Intérprete de sí misma

Las referencias son tan evidentes que a veces resulta difícil apartarlas de la mente. Pensar en 'La pianista' sería una simplona asociación de títulos, eso sí. Ver a Jan Ole Gerster como discípulo de Michael Haneke tampoco cuadra exactamente aunque tenga cierto sentido: quien debutó con 'Oh Boy' no es tan hierático ni tan hiriente como el veterano firmante de 'Funny Games' y 'Amor'. 'La profesora de piano' mantiene una formalidad que aviva bien el interés y el misterio por esa personalidad contenida y controladora, pero sin radicalidad.

Lo más inevitable quizás sea pensar que el papel parece hecho para Isabelle Huppert. Corinna Harfouch tiene su propia personalidad y lo hace igual de bien, pero el perfil y la actitud de ambas actrices es equiparable. La alemana gana en calidez y no se arriesga tanto como la francesa.

A través de los personajes más o menos cercanos que rodean a Lara, la jornada deviene en catarsis para ahondar en las decisiones, equivocadas o no, de una vida, en los peligros de la autoexigencia, en un drama que lleva las emociones por dentro, pero logra traspasarlas, para empatizar y comprender.