«Las mejores imágenes submarinas no valen nada si detrás no hay un buen guion»

Jorge J. Candán es lo más parecido que hay a un 'Cousteau' español. Fotógrafo, director y productor de documentales de naturaleza, este vigués de 52 años ha trabajado para televisiones y publicaciones de medio mundo y ha recibido más de medio centenar de premios en festivales y concursos internacionales. Candán, que sumará hoy a su palmarés el premio especial Francisco Pizarro que concede el Ciclo de Cine Submarino de San Sebastián, el Cimasub, lamenta la escasa tradición que hay en España en lo que se refiere al documental de la naturaleza y reivindica la función formativa del género.

Candán decidió dedicarse a la producción de documentales submarinos hace ya un cuarto de siglo. «Trabajaba en el equipo de biología del acuario de A Coruña y había hecho mis pinitos en televisión, así que como dominaba tanto la parte biológica como la audiovisual me tiré a la piscina y monté la productora», cuenta por teléfono desde Galicia. Aunque ahora el mercado ofrece cámaras para trabajar en cualquier medio, en sus comienzos no era fácil encontrar máquinas capaces de desenvolverse bajo el agua. «Cuando empecé las fotos submarinas eran una rareza por la sencilla razón de que no había cámaras adaptadas al agua. Mi primera cámara la encargué en Estados Unidos y me costó una pequeña fortuna».

Su trabajo le ha dado oportunidad de sumergirse en buenas parte de los mares del planeta. Aunque reconoce que desde el punto de vista fotográfico los océanos cálidos son más agradecidos por la luminosidad de sus aguas, se siente más a gusto en el Atlántico. «Las aguas están más frías y son también más turbias, pero tanto en Galicia como en el Cantábrico hay mucha biodiversidad y eso facilita mi trabajo, que está muy centrado en el comportamiento de los animales».

Tantos años de grabar bajo el agua le han enseñado que su oficio es algo más que obtener imágenes hermosas. «Las mejores fotografías de la fauna submarina no valen nada si no hay un buen guion. Los documentales de la naturaleza son como un cuento de historia natural, debe haber una estructura narrativa sólida para que además de información biológica sean capaces de transmitir emoción y de entretener al espectador».

Además de producir documentales, Candán lleva a cabo otras tareas relacionadas con la grabación de espacios naturales. «No hay mucha gente que se dedique a esto, así que realizamos trabajos de todo tipo, tanto para series de ficción como para documentales que nos encargan otras productoras». Suyas son muchas de las imágenes de la naturaleza gallega que aparecen en la serie 'Vivir sin permiso', centrada en una trama de narcotráfico y protagonizada por José Coronado. «También hemos trabajado para una producción de Isabel Coixet y en la serie 'Tres caminos' que ha producido Amazon», precisa.

Pero donde más a gusto se desenvuelve es en el documental: «Hemos hecho del orden de una decena, algunos de ellos fuera de España. El que más satisfacciones nos ha dado, sin embargo, lo hicimos en Galicia. Se titulaba 'El legado de las rías gallegas' y nos llevó año y medio de trabajo. Fue un proyecto curioso porque partió de un encargo de una conservera gallega, Frinsa, que lo financió sin fines propagandísticos. Es un documental muy completo porque refleja por un lado la riqueza natural de nuestras aguas y por el otro muestra el riesgo de que la sobrepesca rompa ese equilibrio natural».

Candán lamenta la falta de tradición documentalista de España. «Mira que somos un país rodeado de agua y que tenemos una conexión muy grande con el mar, pero no hay manera, quitando cadenas como La 2 y Movistar las televisiones no hacen un hueco al género». Repasa con envidia los ejemplos de otros países y alaba la función didáctica del género. «Francia se mantiene en la senda que abrió Cousteau, en Reino Unido siguen el ejemplo de David Attenborough y en Estados Unidos está National Geographic. En España tuvimos a Félix Rodríguez de la Fuente, que abrió una puerta muy importante que se cerró con su muerte sin que se haya vuelto a abrir. Es una lástima porque la riqueza biológica de nuestro país es tremenda y también porque los documentales enseñan a valorar la naturaleza y a crear una conciencia de salvaguarda ante las amenazas medioambientales».