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Críticas Literarias

'Amor intempestivo' de Rafael Reig (Editorial Tusquets)

Conmueve Reig ·

Iñigo Urrutia

San Sebastián

Lunes, 6 de julio 2020, 14:15

Rafael Reig (Cangas de Onis, 963) rememora en ''Amor intempestivo' sus anhelos literarios de juventud, las provechosas estancias en Estados Unidos, sus copiosos amoríos y la relación con sus padres. Alterna el tono desenfadado y socarrón de sus francachelas (amigos, whisky y sexo) con la remembranza admirativa de sus padres (las mejores páginas), malgré una suegra mala mujer. Sin un atisbo de lamento por las penas de la vida pues, al cabo, como cita a Aristóteles al comienzo de la novela, «investigaremos no para saber qué es la virtud, sino para ser buenos». Reig reivindica la bondad como vía, ahora la cita es de Unamuno, porque «es el fin de la vida hacerse un alma».

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Y en ese propósito el escritor examina su juventud y transforma una recapitulación sentimental en una narración conmovedora y honesta. No escurre las sombras, y refulge el orgullo por sus padres, porque fueron buenas personas, hasta que murieron durante un trágico incendio doméstico.

'Amor intempestivo' de Rafael Reig

Editorial Tusquets
Páginas 249
Precio 19 euros

Como ya «con más de cincuenta años seguía echándome de menos a mí mismo» (así comienza la novela), escudriña sus años universitarios cuando descubre el alcohol, abandona los amores no correspondidos para entregarse al sexo, en ambos casos con fruición, «acumula experiencias» en la Movida madrileña, y escribe con ambición sin tasa. Reig recrea sin autocompasión, al contrario, también escribe contra sí mismo ma non troppo, sobre aquellos días «cuando todos éramos genios y todavía inmortales», y sus novelas, obras maestras que iban a transformar el curso de la historia de la literatura. Sus estancias en Estados Unidos como 'lecturer' y profesor no terminarán de resolver su progresión de promesa literaria, pero descubrirá las mujeres maduras y las bibliotecas y que lo que le gustaba era escribir «incluso sin ser escritor». Y de aquella revelación nos hemos ido beneficiando luego sus lectores, mientras termina o no de destilar una obra maestra.

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