Todas las familias ricas se parecen
'Lazos familiares' reúne en el Artegunea de Kutxa más de medio centenar de retratos de Tina Barney, en la mayor retrospectiva de la fotógrafa neoyorquina en Europa
Todas las familias 'patricias' se parecen entre sí. Al menos, en ciertos aspectos: la jerarquías bien marcadas, la autoconsciencia de su importancia, los rituales que ... las sostienen y el papel que cada miembro juega en ese ecosistema. El espinoso universo de la familia 'patricia' capturada en su intimidad y las relaciones de poder que rigen su funcionamiento es uno de los posibles temas que protagonizan las fotografías que Tina Barney (Nueva York, 1945) ha venido realizando en gran formato desde los años ochenta. Otro sería el interiorismo en el que se desenvuelven sus vidas. Y otro, su difuminada autopercepción. La exposición 'Lazos familiares' ilustra esta fijación de la fotógrafa estadounidense, a través de una amplia colección de imágenes, tanto en blanco y negro como en color, reunidas en el Artegunea de Kutxa.
La responsable de las salas de exposiciones de Kutxa Fundazioa, Ane Abalde, y el director de Jeu de Paume de París, Quentin Bajac, presentaron este jueves la muestra, que antes se pudo ver en el museo parisino y que permanecerá abierta al público en el espacio de Kutxa en Tabakalera desde el viernes hasta el próximo 2 de noviembre. Son en total 54 grandes fotografías que Bajac, que ejerce de comisario de esta muestra, ha estructurado en torno a una serie de grandes temas al margen de cualquier secuencia cronológica: el entorno familiar de la propia Barney, retratada en la intimidad, pero con una distancia crítica profesional, y cuyo círculo luego se ampió a otros estadounidenses; los retratos de familias euroeas; y los trabajos de encargo para revistas.
Abalde enmarcó esta muestra en la línea de recuperación del trabajo de fotógrafas de distintas épocas que tan buena recepción ha encontrado entre el público. «'Lazos familiares' es una introspección que Barney realizó en su propio modo de vida», apuntó la responsable de las salas de Kutxa.
Bajac, por su parte, recordó cómo la muestra nació a raíz de una propuesta que formuló a Barney en un mail enviado a las 6.00 a.m., horario de la Coste Este de EE UU. «Esperaba que aceptara tras consultarlo con sus representantes y contestara al cabo de dos o tres días, pero a los tres minutos respondió: 'Hagámoslo'».
El comisario de la exposición resaltó la voluntad de «continuidad en todas las fotografías» que imprime Barney y destacó que aunque la fotógrafa niega una intención crítica en sus retratos, la propia distancia que toma respecto a sus modelos introduce este factor. En opinión de Bajac, ésta «no sólo es la primera gran retrospectiva que se dedica a Barney en Europa, sino la mayor que se realiza en el mundo» por cuanto, en su opinión, aún no ha tenido el reconocimiento que se merece.
Una foto para Sofía Coppola
También destacó el comisario «la dimensión narrativa de las fotografías, nacida de su inteterés por la cinematografía». Como ejemplo de esta influencia está la compra que Sofía Coppola realizó de la fotografía 'El interior de Ada' (1981), incorporada a su colección privada de arte y cuya estética influyó en su película 'Las vírgenes suicidas'.
El itinerario expositivo recorre 40 años de trayectoria a través de fotografías, trabajos inéditos, obras tanto de encargo como personales y dos películas de la propia Barney, nunca mostradas al público. Las obras proceden de la Kasmin Gallery de Nueva York y del estudio de la propia artista. Algunas fotografías han sido realizadas y producidas para esta exposición.
A medio camino entre las instantáneas monumentales y la pintura de cámara, las fotografías de Barney huyen de lo excesivamente enfático o de la crítica explícita para ofrecer un retrato de la familia en el que se intuye el papel que ocupa, sin posibilidad de renuncia, cada uno de sus componentes.
Desde una mirada neutra o al menos con vocación imparcial, al modo del fotógrafo alemán August Sander, Barney explora conceptos como tradición, ritual, transmisión intergeneracional, diálogo o incomunicación. Todo, bajo el manto de la obligada y aparente normalidad.
«No creo que entre en ninguna de las dos categorías», señaló Tina Barney en una entrevista, respecto a la relación de su obra con la ficción y la realidad, aunque es innegable que algunas de sus fotografías tienen un aire a película en suspenso, «historias a las que les falta el sonido, instantáneas de una película inexistente», como señalan los responsables de la exposición.
La muestra 'Lazos familiares' se completa con un catálogo que incluye un ensayo de Bajac y una entrevista con Tina Barney a cargo de Sarah Meister, directora de Aperture Foundation y un texto de James Welling. La edición inglesa ha sido coeditada entre Jeu de Paume y Atelier EXB, y la edición francesa entre Jeu de Paume y Aperture.
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