Alerta por la destrucción de portales históricos
Áncora denuncia la demolición de interiores de edificios de gran valor en San Sebastián para hacer hoteles y apartamentos turísticos
La asociación Áncora para la defensa del patrimonio urbano ha propuesto que se elabore un inventario de portales e interiores de edificios del centro de ... San Sebastián para frenar la proliferación de vaciados que se ha producido como consecuencia de la construcción de hoteles y apartamentos turísticos. La asociación ha denunciado que el «fachadismo» que a su juicio practica la administración municipal deja en un segundo plano la conservación de otros valores de los inmuebles como los portales, las escaleras o los ascensores. Alberto Fernández D'Arlas, responsable de Áncora, ha lanzado la voz de alarma ante la inminente desaparición, entre otros, de los interiores del portal número 9 de la calle Fuenterrabía, que está siendo vaciado para la construcción de 16 apartamentos turísticos.
Áncora recuerda que la normativa urbanística propicia el aprovechamiento máximo de los interiores sin tener en cuenta sus valores culturales. «El Plan Especial de Protección del Patrimonio Urbanístico Construido (Peppuc) -apunta Fernández D'Arlas- se limita a regular la mera conservación de la imagen externa de los edificios catalogados, aunque sin reconocerles interés artístico o valores arquitectónicos individuales. La demolición interior se ha convertido en la pauta habitual, dado que el Plan General permite la edificación de hasta cuatro plantas subterráneas tratándose de inmuebles catalogados. Los nuevos aprovechamientos urbanísticos bajo rasante explican la reciente proliferación de derribos, una práctica muy extendida que ha llegado a afectar incluso a espacios urbanos emblemáticos y del máximo valor patrimonial».
«Hay una gran ignorancia sobre esta parte del patrimonio porque no hay un inventario de interiores de edificios»
El portavoz de Áncora constata que el fenómeno ha afectado en los últimos tiempos a edificios como el número 10 de la calle Elkano, el 11 de la Plaza de Gipuzkoa, el 5 de la Plaza del Buen Pastor, el 51 de Urbieta, el 22 y el 45 de San Martín, el 3 y el 26 de Zubieta, la Villa Almudena del Paseo de La Concha o el palacio de Vastameroli del Paseo de Francia. «Además, están en curso los vaciados del número 9 de la calle Fuenterrabía, el 10 de la Avenida de Satrústegui, el 4 de Infante don Juan, el 51 de Arrasate o el 32 de Aldamar», agrega. El representante de Áncora recuerda que esa práctica contraviene el espíritu de la nueva Ley de Patrimonio Cultural del Gobierno Vasco, que establece «la necesidad de incluir la conservación de estructuras, distribuciones y acabados interiores con el mismo nivel de protección que las fachadas, prohibiéndose su demolición, total o parcial».
Fernández D'Arlas es consciente de que el valor de los interiores pasa muchas veces desapercibido. «Es un patrimonio cultural menos visible pero nos por ello menos importante que las fachadas; a menudo los portales son parte consustancial del proyecto arquitectónico y su estilo es coherente con el alzado exterior. Son espacios aptos para el desarrollo de las artes decorativas y en ellos se manifiesta una búsqueda de representatividad típica de la cultura burguesa, constituyendo testimonios dignos de preservarse. Los más notables reúnen un interés estético destacado y pueden incluir arrimaderos de mármol o cerámica, trabajos de metalistería, cristales grabados, pinturas murales, mosaicos, vidrieras, molduras de escayola y elementos de carpintería artística, además de ascensores con cabinas de madera».
Trabajo de campo
El representante de Áncora cree que esa invisibilidad es producto de la ausencia de un inventario sobre interiores. «Hay una gran ignorancia sobre esa parte del patrimonio», apunta. El Peppuc, el plan de protección vigente, solo incluye nueve portales, la mayoría de la calle Prim, una cifra que a juicio de Fernández D'Arlas no refleja la riqueza que exhiben muchos otros inmuebles de la ciudad. «El plan está ahora en revisión y se baraja una ampliación a una veintena de portales sin haber realizado un trabajo de campo que proporcione una visión de conjunto que es imprescindible para preservar ese patrimonio». Solo un inventario completo permitiría, en opinión del representante de Áncora, la adopción de medidas eficaces.
Fernández D'Arlas sostiene además que son los motivos económicos y no los criterios de accesibilidad los que prevalecen en este tipo de actuaciones.
Un edificio propuesto para ser declarado monumento
Entre los portales que han desaparecido destaca el del número 5 de la Plaza del Buen Pastor. Alberto Fernández D' Arlas, responsable de Áncora, recuerda que el edificio, que ha sido vaciado para construir ocho viviendas, fue propuesto para ser declarado monumento de Euskadi. Otro de los interiores que ha desaparecido es el del palacio Vastameroli, en el número 4 del Paseo de Francia, un inmueble que va a ser transformado en un hotel de 44 habitaciones. «En julio de 2019 se perdieron los salones de su planta noble, la escalera principal y el magnífico paso de carruajes abovedado, obra del arquitecto Eduardo Lagarde», apunta Fernández D'Arlas, que alerta que aún hay tiempo de preservar algunos de los elementos más valiosos del portal número 9 de la calle Fuenterrabía.
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