Los cines dejan de vender palomitas y adelantan media hora sus sesiones
El decreto del Gobierno Vasco incluye la prohibición de venta y consumo de golosinas, una fuente de ingresos para las salas
Los espectadores de los cines vascos deberán decir desde hoy adiós a la muy arraigada costumbre de consumir palomitas y refrescos durante las ... proyecciones. El decreto del Gobierno Vasco que endurece las restricciones para contener el avance de la pandemia prohíbe expresamente la venta y el consumo de golosinas y refrescos en las salas de cine. Se corta así una importante fuente de ingresos para las empresas dedicadas a la exhibición de películas, cuyas finanzas están muy tocadas debido a la reducción de los aforos y a la ausencia de películas con gancho para el público por el aplazamiento de los estrenos por parte de las grandes productoras.
El nuevo decreto de Vitoria va a tener un impacto limitado en los espectáculos de Gipuzkoa, cuyos programadores ya habían hecho un reajuste para que todas las actividades terminasen en torno a las 21.00 horas cuando se anunció el último toque de queda. En aplicación de ese reajuste, los cines guipuzcoanos decidieron reducir de tres a dos las sesiones para que la hora de cierre se ajustase al 'toque de queda cultural'. «El decreto que establece que los espectáculos culturales deben acabar a las 21.00 horas va a tener escasa incidencia en el territorio porque hace una semana ya nos habíamos anticipado a ese límite», apunta Iñaki Elorza, director de la unidad de cine de la empresa Sade. «La única modificación será adelantar media hora las sesiones, de forma que todas las películas acaben hacia las 8:45».
«Es otra vuelta de tuerca que se suma a la reducción de aforos y al aplazamiento de los grandes estrenos»
Lo que sí va a tener repercusión es la prohibición de vender y consumir en las salas de cine palomitas, refrescos y otras chucherías. «Tendremos que echar la persiana de los bares de los cines, que tal y como se están poniendo las cosas son una importante fuente de ingresos. Es otra vuelta de tuerca que se suma a la reducción de los aforos a la mitad y a la ausencia de películas con gancho por el aplazamiento de los estrenos».
Los espectadores de los cines vascos emularán a partir de hoy a los de las sesiones del Zinemaldia, donde no está permitida la ingesta de ninguna clase de alimentos. Se acabaron así las protestas y gruñidos de los más cinéfilos ante el bullicio de algunos de los espectadores que se aventuraban a las sesiones con una buena provisión de bolsas de palomitas, chucherías y bebidas.
La consigna entre los exhibidores ante esta nueva restricción sigue siendo resistir. «Sabemos que entre los más cinéfilos no va a tener consecuencias, pero habrá que ver si otra clase de público que concibe el cine como una forma más de socialización no se echa atrás», observa Elorza. Lo que el directivo de Sade no se atreve a aventurar es si el cierre de la hostelería podría llegar a ser un acicate para las salas de cine. «Habrá que ver, pero tiendo a pensar que va a ser lo contrario porque lo de acudir a un bar antes o después de ir a ver una película es una costumbre muy arraigada y es posible que esa gente opte por quedarse en casa».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión