junio. El Thyssen Bornemisza es el que menos cae. De los 63.378 visitantes que recibió en junio de 2019 ha pasado a recibir 25.079.
Los dos principales museos de Bilbao, el Guggenheim y el Bellas Artes, han recibido en este junio 8.383 y 2.307 visitantes, respectivamente, lo que suponen unas cifras mejores de las esperadas en sus previsiones iniciales, ya que en principio habían contado con que podrían recibir en torno a un 5% de la afluencia usual para un mes de junio normal (que en 2019 fue de unos 83.400 y 22.800 visitantes, respectivamente).
Finalmente han recibido en torno a un 10% de visitantes con respecto al año pasado, según el balance facilitado por ambos museos, lo que supone una caída en la línea de lo que han sufrido también los museos guipuzcoanos en este periodo.
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