La donostiarra Marta Ruiz gana el concurso de la ComikD en la categoría sénior

A raíz de una colaboración del Salón Internacional de Cómic de Donostia con el departamento de Cultura de la Diputación de Gipuzkoa, tras la clausura de la segunda edición de dicho evento en 2018, surgió la iniciativa de convocar un concurso de cómic para artistas no profesionales que les diera la oportunidad de mostrar su talento, tal vez de iniciar una carrera. Así, tras el éxito cosechado en 2019 bajo el lema 'El cómic y la mar', se renovó el acuerdo en forma de una nueva convocatoria, esta vez con 'Un cómic de ciencia ficción ambientado en Donostia'. El concurso se puso en marcha con el objetivo de entregar los galardones durante el Salón de marzo de 2020, un mes que, al igual que el resto del año, ya ha pasado a la historia por el Covid-19. Los acontecimientos culturales, como los demás, tuvieron que cancelarse, pero no así el concurso.

Hoy, en un acto condicionado por las medidas de seguridad imperantes, se han entregado en el Koldo Mitxelena los premios que, en esta oportunidad, se han dividido en dos categorías: de seis a trece años y de catorce en adelante. En el apartado reservado a los más jóvenes, Julen Rodríguez Aguirre, tolosarra de diez años, ha recibido el primer premio gracias a su obra 'Garbitasuna Donostian', un trabajo vibrante, a todo color, que consigue sorprender al aunar un planteamiento ecologista con una puesta en página agresiva en la que no faltan superhéroes con una misión implícita en el mismo título. Tanto la historia como el dibujo resultan divertidos, porque la inocencia derivada de la edad del autor impregna cada viñeta.

Desde Almería ha llegado la propuesta que ha conseguido el segundo lugar. Valentina Emilia Argüello, de trece años, y 'Los quesos chernobyleskos', se presenta como digna heredera del cómic de catástrofes y amenazas surrealistas. Nada menos que lonchas de queso, de las que a menudo acompañan a los colegiales en sus almuerzos, se convierten por influencia del terrible accidente nuclear ocurrido en Chernóbil en un enemigo implacable que destruirá San Sebastián si no es detenido a tiempo. Acción y mucho humor, influenciado tanto por el manga como por las actuales superproducciones.

En la categoría de adultos, la gran triunfadora ha sido 'Cuatro días', obra de la donostiarra Marta Ruiz Rodríguez, quien demuestra todo lo que puede hacerse en cuatro páginas. En riguroso blanco y negro aderezado con un siempre contenido empleo de tramas, la artista exhibe un trazo pulcro, preciso y en modo alguno carente de técnica, 'Cuatro días' aborda el tema planteado en el concurso desde un acercamiento fresco y original presidido, incuestionablemente, por un humor elegante que deja un gran sabor de boca al lector. Manejo de la planificación, estupendo ritmo narrativo, uso inteligente de los diálogos y un giro argumental que, como mandan los cánones, termina por conquistar al lector. Y todo ello cuidando el apartado gráfico porque, además de lo dicho respecto al trazo, la ambientación se convierte en elemento importante, con viñetas en las que cualquier conocedor de la ciudad identificará de inmediato rincones de la misma, algo presente en las normas del certamen. De forma evidente, el estilo de Marta Ruiz entronca con la mejor época del cómic nacional de finales de los setenta y principios de los ochenta en el que las revistas como Cimoc, 1984 o Metal Hurlant, entre otras muchas, marcaron una época.

El segundo premio en la categoría de adultos ha viajado hasta Huesca, a las manos de Luis Ramón Gallego Lamelas por 'Número siete', un relato en el que la acción, un momento dedicado a la ternura y un final sorprendente marcan unas viñetas coloridas que transcurren en una San Sebastián futura inmersa en una guerra con alienígenas. El protagonismo absoluto será para una joven piloto con una fuerza interior que le impide dejar de sonreír aún en medio de una catástrofe sin parangón.

Dada la imposibilidad de celebrar el Salón de Cómic previsto por la persistencia del Covid-19, todas las obras presentadas no podrán ser expuestas en el Kursaal, subiéndose en los próximos días a la página web del evento.

Un certamen en el que de nuevo queda patente la definitiva y feliz incorporación de la mujer al cómic, así como la pujanza del mismo arte, aún en tiempos de pandemia.