«La 'Trini' tendrá el mismo ambiente, solo varía el sitio asignado y las mascarillas»
A pesar del aforo reducido y las obligadas distancias entre los asientos, el corazóndel Jazzaldia «va a ser como siempre»
Como todo es raro en cuanto salimos a la calle esta temporada, no habrá problemas de adaptación, pero hay cierta intriga por ver cómo luce y como se mueven los aficionados en la plaza de la Trinidad, con las nuevas y obligadas reglas, poco acordes con la libertad del jazz.
- ¿Cómo cree que va a ser el ambiente en la plaza de la Trinidad, se va a poder comer el bocadillo y estar relajado y cómodo o va a ser algo más rígido?
- La Plaza de la Trinidad va a ser como siempre, salvo que estaremos con mascarillas. ¿Cuándo nos las podemos quitar? Para comer y para beber, como en el cine. También te puedes mover en el descanso a donde quieras. Lo único que no se puede hacer es estar de pie durante el concierto. Puedes ir al baño o a por una bebida, lo diferente va a ser que toda la plaza va a estar sentada y numerada, todos estaremos en una ubicación concreta.
- ¿Habrá acomodadores?
- Sí, porque habrá gente que no sabrá ubicar su asiento. Salvo para los que compraron abonos de grupo, siempre hay un hueco libre entre un asiento y otro, y en las gradas, hay dos huecos. Pero la gente no va a estar tan distante entre sí, solo lo necesario sanitariamente.
- Ya no habrá que hacer cola para coger sitio...
- Claro, eso te permite llegar más tarde. Aunque seguiremos abriendo las puertas una hora antes para que todo sea cómodo.
- Pero se pasa de 1.700 a 650 personas como máximo. Habrá menos 'calor de público'.
- Sí, pero se utilizan todas las zonas utilizables de la plaza, con las gradas que ponemos todos los años, las de piedra... todo es igual. Desde luego no va a dar ninguna sensación de vacío, eso está garantizado.
- ¿Viene público y prensa de fuera?
- Sí, hay gente de fuera que ya nos ha confirmado que viene como todos los años. Otros supongo que no vienen, es lógico. Pero hay ganas de jazz y de espectáculos y las entradas se venden muy bien. Tres de los cinco conciertos de la Trinidad van a estar llenos, y los otros dos, prácticamente también.