Goia: «Daremos la Medalla de Oro a Eusko Ikaskuntza por su aportación a la cultura vasca»

El alcalde de San Sebastián, Eneko Goia, ha dado a conocer públicamente este martes la decisión del Ayuntamiento de San Sebastián de conceder a Eusko Ikaskuntza la Medalla de Oro de la ciudad, la máxima distinción que conceden los regidores municipales. «La aportación de esta institución a la cultura vasca y su labor para acercar la cultura universal a Euskadi ha sido de tal calado que ha sentado unas bases sólidas para comprender el País Vasco actual», ha manifestado el alcalde.

Goia ha explicado que la Junta de Portavoces ha decidido por unanimidad otorgar dicho galardón, y hoy han comparecido, junto al alcalde, los representantes de todas las formaciones políticas con presencia en el consistorio: Jon Insausti (PNV), Ernesto Gasco (PSE), Amaia Almirall (EH Bildu), Miren Albistur (Partido Popular) y Amaia Martínez (Irabazi).

La decisión de la Junta de Portavoces será completamente oficializada en el pleno municipal de julio, y la ceremonia de entrega de la medalla se llevará a cabo en el otoño.

Según el reglamento, no se pueden conceder más de 50 medallas de la ciudad. Ese límite se halla todavía muy lejano, pues la que va a recibir Eusko Ikaskuntza es la número 26. La primera fue otorgada a la reina María Cristina en agosto de 1926, y la segunda y tercera, en setiembre de ese mismo año al monarca Alfonso XIII y a la reina Victoria Eugenia. La última medalla fue la entregada en 2013 a la Orquesta Sinfónica de Euskadi.

El consistorio reconoce así la labor de esta entidad «en pro del desarrollo de la cultura vasca» y destaca también «la estrecha vinculación que durante estos 100 años ha mantenido esta institución con la ciudad».

Eusko Ikaskuntza se fundó oficialmente el 22 de diciembre de 1918 en San Sebastián a iniciativa de las diputaciones de Álava, Bizkaia, Gipuzkoa y Navarra, «con el fin de investigar la cultura vasca y de buscar soluciones a diversos problemas de la sociedad». Actualmente se halla inmersa en los actos de su centenario de existencia, y está preparando su congreso número 18, que se desarrollará en las capitales vascas a lo largo del otoño, con colofón en Oñati.

En 1918, la sede se estableció en Donostia a petición de Navarra, ya que la capital donostiarra era más céntrica y era la que disponía de «mejores comunicaciones». Eusko Ikaskuntza ha contado desde el inicio con el apoyo como socio del Ayuntamiento donostiarra, «que ha acogido y apoyado numerosas actividades desarrolladas» por la entidad en la ciudad.

La Sociedad de Estudios Vascos asumió los trámites previos necesarios para crear la Academia de la Lengua Vasca - Euskaltzaindia - y estableció una biblioteca vasca en su sede de la Diputación de Gipuzkoa, además de crear 1932 el centro de Estudios Científicos de San Sebastián, germen de la Universidad del País Vasco.

Su labor se interrumpió con la dictadura franquista, pero volvió en 1978 para convertirse en un referente de la cultura vasca y promover «numerosos eventos que han constituido un hito en la historia cultural del País Vasco», según ha destacado hoy el Ayuntamiento.

Eusko Ikaskuntza une su nombre a una lista de ilustres personalidades, entidades y colectivos que recibieron esta distinción, como Mikel Laboa (2009, a título póstumo), Aranzadi (2005), las víctimas del terrorismo (2003), Pedro Miguel Etxenike (2000), Gregorio Ordóñez (1995, a título póstumo) y Eduardo Chillida (1992), entre otros.