Karen Sauri: «Quien entiende la importancia del videoclip triunfa más»

- ¿En qué consiste su trabajo?

- A mi equipo y a mí nos toca estar en contacto con discográficas, artistas y agencias de management. Primero recibimos las canciones y vemos si tienen potencial para que nuestros realizadores hagan el vídeo: tenemos un equipo de colaboradores habituales que escriben y dirigen. Luego hay que estudiar los tiempos, el presupuesto, formar el equipo y hacer la producción desde el rodaje hasta la entrega del máster.

- El nombre de Canada suele figurar al inicio de los vídeos, casi como señal de autoría…

- En España no es habitual, no hay tantas productoras, pero en Londres es normal que cada firma haga valer su identidad.

- ¿Por qué son capaces de atraer a gente tan diversa como Rosalía, C Tangana, Katy Perry, Foals, Phoenix o Bad Gyal?

- Precisamente por el 'sello Canada'. Creamos de una manera distinta y nuestros directores se pueden adaptar a diferentes estilos: trap, rock, pop, electrónica… Esa es la clave. Cuando un artista acude a nosotros es porque tiene ganas de hacer un buen vídeo: ellos saben que pondremos toda la energía en ese objetivo.

- ¿Dan muchas negativas?

- Rechazamos un montón de proyectos, sí, ya sea por 'timing', por presupuesto o porque no nos encaja la canción o el artista… No podemos obligar a los directores a trabajar con alguien o con una canción que no es de su gusto.

- ¿Y cuál es el presupuesto medio de uno de sus vídeos? Imagino que no costará lo mismo trabajar para Katy Perry que para Punsetes, Mourn o Mujeres.

- No solemos hablar de cifras pero puedo decirte que trabajamos con todo tipo de presupuestos. Hay algunos como 'Physical', el último que hemos hecho para Dua Lipa, que son vídeos grandes, pero nos gusta hacer otros más pequeños, casi de producción casera, porque la banda es amiga o porque nos gusta mucho la canción. Somos una productora internacional, pero seguimos creyendo en la escena local y si surge la oportunidad, nos gusta trabajar con gente de aquí. Lo hicimos el año pasado con North State, a quienes produjimos el vídeo de 'Crowns' porque nos encantan. Una cosa es clara: si tienes talento, buscamos la manera de trabajar contigo aunque tengas poco dinero.

- ¿Qué tiene el videoclip que lo hace tan especial y atractivo?

- Que es uno de los géneros más libres que existen: puedes hacer algo narrativo o metafórico, de animación, con efectos especiales, con un único plano como el 'Lonely Boy' de The Black Keys… Esa libertad tan grande permite experimentar a cada director, algo que es más difícil o casi imposible en publicidad, ámbito que también trabajamos en Canada. El videoclip no tiene barreras: puedes acompañar la música con lo que quieras.

- En un mundo tan sobreexpuesto a estímulos visuales, ¿hay trucos para destacar entre la maraña de vídeos que inundan la red?

- Lo principal es tener una buena canción que lleve las riendas y que las imágenes del vídeo acompañen. El equilibrio habitual es un 60% para la canción y un 40% para el vídeo. A veces van parejos, mitad y mitad, y también puede pasar que el vídeo esté por encima de la canción, pero eso ocurre pocas veces. Lo primordial es la música, y también ponemos atención a los primeros 15 o 30 segundos, que son un reto. Tampoco nos quita el sueño que la gente no lo vea entero porque creemos mucho en nuestras piezas. De hecho, solemos meter introducciones largas antes de que empiece la canción, arriesgamos con esas cosas…

- El título de la charla alude a la anatomía del videoclip. ¿Por qué?

- Se refiere a mostrar todo lo que hay detrás de cada vídeo, porque hay una gran cantidad de departamentos trabajando en colaboración: fotografía, vestuario, arte, posproducción, maquillaje, edición, peluquería, producción, posproducción… Cada vídeo tiene una energía diferente, es una de las magias del género, y para eso trabajas con gente diferente.

- ¿Cuál es el estado del género?

- Goza de muy buena salud. Después de los años 90 y de principios de 2000, la edad dorada de MTV, hubo un bajón, pero en los últimos tiempos, una vez que el videoclip dejó de ser exclusivo de la tele, hay un resurgir del género clarísimamente.

- Quizá porque antes había que esperar a ver el nuevo vídeo de Michael Jackson en la tele y ahora puedes disfrutarlo cuando quieras a golpe de click.

- Eso es. Se ha dado una evolución natural en los cambios de consumo y hoy presenta un muy buen estado. Eso ha hecho que la producción vuelva a incrementarse, se nota incluso en los presupuestos, que han crecido un poco. Un artista sabe que sólo va a tener caché si hace un buen videoclip. Y «bueno» no quiere decir caro, sino honesto con la canción y el músico. Cuando un buen artista entiende la importancia del videoclip, suele triunfar más.

- Un vídeo no sólo da visibilidad al artista, también puede ayudar a crear su identidad como sus trabajos para Rosalía: 'Malamente' y 'Pienso en tu mirá'.

- El videoclip es la mejor herramienta para construir personajes. Con Rosalía ocurrió que marcó una imagen y también mucha gente asocia a Tame Impala con el vídeo que hicimos de la canción 'The Less I Know The Better'. Por eso hay una responsabilidad y es importante hacerlo bien si vas a marcar una tendencia después.

- Hoy muchos grupos pequeños y amateur hacen grandes videoclips. ¿Son una amenaza?

- ¡No! Es maravilloso, refleja la salud el propio medio. Nosotros producimos de otra manera porque somos una empresa grande, pero es increíble que haya tanta creatividad en el plano amateur. Bienvenida sea.

- ¿Cuáles son los retos del sector y de Canada?

- El reto siempre es superarse. Después de hacer vídeos como los de Scissors Sisters, Rosalía o Tame Impala ves que hay más cosas maravillosas. El reto es reinventarse, que pasen los años y seas capaz de crear un lenguaje nuevo que te permita estar vigente en 2022, 2025 o 2030.