Las diez noticias clave de la jornada
Vista de la exposición en el vestíbulo de la sede de la ONU. MUSEALIA

El Koldo Mitxelena acogerá una exposición sobre la memoria fotográfica del campo de Auschwitz

La muestra, que reunirá un centenar de imágenes, amplía las realizadas en la sede neyorquina dela ONU y en la de la Unesco en París en enero

Alberto Moyano

San Sebastián

Sábado, 28 de noviembre 2020, 07:11

El Koldo Mitxelena inaugurará en enero la muestra 'Seeing Auschwitz', que reúne un centenar de fotografías del campo de exterminio, tal y ... como lo retrataron los propios nazis, las tropas aliadas e incluso algunas de las víctimas. La muestra, que permanecerá abierta al público desde el 27 enero -aniversario de la liberación del campo-, hasta el 3 de julio, irá acompañada de una amplia programación de actividades en las que trabaja el responsable del centro, Patxi Presa.

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'Seeing Auschwitz' ('Viendo Auschwitz') es una adaptación al espacio expositivo del centro donostiarra de la muestra que en enero de este año -y coincidiendo con el 75 aniversario de la liberación del campo- se pudo ver en el vestíbulo principal del edificio neoyorquino de las Naciones Unidas y en el salón Miró de la sede parisina de la Unesco. Se trata de una creación de la empresa donostiarra Musealia, en colaboración con el Museo Estatal de Auschwitz-Birkenau, en asociación con la ONU y Unesco. Musealia es la firma responsable de la exitosa y galardonada exposición 'Auschwitz. No hace mucho. No muy lejos', que atrajo a 600.000 visitantes entre diciembre de 2017 y febrero de 2019 en Madrid y que en la actualidad se encuentra en el Museum of Jewish Heritage de Nueva York, antes de viajar a Kansas City. 'Auschwitz. No hace mucho. No muy lejos' fue distinguida la pasada semana con el Grand Prix en los Galardones del Patrimonio Europeo/Premios Europa Nostra 2020, considerado el mayor reconocimiento europeo en este ámbito.

A la pregunta de si se podría ver la muestra en el País Vasco, el director de Musealia, Luis Ferreiro -'alma mater', junto a José Antonio Mugica, de la firma donostiarra-, respondía hace un año con un lacónico «nos gustaría». Ahora, ese deseo ha prosperado, de la mano del Departamento Foral de Cultura de la Diputación de Gipuzkoa. Si en Nueva York y París 'Seeing Auschwitz' la superficie expositiva rondaba los doscientos metros cuadrados, en Donostia se podrá ver una versión ampliada, hasta ocupar buena parte de la sala de exposiciones del Koldo Mitxelena, de unos 500 metros cuadrados.

Arriba, judíos húngaros, a su llegada a Birkenau en el verano de 1944. Foto: Yad Vasehm | Abajoizquerida, vista aérea de las instalaciones de exterminio. US National Archive | Abajo derecha, foto clandestina de los internos. Foto: Auschwitz Birkenau State Museum

La exposición reunirá alrededor de un centenar de fotografías procedentes de tres fuentes: las que tomaron los propios perpetradores, en donde se enmarcan las imágenes que tomaron los SS Ernst Hofmann y Bernhard Walter de la llegada de un convoy de judíos húngaros en el verano de 1944 justo antes de que en su inmensa mayoría fueran gaseados, así como las de las fichas de los internos a su ingreso en el campo; también se podrán ver las cuatro fotos realizadas por los propios internos en el campo -tanto las cuatro obtenidas de forma clandestina por un miembro del 'sonderkommando' identificado por algunas fuentes como el judío griego de origen sefardí Alberto Herrera, y las que los reclusos portaban a su llegada; y las realizadas por los aliados, en el caso de los estadounidenses desde el aire y en el de los soviéticos, tras la liberación. Las fotos tomadas clandestinamente desde uno de los crematorios por el miembro del 'Sonderkommando' ya se pudieron ver en la sala del Koldo Mitxelena en 2016, con motivo de la exposición 'Tratado de Paz'.

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«Un análisis forense»

Con estos materiales, la muestra invita al visitante a reflexionar sobre el legado del exterminio a escala industrial que inventaron los nazis y el peso real de este negro legado en la conciencia de la comunidad internacional desde la postguerra. «Nos planteamos una exposición que nos permitiera ir un poco más de lo obvio que todo el mundo ve en las fotografías -explica Ferreiro-. La mayoría de las fotografías que han conformado el imaginario de Auschwitz entre la gente está construido por las fotografías tomadas en su mayor parte por los nazis. Se trataba de hacer un análisis forense de estas imágenes para ir más allá y hacer una segunda lectura». Junto con Paul Salmons, uno de los mayores expertos en el Holocausto, llevaron la cabo la muestra. «En todo fotografía, hay un elemento que no se ve, pero que está presente: el que la realiza. Nosotros aquí nos preguntamos qué intenciones tenía, por qué elige un determinado ángulo... Tiramos del hilo de cada foto para proporcionar una visión más amplia al visitante».

A partir de ahí, la muestra propone una reflexión sobre «cuánto hemos visto de Auschwitz» y en qué se ha traducido ya que «después de 1945 han continuado los genocidios, las matanzas y las persecuciones», en ocasiones, pese a la intervención de la ONU, como son los casos de Ruanda, Líbano o Srebrenica. «¿Podemos decir, después de todo lo que ha pasado, que hemos visto Auschwitz?». En opinión de Luis Ferreiro, «no lo suficiente o no lo suficientemente bien. No hemos asimilado lo que allí ocurrió. El odio que permitió la existencia de Auschwitz continúa muy presente», apunta el responsable de Musealia, que introduce también otro elemento: «Una de las cosas que muestra la exposición es que no hace falta odiar para ser partícipe de un genocidio. Eso es complejo de asimilar, pero muy importante a la hora de detectar los signos que anuncian el totalitarismo».

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Jirí Popper, con la insignia de la Real.

El joven con la insignia de la Real Sociedad

Tal y como se hace a diario, el pasado 21 de julio, desde la cuenta del Museo Estatal de Auschwitz-Birkenau se tuitearon doce imágenes de época de víctimas del campo de exterminio, a modo de recordatorio. Lo insólito en este caso es que uno de los retratados luce en la solapa la insignia de la Real Sociedad. Se trata de Jiří Popper, que este año hubiera cumplido 97 años, si no hubiera sido exterminado. Nacido el 21 de julio de 1923, fue deportado del Gueto de Theresienstadt a Auschwitz el 6 de septiembre de 1943. Tenía 20 años y de allí ya no saldría con vida. Cómo llegó la insignia realista a su solapa es algo que se ignora, aunque la pista más fiable apunta a los dos partidos que la Real disputó en Atotxa en 1923 contra el Deutscher de Praga, un equipo con jugadores judíos, en Atotxa. Algún jugador pudo regalar la insignia al joven Popper. Tampoco se sabe más y a partir de ahí todo son especulaciones. «El hecho de que falte toda esa información es la propia historia. El gran trauma es que ese chico desapareció de la faz de la Tierra y hay muy poca cosa que podamos saber sobre su existencia», concluye Ferreiro.

Los responsables de la muestra estudian diversas posibilidades dirigidas a involucrar al visitante. «Queremos abordar el tema de las fotografías que la juventud hace en lugares de la memoria o repasar también cómo ha contado la prensa todos estos conflictos».

Como responsable de la firma donostiarra, Ferreiro no oculta su «satisfacción» por la oportunidad que Diputación ha brindado para traer esta exposición a San Sebastián. «Enseguida quisieron llevar adelante el proyecto. Uno puede ir a Nueva York, a Berlín, a Kansas, pero donde realmente nos hace ilusión ver al público en nuestras exposiciones es aquí».

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