'El mapa de los afectos' de Ana Merino (Destino)
Reivindicación de la bondad ·
Ana Merino (Madrid, 1971) reivindica la bondad, esa cualidad desprestigiada frente al cinismo rampante, en 'El mapa de los afectos'. Premiada con el Nadal, esta novela indaga en las vidas y pequeños milagros, los cotidianos, de una pequeña comunidad en el Medio Oeste estadounidense a lo largo de más de dos décadas. «La gente buena tiene un don para irradiar cariño, para producir campos de fuerza donde poder cobijar a los demás», escribirá.
Ficha de 'El mapa de los afectos'
| Autora | Ana Merino | |||
| Editorial | Destino | |||
| Páginas | 224 | |||
| Precio | 20 euro |
En 'El mapa de los afectos', novela coral de modo que el protagonista es la propia comunidad, los personajes crecen, se cruzan, entrechocan, se reencuentran o simplemente se rebelan. Una suerte de radiografía social a través de las existencias de personas comunes, aunque sus gestos y decisiones los puedan hacer extraordinarios... para bien o para mal; tía Claire, que irradia toxicidad; el exmarine Marcus, «náufrago en una lejana galaxia de borracheras y abandono»; Valeria, una mujer que da un valeroso volantazo a su destino; Greg, un inocente doblemente victimizado por su entorno; Lilian, víctima de una ira ciega; Rita, que cuida de trece gatos y dos galgos; Emily, que ha hecho la ruta de «niña modelo a puta drogadicta» y a aspira a ser crupier en un casino flotante; Marcela, limpiadora en un restaurante, o Aurora Altano, forzada a la emigración laboral.
Merino escribe con una prosa lírica y tersa, sencilla que no simple, sobre las historias anónimas de hombres y mujeres. La narración avanza con un ritmo fluido las subtramas, en las que la autora irá esbozando con enorme pericia los perfiles psicológicos de los personajes.
Una lectura que atrapa -doscientas páginas de una tacada placentera- para seguir las vicisitudes de unos personajes que persiguen con bonhomía sus expectativas vitales y tratan de driblar las frustraciones y desengaños, cuando no la maldad humana, para llevar las riendas de sus vidas.