Irun se viste la túnica para acercarse al mundo de sus antepasados romanos
Los Dies Oiassonis programan entre este miércoles y el domingo más de 50 actividades, desde lo más riguroso y académico hasta lo más lúdico y espectacular
El festival romano Dies Oassonis sigue dando pasos para convertirse en el gran referente cultural y lúdico del verano irundarra y este miércoles arranca una ... decimoquinta edición que se extenderá hasta el domingo. La programación la abre la representación de 'Ifigenia' (C.C. Amaia, 21.00 horas), una obra teatral que se estrenó el pasado año en el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida y se llevó el premio a Mejor Tragedia de la edición.
En las artes escénicas y en la gastronomía es donde el festival irunés está encontrado valores de diferenciación respecto a otros eventos romanos de la península. Dos sólidas columnas desde las que empezar a levantar un templo que honre el pasado romano de la ciudad y sea, igualmente, un valor para su presente.
Hace poco más de 30 años en Irun se descubrieron, bajo una calle próxima al actual museo Oiasso, los restos de un puerto romano que revolucionaron la idea que se tenía sobre la presencia romana en el País Vasco. «La ciudad entendió que aquello tenía el potencial de situarnos en el mapa cultural y en el mapa turístico de Gipuzkoa, de Euskadi», explica Cristina Laborda, alcaldesa de Irun.
El programa de recreaciones históricas incorpora este año varias actividades sobre la higiene y el uso de las termas
Con ese doble foco, comenzó un trabajo que marcó el diseño del museo, que llevó a la creación del Ficab (Festival Internacional de Cine Arqueológico del Bidasoa) y que probablemente ha alcanzado su apogeo en este festival. «En los Dies Oiassonis convergen esa parte más academicista de los vestigios, el patrimonio y la formación histórica con otra que busca implicar a la ciudadanía y atraer visitantes; más de ocio, capaz de acercar nuestro pasado romano de una forma más lúdica y con espectáculos». Los Dies Oiassonis son «un evento de ciudad totalmente consolidado» que parte de esa dualidad.
Las recreaciones del mundo romano que estructuran desde el viernes al domingo la actividad de los Dies Oiassonis expresan bien la doble condición, porque sin dejar de ser interesantes para todos los públicos, sorprendentes en muchos casos, tratan de ser rigurosas al máximo. «Buscamos grupos que hagan las cosas bien, que pongan atención en los detalles», asegura, Juanjo Jiménez, el director del Museo Oiasso. Taller a taller, actividad a actividad, los Dies Oiassonis reconstruyen la vida de hace 2.000 años y en esta edición, la primera desde que el pasado abril el museo abrió el edificio que permite visitar las termas, los baños romanos estarán muy presentes.
Nuevos espacios
La placita ante la puerta del museo ya no será el único espacio de recreación. En su lateral, junto al revestimiento de las termas, se contarán las actividades que los romanos realizaban allí. Se hablará de sus ejercicios, sus costumbres de higiene, sus inquietudes estéticas. También la plaza Almudena Grandes, próxima a la de San Juan, se dedica a la recreación y el grupo local de representación histórica montará allí su campamento legionario y efectuará sus talleres de cerámica y cuero. Tiene más de 120 miembros y sigue creciendo. «Es muy importante el trabajo que vienen haciendo y este año les veremos dar un paso más durante la procesión del sábado», avanza Laborda.
Irun ha hecho una apuesta por singularizar su festival romano en torno a las propuestas teatrales de calidad y la gastronomía
Un mercado romano poco exigente en cuanto a rigurosidad, pero sí con vocación artesana, tomará el centro de la ciudad y ante el Ayuntamiento ya se está preparando la arena para las peleas de gladiadores de las noches del sábado y el domingo. No serán fieles representaciones de las que veían los romanos, pero aseguran máxima espectacularidad. Tampoco los 16 establecimientos que participan en la Ruta del Pintxo cocinan como hace dos siglos, pero han utilizado ingredientes habituales entonces para diseñar sus propuestas. Si algo nos une con aquellos ancestros es que 'nulla placet sine pane'.
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