'Cien noches' de Luisgé Martín (Anagrama)

«El amor, en términos químicos, es una sobredosis de dopamina que actúa como bloqueante durante un tiempo, pero no eternamente». Al deseo, como al campo, no se le pueden poner puertas. Y por ahí, por los meandros de la infidelidad y la promiscuidad, y sobre todo de los que lo niegan..., se encamina la indagación de la protagonista de 'Cien noches', una espléndida novela, de esas cuya lectura se suele concluir con una miriada de subrayados. Investigación antropológica, reflexión sentimental e intriga criminal conforman un cóctel de vigorosa enjundia narrativa.

Luisgé Martín (Madrid, 1962) amalgama la historia, con el 'cameo' literario y promiscuo de Edurne Portela, Manuel Vilas, Sergio del Molino, Lara Moreno y José Ovejero, a los que pidió la escritura de algunos expedientes que pueblan esta novela, último premio Herralde.

Las aproximaciones empíricas de la protagonista Irene, su trabajo de campo con su propia sexualidad, que busca confirmar si «el sistema nervioso es el alma», si nuestros requerimientos sentimentales tienen su raíz en el cuerpo, evolucionarán desde que viaja de Madrid a Chicago para completar sus estudios académicos dePsicología.

Sus premisas –el amor inhibe la libertad sexual; la mentira no corroe el amor; los vínculos humanos que no están tocados por el amor son más íntegros y perdurables...– se tambalean cuando se enamora de un joven argentino. Su comportamiento tiene zonas de sombra que también alcanzan al pasado de su familia. Irene comienza a escrutar esas señales que enmascaran indicios inquietantes. El relato redobla entonces su intensidad detectivesca.

El autor de 'El amor del revés' redondea la historia con un desenlace que cambiará el punto de vista con la irrupción de un personaje latente en toda la trama y que cerrará el círculo de la investigación.