El juicio por el caso Balenciaga empezará el 9 de abril sin la presencia de Argilagos

Precisamente, la incomparecencia de Argilagos está en el origen del retraso que el procedimiento ha acumulado. Ante los reiterados plantones que el arquitecto ha dado a la justicia, se llegó a dictar una orden internacional de detención que, sin embargo, hasta el momento no ha dado resultado.

El juicio se desarrollará en el Juzgado de lo Penal número 2 de Donostia y estará presidido por el magistrado Santiago Romero Buck Arstad, que ha reservado siete sesiones para el desarrollo del proceso. La vista ya fue suspendida el año pasado como consecuencia de los problemas de salud de Mariano Camio después de que sufriera una dolencia coronaria. El investigado, sin embargo, parece ya restablecido y el médico forense ha informado al magistrado del caso que el actual estado físico le permitiría afrontar el proceso.

El juez ha dispuesto que la vista se celebre en sesiones de mañana y tarde, si fuese necesario. Se habilitará una sala especial, las más amplia de las que dispone el Palacio de Justicia situado en la plaza Teresa de Calcuta. En el proceso están citados en calidad de testigos un total de 36 personas. Asimismo, se practicarán ocho pruebas periciales.

La Fiscalía de Gipuzkoa, que en el proceso estará representado por el fiscal Juan Carlos Gálvez, atribuye a Camio, cuatro delitos, presuntamente cometidos durante su gestión «gravemente dañosa» para la sociedad y fundación encargadas del proyecto museístico. Solicita para él un total de ocho años de prisión.

Para el segundo imputado, Rolando Paciel, se pide una multa. Al investigado se le asignó en 2005 la dirección de la ejecución del Museo cuando Argilagos -para quien demandan cuatro años de cárcel- se trasladó a vivir a Miami, donde, según algunas fuentes, reside en la actualidad.

El caso se remonta a octubre de 1994, año en que se creó la Asociación Promotora de la Fundación Cristóbal Balenciaga de Getaria con la finalidad de que se constituyera una entidad en recuerdo del célebre modisto, coincidiendo con el centenario de su nacimiento que se iba a conmemorar en 1995. La fundación se puso en marcha en octubre de 1999 y, según la escritura de su constitución, se asignaron a Mariano Camio las funciones de vicepresidente y presidente de la Comisión Ejecutiva, mientras que a Julián Alberto Argilagos, las de conservador y custodio, así como comisario de la exposición permanente. Ya en 2005 se constituyó la sociedad mercantil Berroeta Aldamar S.L., en la que Mariano Camio fue designado director gerente, con la finalidad de la promoción de inmuebles y obras de rehabilitación para el museo.

Según el escrito de la Fiscalía, Camio «aglutinó y gozó de las más amplias facultades de gestión, administración y disposición de posibles en ambas entidades». Sostiene asimismo que el principal encausado, desde su posición, «excediéndose de las facultades concedidas y con pleno conocimiento de quebranto patrimonial, llevó a cabo una gestión gravemente dañosa (para las entidades que administraba), actuando en consecuencia contra los intereses económicos de las mismas».

La Fiscalía señala de la misma manera que la actuación del exalcalde «estuvo en todo momento guiada por el doloso ánimo de enriquecimiento, favorecimiento y defensa personal a ultranza del también acusado Julián Alberto Argilagos, con quien Mariano Camio mantuvo desde el principio una relación sentimental».

El texto acusatorio añade que Mariano Camio no solo se limitó a favorecer económicamente a Argilagos, sino «también se extendió a su entorno, concretamente a la exesposa de éste», que estuvo contratada directamente por el exalcalde para la Fundación Balenciaga entre enero de 1999 y enero de 2002.

Finalmente, el escrito fiscal señala el propio enriquecimiento de Mariano Camio, de quien dice «se sirvió de sus facultades y poderes para obtener a sabiendas un lucro ilícito personal». Lucro relativo a viajes personales, reparaciones de su vehículo privado e incluso repostajes de combustible.

La Fiscalía imputa a Camio dos delitos societarios, otro de falsedad y el cuarto de malversación de caudales. A Paciel, por su parte, le considera autor de un delito de intrusismo por que el que demanda una multa de 3.600 euros.

Además de la pena privativa de libertad, la acusación pública exige que el exalcalde y Argilagos indemnicen con 1,2 millones a la Fundación Cristóbal Balenciaga y con 868.825 a Berroeta Aldamar. Además, pide que Camio abone otros 52.000 euros a la fundación y 104.000 mas a Berroeta Aldamar.

Aun cuando Julián Argilagos no vaya a ser juzgado ahora, la vista contra él se celebraría una vez sea detenido y puesto a disposición del juzgado donostiarra. Entonces habrá que reproducir íntegramente la vista.