Cuando recordar la Historia es una cuestión de dignidad

'Vergüenza y olvido', integral que reúne los dos volúmenes publicados de forma independiente en Francia, compendia el trabajo de tres autores de trayectorias radicalmente diferentes que consiguen, bien merece decirse desde el principio, crear una obra magnífica.

Poco cabe decir ya del guionista Gregorio Muro 'Harriet' que no se haya escrito con antelación. Nacido en Hernani en 1954, consigue en los años ochenta del siglo pasado el más difícil todavía; en compañía de artistas como Redondo, Astrain, Mata, Fructuoso… triunfa en el mercado francobelga, algo inaudito para la época. Abre caminos con títulos de absoluta referencia en el cómic vasco como 'Justin Hiriart' (1984), 'La marca de la bruja' (1986), 'Jon y Mirka' (1986), 'Simon Besaluze' (1987) o 'Sudor de sol' (1988). Sus éxitos son incontestables, pero entonces decide ampliar sus miras, apartarse del cómic para pasar al mundo de la animación y de las series televisivas con las que, de nuevo, cosechará nuevos éxitos. Sin embargo y tras diversas colaboraciones cortas, regresa a la primera división con este 'Vergüenza y olvido' publicado, tal y como gusta de hacer su editorial, tanto en euskera como castellano.

Y lo sorprendente es que sus compañeros de viaje no hayan sido figuras consagradas o conocidas de larga trayectoria en el medio, más considerando que este trabajo no es un mero entretenimiento, sino el relato de un hecho histórico contado con máximo rigor y, como corolario, documentado hasta la exageración.

Lápices y entintado a cargo de Alex Macho (Bilbao 1974) quien, entre 1994 y 2018, trabaja principalmente como dibujante de animación, layout y story board para las compañías Dibulitoon y Lotura Films. Nada tendrán que ver sus escarceos en el cómic, trabajos cortos para el ayuntamiento de Irun o para la revista 'Xabiroi' donde comienza a colaborar con Harriet con, precisamente, el proyecto que ambos ponen en marcha y que, tras dos años, culminará en 'Vergüenza y olvido'. Y color de Ekaitz 'Garluk' Agirre, también iniciado en la animación (como por otra parte ha sucedido con una enorme cantidad de autores del País Vasco, curtidos, la mayoría, en Dibulitoons), que deja para este proyecto de lado sus propios lápices.

1898. Guerra de Cuba entre España y Estados Unidos que culminará en los sucesos de Filipinas. Los americanos, allí, con el pretexto de liberar a aquel pueblo del yugo español, consiguen quedarse con esa colonia a cualquier precio literalmente, llegando incluso a crear los primeros campos de concentración de la historia. Así se cuenta en 'Vergüenza y olvido', utilizando como recurso narrativo las figuras de dos hermanos, Félix y José. El primero trabaja en una mina de Ortuella pero se verá abocado a alistarse en el ejército; a cambio de un dinero que su familia necesita para sobrevivir tras un accidente familiar y que conseguirá relevando al hijo de uno de los capataces, iniciará un viaje que terminará siendo una tragedia.

¿Cómo cuenta Harriet este episodio de una época demasiado reciente, demasiado olvidada? Pues con talento, habilidad y oficio, dejando que los hechos ciertos se entremezclen con personajes y situaciones inventadas que, sin duda, ocurrieron. Con personajes secundarios que para el lector avezado pronto pasarán a ser protagonistas o favoritos, lo mismo da, dejando que la aventura, una de sus marcas, fluya mientras gotea barbaridad. Y con Macho y Garluk. Alucinantes.

Que dos novatos en esto del cómic con mayúsculas, hagan lo que el lector descubrirá en 'Vergüenza y olvido', es asombroso. Porque su trabajo es del máximo nivel, mejor el segundo capítulo que el primero, que ya es decir. Y la escuela de la animación no pasa desapercibida. Macho maneja la expresión, el movimiento, y su estilo pivota entre la bande dessinée y el americano de McFarlane o Capullo. Y los colores de Garluk entre lo europeo académico (poco), lo americano de calidad (otro poco) y lo que le sale de las tripas (casi todo). El resultado, una obra fruto de autores vascos que honra la historia de los muchísimos que la conforman. Y que también honra un capítulo de la Historia, y que se coloca, por derecho propio, entre las grandes propuestas del año. Disfrútenla.