Josemi Beltrán: «Nosferatu volverá el 17 de junio para recuperar todo lo que quedaba del ciclo Fassbinder»

- El Festival de Cine y Derechos Humanos fue una de las primeras cosas que se cancelaron durante el estado de alarma.

- Estábamos terminando la organización del festival de manera que no adquiriéramos compromisos muy cerrados hasta el último momento, para tener un margen en caso de que hubiera que cancelar el festival. Hemos mantenido viva la llama en redes sociales, con guiños hacia las películas que habíamos programado y que finalmente han salido por plataformas, como 'Overseas', que está ahora en el Docs Barcelona en Filmin, donde tuvimos un canal del festival con películas como 'Hilos de sororidad'.

- ¿Hay posibilidad aún de recuperar algo de su programación?

- Nuestra intención es retomar la proyección de algunas de las películas locales o vascas que, aunque sea fuera del contexto del festival, creemos que debemos dar a conocer, y ofrecer un espacio a su equipo y a su público. Estamos trabajando para hacerlo en cuanto sea posible, como una serie de proyecciones con el paraguas de Derechos Humanos, pero sin formato de festival.

- ¿Y desarrollar algo 'online'?

- No tuvimos margen. Sí hicimos un maratón de cortometrajes con la asociación Hemen/Here en el canal de YouTube de Donostia Kultura, que funcionó muy bien y tuvo casi mil visionados, era una actividad que estaba prevista para el festival, y también se hizo una tertulia con las cineastas. Pero no hubo ocasión de más.

- ¿Cuando se van a recuperar las proyecciones de Nosferatu?

- Ya puedo anunciar que el 17 de junio se reiniciará la programación Nosferatu, y que con esa sesión se reabrirá la pantalla compartida que tenemos en el cine de Tabakalera. La idea es recuperar todas las películas de los distintos programadores que se quedaron pendientes.

- ¿Nosferatu continuará entonces con el ciclo de Fassbinder, el más extenso de su historia?

- Sí, la verdad es que todavía nos quedaba bastante filmografía por proyectar. Habrá que rehacer todo el calendario de proyecciones y ocupar también el último trimestre del año. Estamos trabajando también en el siguiente ciclo Nosferatu, que tendría que haber empezado en otoño, pero seguramente no podrá ser. Pero ahora mismo todos los programadores estamos yendo mes a mes, tiene que ser así.

- El siguiente reto para su equipo, como festival, es la Semana de Terror, a finales de octubre. ¿Con qué perspectivas están trabajando?

- Estamos trabajando con la idea de hacer un festival sobre todo presencial, con las limitaciones de aforo y sanitarias que tengamos en ese momento, pero también con la idea de crear algunos formatos 'online' que mantengan o expandan un poco el espíritu del festival. Esto, más que una sustitución, sería una oportunidad de movernos mejor en el mundo 'online'. Un festival de terror que se celebra después del de Sitges como el nuestro, en el que la idea de la 'premiere' no existe y trabajamos sobre todo para el público local, en el mundo 'online' tendría una competencia muchísimo mayor. No sé yo si va a haber tantas plataformas para acoger a tantos festivales si todos pretenden celebrarse 'online'.

- Además la identidad de los festivales se diluye...

- Sí, es difícil distinguirse ahí, y no es lo mismo salir 'online' en un tiempo de confinamiento, como ha podido hacer el festival D'A de Barcelona, que en una situación más normal. Creo que va a llegar un momento en que o eres muy fuerte como festival y logras 'premieres' atractivas o va a ser difícil distinguirse. Para un festival como el nuestro es complicado transmitir el modo que tenemos de compartir las películas, no nos podemos dedicar a poner 'online' las películas de la Sección Oficial, pero nos estamos comiendo la cabeza para crear algún formato nuevo pero que siga siendo propio de la Semana de Terror. También estamos viendo otras formas de intervenir en la ciudad, con formatos y lugares que no hayamos explorado aún.

- ¿La selección de películas también va a ser complicada, con este parón en la industria cinematográfica?

- La celebración del mercado de Cannes en formato 'online' que se va a hacer en junio será determinante para ir viendo como se reactiva todo, nosotros también vamos a estar ahí buscando películas, aunque quizás haya menos producción. Lo difícil va a ser que las películas tomen las decisiones en los tiempos que estábamos acostumbrados, no sabemos si las productoras van a tener mucha prisa por sacarlas, o van a ser muy cautas. Creo que los festivales también vamos a ser una buena ventana para películas que no van a tener otra salida en salas comerciales o que no se van a vender a distribuidoras nacionales por la situación económica. Creo que la distribución por territorios va a sufrir mucho, las distribuidoras no van a comprar tantas películas como antes, el negocio va a estar más limitado, y volveremos a tener muchas películas en la Sección Oficial que luego no se van a estrenar en los cines.

- ¿El proceso de selección se está retrasando?

- Hasta que llega Cannes no solemos empezar la selección, este año todo va más lento pero ahora con el mercado 'online' supongo que se empezará a activar todo. Pronto lanzaremos las bases del festival y abriremos el plazo de cortos y largos. Creo que septiembre va a ser para nosotros el mes clave a la hora de hacer la selección. Teníamos un calendario de fechas de películas interesantes pero ahora no sabemos ni cuándo saldrán ni si irán a cines o a plataformas, y si las podremos programar. El mercado de Cannes va a ser vital para todos, aunque va a ser un mercado raro.

- Asusta pensar en un teatro Principal con medio aforo en la Semana de Terror. Si normalmente se hace cola de dos días para conseguir los abonos, ¿que va a pasar si solo están disponibles la mitad de las butacas?

- Vamos a tener que pensar en fórmulas como dar más pases de las películas de la Sección Oficial, jugar más con los dos teatros, el Principal y el Victoria Eugenia... Eso quizás nos obligue a poner menos películas y asumir que no todo va a ser replicable, respecto a lo que se vive en el Principal. No vamos a repetir dos veces la gala de inauguración. Va a ser un año raro también en cuanto a ambiente. Lo bueno es que el público siempre está a favor de la Semana, es muy militante, y se sabrá adaptar. Iremos viendo también cómo lo hacen en los festivales que nos preceden y para finales de octubre la gente ya va a estar muy acostumbrada a las limitaciones de aforo, la circulación de personas y las normativas. Tenemos como conejillo de indias al Zinemaldia, con ese enorme desafío que tienen por delante y que va a ser un testeo muy importante a nivel de ciudad y de cine.

- Gritar en el Principal con mascarilla y evitar abrazos y todo compañerismo va a ser muy raro para la Semana de Terror.

- Sí, los gritos van a ser más ahogados... Bueno, igual buscamos una alternativa a la mascarilla que sea igualmente higiénica y segura pero más terrorífica, máscaras de terror o algo así. No sé, se trata de que la gente esté cómoda y segura y que siga siendo una experiencia bonita, ya veremos cómo lo logramos. Pero la gente está deseando recuperar la vida normal, y también en la cultura, aunque sea con un plus de incomodidad.