La cita que convierte el olvido en hallazgos literarios únicos

En total, más de 35 stands. Librerías de Euskadi, Navarra, Madrid, Valencia, Huesca y León desplegarán sus volúmenes al aire libre -de 11.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.30 horas- ofreciendo una amplia variedad de títulos. Desde libros centenarios y ediciones raras hasta obras descatalogadas y novelas olvidadas. Como subrayaron sus organizadores, Asier Muniategi, coordinador de las Ferias del Libro de Euskadi, y José Agustín Iturri, presidente de la Cámara del Libro de Euskadi, «la feria tiene dos grandes categorías: el libro antiguo, que incluye ejemplares de más de 100 años o con un gran valor histórico, y el libro de ocasión, que regresa al escaparate con precios accesibles. En algunos casos, los libros se venden por solo un 15 o 20% de su precio original, rompiendo el mito de que leer es caro».

Aunque la novela sigue siendo el género más demandado, explican, «la feria ha experimentado un creciente interés por libros de historia, especialmente sobre la Guerra Civil y las dos Guerras Mundiales, además de temáticas como el cine, la gastronomía y el arte». No obstante, también se podrán encontrar pequeñas joyas como primeras ediciones y litografías, que atraen tanto a coleccionistas como a curiosos.

Más allá del valor económico, la feria destaca por la riqueza afectiva que hace que los volúmenes, independientemente de su precio, vuelvan a circular. Como señaló el coordinador de la feria, «es una oportunidad perfecta para reencontrarse con un libro de la infancia o recuperar aquel título prestado y nunca devuelto. Es un viaje personal». Personalmente, «una nueva lectura puede convertirse en un nuevo viaje, incluso rescatando el libro más viejo», explicó Muniategi.

La feria, además de ser un punto de encuentro para bibliófilos y curiosos que puedan merodear horas por los expositores de las librerías antiguas o de ocasión, sigue siendo una plataforma clave para visibilizar el trabajo del sector. Tanto de pequeñas librerías y editoriales independientes. Y aunque los índices de lectura siguen siendo positivos, «afortunadamente se mantienen, incluso se han crecido ahora en vacaciones», los organizadores recalcaron la importancia de eventos como este para mantener viva la pasión por los libros. «Pese al clima, los libros siempre resisten, incluso acompañan, truene o haga un calor sofocante», y la feria del Libro Antiguo y de Ocasión vuelve cada año a la plaza de Gipuzkoa, reafirmando que la lectura es una compañera constante, sin importar el tiempo.