Hallan restos de acero inoxidable en las cerámicas romanas de Iruña Veleia
«De 39 grafitos analizados encontramos 35 en los que no hay duda de que son manipulados y contemporáneos» ha declarado un experto del Instituto del Patrimonio Cultural de España. «La falsificación en algunas piezas es muy burda»
SERGIO CARRACEDO y DAVID GONZÁLEZ
Lunes, 17 de febrero 2020, 19:04
El experto del Instituto del Patrimonio Cultural de España IPCE José Vicente Navarro ha declarado este lunes en calidad de testigo en el juicio por ... el 'caso Iruña-Veleia'. El informe realizado, del que ha dado cumplida cuenta ante la titular del Juzgado de lo Penal número 1 ha dejado poco lugar a las dudas. Restos de acero común y acero inoxidable, por supuesto contemporáneo, y la presencia de la letra jota y de la y griega, inexistentes en el alfabeto latino, han sido algunos de los esclarecedores resultados del informe expuesto.
Este perito, que ha declarado protegido por un biombo durante más de cuatro horas, ha descrito varias decenas de conclusiones por las que estima que los grafitos excepcionales son «contemporáneos» y «manipulados» con herramientas actuales. A estas deducciones ha llegado tras realizar un «minucioso análisis durante meses» a 39 piezas seleccionadas de las denominadas «excepcionales» a las que ha sometido a varias pruebas como el visionado bajo la luz ultravioleta o bajo los aumentos del microscopio estereoscópico.
Bajo la lupa de la microscopía electrónica han aparecido «multitud de restos metálicos contemporáneos, miles de partículas que aparecen una detrás de otra alineadas con el trazo y no en el resto de la superficie cerámica». Estos restos «carecen de oxidación», como es esperable de unos restos que han permanecido bajo tierra durante 1500 años. En un grafito original estudiado por el IPCE, sin embargo, los restos metálicos que han aparecido se encuentran oxidados, «el hierro presenta una gran parte de oxígeno». «La falsificación en algunas piezas es muy burda. Sólo con verla salta a la vista», ha declarado tajante Navarro.
«El calvario se talló con acero inoxidable»
Una de las piezas de las que más se ha hablado durante el juicio contra Eliseo Gil y Rubén Cerdán por una presunta falsificación de 476 piezas tardorromanas desenterradas del yacimiento arqueológico de Iruña Veleia ha sido el supuesto «primer calvario de la cristiandad».
Según ha declarado Navarro, esta pieza es una de las que se talló con una herramienta de acero inoxidable dados los «abundantes restos metálicos» que aparecen en los trazos y que «son posteriores al periodo de enterramiento», ha explicado. Además, ha añadido que el canto de rotura de la pieza presenta «la película de deposición», es decir, una superficie creada por el paso de 1.500 años bajo tierra. Los trazos «contemporáneos» que llegan hasta el final de la pieza cortan dicha película.
A preguntas de la defensa, José Vicente Navarro descartó que los restos metálicos hallados en los supuestos 'grafitos excepcionales' puedan proceder del agua utilizada en el proceso de lavado de las piezas y añadió que los restos «no pueden proceder de la mesa de lavado o de su estancia en el museo ya que están rastrillados con un objeto metálico».
«En ninguno de los cuadernos de campo de los arqueólogos constan grafitos excepcionales»
EL REGISTRO ARQUEOLÓGICO EN EL YACIMIENTO
Navarro también ha incidido en que algunas inscripciones terminan justo en los cortes por donde se han fragmentado las piezas, y aunque se dispone de las dos partes, no continúa en la segunda de ellas. A ello, ha añadido que mientras «los cortes están cubiertos por costras de fosfato» de haber parmanecido bajo tierra durante siglos, los trazos carecen de estas costras indicadoras de antigüedad. También ha destacado que en otros casos, la letra termina en la línea de fractura y continúa la palabra al otro lado.
Otra de las claves que han llevado a este experto a la conclusión de que las piezas son manipuladas es que las incisiones realizadas en la cerámica se marcan también sobre la costra acumulada por los años cuando ésta debería estar incrustada en las propias inscripciones y no debajo de ellas.
También comparecieron este lunes tres expertos de la Escuela Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales que destacaron que «de 1.188 piezas con inscripciones, sólo hay una con grafito excepcional con garantías de trazabilidad». «En ninguno de los cuadernos de campo constan grafitos excepcionales», concluyeron.
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