«Nuestra comedia habla de la tolerancia, de cómo nos cuesta aceptar al otro tal y como es»
Tentazioa estrena en el Principal de Donostia la obra 'Nunca he estado en Dublín', viernes y sábado en euskera y el domingo en castellano
La propia Mireia Gabilondo, junto a Aitziber Garmendia, Iñigo Aranburu e Iñigo Azpitarte, son los intérpretes que dan vida a la familia Amesti, reunida para ... celebrar una cena de Navidad muy especial porque Elena, la hija menor, vuelve de Londres después de tres años sin contacto con sus familiares. Pero no viene sola, llega con Cindy, su novia irlandesa, que todos están deseando conocer. Lo que parece un planteamiento clásico se va a romper porque en la primera escena el público ya sabe que Elena tiene una novia, sí, pero resulta que es imaginaria. 'Nunca he estado en Dublín', escrita por Markos Goikolea y producida por Tentazioa, se estrena en el Principal donostiarra, viernes y sábado en euskera y el domingo en castellano.
– Como sorpresa de Navidad no esta mal para arrancar la obra.
– Hace tres años que tuvieron una bronca tremenda porque encontraron a Elena con otra chica, concretamente con una vecina. Los padres no lo aceptaron y ella decidió entonces irse a Londres, así que esta cena es un reencuentro esperado y tenso tras un enfado muy grande.
– ¿Parece la versión menos amable de un anuncio navideño?
– Es un encuentro muy deseado para todos, pero ya ves que llega con una bomba debajo del brazo. En la familia sabemos que viene con una novia y estamos dispuestos a aceptarlo. Nuestros personajes han aceptado y aprendido, pero con lo que no contaban es que la acompañante de su hija sea una persona imaginaria. Me parece muy bonito ese punto de partida al que se enganchó el autor. Me gustó mucho y está muy bien escrita. Es una obra que surge de Nuevas Dramaturgias 2021 de Donostia Kultura, un laboratorio de escritura con el que llevamos trabajando desde 2016 Patxo Telleria y yo.
– ¿Qué le hizo dar el paso a montar la función?
– El disparadero me pareció muy bueno y pensé en cómo se iba a desarrollar porque tener una buena idea de principio es sencillo, pero lo complicado es desarrollarla. En el laboratorio lo trabajamos intensamente y yo he participado bastante en el guion con el autor. Lo que me gusta especialmente del texto es que ha hecho un cuadro coral, donde el personaje más protagonista se rodea de otros tres que están muy bien diseñados. Cada uno tiene su secreto, su mentira que trata de esconder hasta que sale a la luz y no queda más remedio que hablar de ello. Todos somos personas que estamos en la cuerda floja de la vida y eso es muy bueno para una comedia.
– Una comedia que califica como ácida.
– Ese equilibrio tan bonito entre todos los personajes hace que la función vaya sumando y que entremos en una especie de locura de relaciones humanas, en este caso familiares. Es una comedia ácida, sí, algo que a me gusta mucho. Me encanta que los personajes se vuelvan un poco locos, que sea como una pequeña catarsis durante hora y media, que es lo que dura la obra y el tiempo real en el que sucede la historia, no hay elipsis ni saltos de tiempo.
«Tras una bronca, la familia acepta que Elena tenga novia, pero la sorpresa es que se trata de una relación imaginaria»
– Nada mejor para una catarsis que una cena familiar.
– Y eso que en esta no tenemos cuñados, pero a cambio tenemos una nuera imaginaria. Somos cuatro personajes en escena, pero en realidad somos cinco.
– Hay un hecho curioso, que el estreno sea también en tiempo navideño. ¿Da eso un punto especial a estas tres funciones?
– Nos hizo gracia estrenar el día de Reyes, pero tiene sentido porque aún estamos todos con el espíritu de la Navidad en el cuerpo. Creo que sí va a tener cierta gracia extra, muchos tendrán sus cenas familiares muy frescas.
– La función habla un poco de hasta qué punto somos capaces de tolerar la realidad de los otros.
– Sobre todo es eso. En este caso concretándolo en relaciones familiares de padres con hijos. Pero especialmente de cómo cada uno vivimos nuestra realidad y nos creamos nuestra manera de vivir y de cómo convivir con eso.
– ¿Y cómo se pueden resolver estas situaciones?
– La función habla de cómo nos cuesta aceptar al otro y, finalmente, de cómo terminamos aceptando porque es la única manera de querer al otro tal y como es. Para eso hay que pasar por unos cuantos enfados, por decir cosas que no te apetece decir y por escuchar otras que tampoco gustan. En este caso ocurre en familia, pero es una situación que se puede abrir a la amistad o a la relaciones humanas en general porque cuando se pierde un amigo también hay momentos en que dices me gustaría recuperarlo y qué tengo que hacer para eso. ¡Pues aceptarlo tal y como es en realidad!, si lo que hay que aceptar no nos hace demasiado daño. En una familia nos vemos abocados a tener una relación porque los hijos importan a los padres y estos importan a los hijos.
– Para plantear este tipo de temas que pueden ser tratados desde el drama, ¿la comedia es perfecta porque no provoca rechazo en el espectador?
– Las grandes comedias hablan de grandes tragedias. Gracias a que exista la comedia para hablar de estos temas. Como bien sabemos las comedias siempre tienen un final feliz y entonces ya estamos salvados. También puedes decir una burrada y sabes que el público se va a reír.
LOS DATOS
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Estreno en euskera. Viernes 6 y sábado 7 de enero. Teatro Principal, a las 19,30 horas
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Estreno en castellano. Domingo 8 de enero. Teatro Principal, a las 19,00 horas.
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Precios. 16 y 22 euros.
– ¿Con que tipo de humor han trabajado?
– Tenemos un poquito de todo. A veces es circunstancial, las cosas que pasan te obligan a reaccionar de una manera o de otra, pero también usamos un humor verbal. Al final la comedia se alimenta de estos dos tipos de materiales. Con los dos hemos ido haciendo unos personajes un poco locos, que están como te digo muy bien dibujados desde el minuto uno de la función.
– La comedia empieza por todo lo alto.
– Estamos todos al límite, esperando a que llegue esta hija nuestra. Estamos tan nerviosos para que todo vaya bien, que ya desde el principio casi la empiezas a cagar. Estoy muy contenta con los actores, hemos logrado que todos tengamos como el mismo tono de comedia.
– El personaje de Elena lo hace Aitziber Garmendia, que es una actriz especial. Posee una fuerza y una presencia escénica que no es muy habitual. Usted ya ha trabajado con ella otras veces. ¿Cómo es dirigirla?
– He trabajado muchísimo con Aitziber. Me encanta, es una de las grandes actrices sobre todo en comedia, pero también podría hacer drama. Es una grandísima actriz, muy valiente. Te brinda todo lo que tiene en los ensayos. Con ella eres capaz de subir un 8.000, porque si se lo pides lo hace. Y no hay nada más placentero que eso para una directora. Saber que alguien se va a subir al barco que tú quieres llevar y que vamos a remar a favor.
– ¿Puede existir el peligro de que una actriz como ella apague un poco la presencia de los demás?
– Yo creo que no, lo que pasa es que como ya he dicho la comedia está muy bien servida y es muy equilibrada con todos los personajes. Aunque el personaje principal es ella, no tiene un protagonismo que plantee mucha diferencia con el resto. Cada uno tenemos nuestro momento, cada uno tenemos nuestra mierda que sale en un momento o en otro. Y en ese rato te conviertes en el protagonista. Eso es muy bonito porque hace que la comedia sea mucho más coral.
«Las grandes comedias hablan de grandes tragedias: gracias que existe la comedia para abordar estos temas»
– Por primera vez dirige y actúa. ¿Cómo ha sido la experiencia?
– Me costó tomar la decisión porque pensaba que me podía meter en camisa de once varas, pero conocía muy bien el texto y tenía muy claro cómo quería contarlo: el tono, el ritmo, todo lo que conforma un espectáculo, en este caso una comedia. Me apetecía muchísimo hacer una comedia como actriz porque llevo un tiempo que no trabajaba este género y a me encanta como actriz.
– ¿Cómo lo ha trabajado en la práctica?
– En algunos momentos me salía del escenario para ver la obra desde fuera. Y entraba Sara Cózar, que ha hecho la ayudantía de dirección y que al ser también actriz me lo ponía fácil para que yo pudiera verlo desde fuera y limar algunas cosas o ver al resto de los actores. Pero tengo que decir que desde dentro, desde Mireia actriz, también entendía el ritmo de las escenas. No ha sido difícil. Estoy contenta de haber tomado la decisión de actuar y dirigir.
– El estreno es en el Principal, pero vienen ya con muy buenas sensaciones con el público.
– Hicimos un pase en Urnieta, donde ensayamos y todo funcionó muy bien. Ha sido el único contacto con el público hasta ahora, hubo muchas risas y nos sorprendió la gran reacción. Esperemos que siga siendo así. Tras Donostia vamos al Arriaga.
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