Jorge Javier Vázquez: «Es cierto que yo puedo hablar, pero cada vez eres menos dueño de lo que dices»

- ¿'Desmontando a Séneca' es una manera de que se coloque ante el espejo y contarlo?

- No sé si ante el espejo, pero sí ante una serie de situaciones que tienes que afrontar en la vida y muchas veces las dejamos de lado. No tanto yo frente al espejo como todos ante el espejo porque en la función se habla sobre todo de las cosas que nos suceden en la vida y que a veces nos producen incertidumbre. En ese sentido sí que ha sido enfrentarse a elementos de la vida diaria que solemos pasar por alto.

- Hace un año que la estrenó en este mismo teatro. Un año de pandemia. ¿Algo cambia en su forma de estar y de sentir el escenario?

- Ha sido durísimo y creo que este año ha hecho que todos seamos más conscientes de lo que significa vivir. La función ha crecido mucho, como es lógico. Ha ido adquiriendo más cuerpo y poso. Lo que sigue igual es que todo lo que se dice en la obra sigue calando de forma profunda en el público. Siempre en clave de humor, no olvidemos que es una comedia muy divertida, aunque también hay emoción y alguna que otra lágrima.

- ¿Que el origen de esta función esté en el ictus que sufrió marca mucho la obra?

- Así es. Primero el ictus y luego tuvimos que suspender el estreno horas antes por culpa de la pandemia, lo que hace que la obra tenga incluso más significado cuando en ella digo que nos dediquemos a vivir porque por mucho que queramos tenerlo todo bien atado, hay cosas que no dependen de nosotros.

- ¿Le importa que le puedan negar el título de actor y sea el famoso de la tele que se sube al escenario?

- Me subo al escenario con mucha humildad porque es un terreno totalmente nuevo para mí. Si decido exponerme tengo que estar dispuesto a que cada uno opine lo que sea. Aunque me gustaría que al menos opinaran después de haber visto la función.

- ¿El teatro va a formar ya parte habitual de su trabajo?

- Me encantaría, pero tengo que combinarlo con la televisión. Esta es la tercera obra que hago. Soy consciente de mis limitaciones, pero también sé lo mucho que me gusta. Confío mucho en Juan Carlos Rubio, no quiero hacer cosas para las que no estoy preparado o en las que desentone. Los tres espectáculos han sido adecuados a mi personalidad en cada momento. Esta obra no hubiera podido ser la primera.

- ¿Qué sensaciones del teatro le gustaría llevarse a un plató de televisión?

- Esa sensación de euforia cuando finalizo una buena función es impagable. Cuando has conectado con el público y ves que han disfrutado, no hay que olvidar que mi trabajo es que se lo pasen bien, eso es… He vivido muchas emociones en la televisión, pero algo como esto no. Y además con una obra en la que se habla de temas como la brevedad de la vida, de la importancia del aquí y ahora, de no estar imaginando otras existencias. ¡Una obra en la que se habla de la muerte y recibir esa complicidad y emoción del público! Eso me encantaría tenerlo en un plató de televisión, pero es imposible.

- Hablando de la brevedad de la vida. ¿Estamos preparados para ello? ¿Lo está usted?

- Hacer la función me ha servido mucho para tener muy claro que todo es efímero. Y si a eso le sumas que tuve que enfrentarme a un ictus… Aquello ha sido una experiencia muy positiva porque me he dado cuenta de que esto tiene un fin. No me gustaría que fuera ahora, me gusta vivir, me gusta mi vida. Pero se va a acabar y quiero que cuando ocurra tenga la sensación de que ha valido la pena. Y por ahora ya tengo esa sensación. Recitar esas palabras de Séneca con las que habla de todo esto, es como un bálsamo. Salgo fortalecido. Recibo muchos mensajes en los que me dicen que salen de la obra con ganas de vivir.

- Ahora mismo es noticia porque ha criticado a la hija de Rociíto. ¿La polémica hay que mantenerla viva en su trabajo?

- En la televisión, como en una obra de teatro o en una película, hace falta tensión y conflicto para mantener el interés. Lo que pasa es que hay que manejar los tiempos y no estar siempre en conflicto porque si no es un coñazo. También es cierto es que yo puedo hablar, pero cada vez eres menos dueño de lo que dices. Anteayer estuve en Barcelona promocionando esta función y aparecieron muchos titulares de cosas que dije. Bueno… No me estoy quejando de nada, pero muchas veces en estos medios, sobre todo en los digitales, se crean conflictos inexistentes. En general estamos sobresaturados de conflictos. No lo rehúyo, pero hay que saber manejarlo y no todo el mundo lo sabe hacer.

- ¿Las polémicas parten mayormente del exterior?

- Es que te ves inmerso en polémicas inexistentes. Veo titulares como 'A Jorge Javier Vázquez lo echan de la televisión, conoce los motivos'. ¡Hostia, qué ha pasado!

- ¿Y entonces pincha la noticia para ver qué cuentan?

- No, no, no. Ya he aprendido. Y el lector de esos medios tiene que empezar ya a darse cuenta. Para el lector es una época interesante y comprometida porque tiene que decidir si quiere seguir fomentando esas historia o no.

- ¿Se ha convertido en un referente político? ¿Quiere serlo?

- Me hace mucha gracia. Mi conocimiento de política es muy básico. Tengo 50 años y en mi casa eran de los que decían que mejor no meterse en política. Nunca se hablaba de política. Mi formación es básica, lo que pasa es que hay cosas ante las que no puedo más que rebelarme. Me lo dice mi sentido común.

- ¿Teme tomar bando por una de las dos Españas?

- A veces se me escapan comentarios políticos en el programa porque no puedo más. Pero si algo he entendido es que 'Sálvame' es un programa de entretenimiento. No me gustaría fomentar la división. Ya estamos bastante polarizados y divididos como para venir nosotros y alentar todo eso. En la medida de lo posible intento callarme. A veces no puedo y lo lamento. Otras veces es imposible callarme, también somos seres humanos.

- ¿Cómo se gestionan los sentimiento ante la muerte de una amiga íntima como Mila Ximénez sabiendo que millones de personas lo van a ver?

- Pude despedirme de ella y no sé que pasó pero salí con una fuerza tremenda y en ese aspecto mi vida cambió. Sabíamos que nos enfrentábamos a un desenlace trágico, pero tras su muerte me era imposible recordarla con dolor. Tengo la inmensa fortuna de haber compartido con ella quince años y no quiero recrearme en la pérdida.

- Poder, amor, fama, dinero, amistad. ¿Me lo puede clasificar por la importancia que tienen en su vida?

- El poder no me interesa. La fama es algo inherente a mi trabajo, pero podría vivir sin ella porque ya la conozco. El dinero me gusta como elemento que me puede dar tranquilidad, pero no para acumularlo. La amistad es otra forma de amor. Y el amor no lo entiendo sin amistad.