Adiós a Claudia Cardinale, monumento de los mágicos años 60 del cine italiano
La intérprete de 'El gatopardo' y '8 1/2' fallece a los 87 años en su casa de París
Ha muerto Claudia Cardinale. Monumento del cine de los años 60, la actriz falleció en su casa de Nemours, junto a París, donde vivía. Tenía ... 87 años. Protagonista central de un momento mágico del cine italiano, Cardinale se convirtió en un mito y en una diva como sus contemporáneas Gina Lollobrigida y Sofía Loren, la única que sobrevive. «Nos deja la herencia de una mujer libre e inspirada, tanto en su vertiente humana como en la artística», declaró su agente, Laurent Savry.
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Como era preceptivo en la época, su belleza le precedió y le abrió las puertas de la industria del celuloide, pero construyó una larga y sólida carrera artística como intérprete. Su fama se extendió al mundo entero al trabajar a las órdenes de directores como Visconti ('Rocco y sus hermanos', 'El Gatopardo', 'Sandra' y 'Confidencias') o Fellini ('8 1/2'). También actuó a las órdenes de Sergio Leone o Richard Brooks, entre otros.
Por supuesto, estuvo en Donostia en el Festival de Cine. Llegó en 2012, con 74 años, para presentar 'El artista y la modelo'. Lució toda su belleza, su clase y su glamur, para confirmar que los mitos siempre están vigentes.
Claudia Cardinale paseó su todo su esplendor en títulos como 'Rufufú', de Mario Monicelli, o 'El maldito embrollo', de Pietro Germi, antes de que Visconti la eligiera para dar la réplica a un joven Alain Delon en 'Rocco y sus hermanos' y a Burt Lancaster y otra vez al actor francés en 'El gatopardo', que le catapultó a la fama mundial y a un escalón superior en su prestigio artístico.
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Ese mismo año, 1963, rodó en Estados Unidos 'La pantera rosa', dirigida por Blake Edwards y con David Niven en el reparto. Tener en cartel esas tres grandes obras el mismo año da fe de la dimensión que tenía la figura de Claudia Cardinale en aquella época gloriosa 'El fabuloso mundo del circo', de Henry Hathaway, y 'Los profesionales', de Richard Brooks, fueron algunas de las películas de su paso por Hollywood.
Inolvidable el contrapunto que daba a un Marcelo Mastroianni en estado de gracia en 'Ocho y medio', de Federico Fellini. «Visconti y Fellini, en los años 60, supusieron mi apertura al mundo, hicieron que me conociera el mundo entero. 'El gatopardo' es un filme mítico para mí, con Visconti, Alain Delon, Burt Lancaster… Y 8 1/2, de Fellini, igual».
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En 1993 recibió en Venecia el León de Oro a toda una carrera y en 2002, el Oso de Oro honorífico de la Berlinale. «No echo de menos el Oscar, sólo sería una estatuilla más, mi casa está llena de premios», dijo en una ocasión.
«Pensaba que era fea»
«No quería hacer cine porque pensaba que era fea», aseguraba sobre sus inicios no sin coquetería una actriz total y absolutamente consciente de su belleza y su poder hipnótico sobre el público. Nacida Claudia Giuseppina Rose Cardinale, vino al mundo el 15 de abril de 1938 en el barrio La Goulette, en el puerto de Túnez. Sus padres eran emigrantes procedentes de Trapani y en su casa se hablaba francés, árabe y siciliano. No aprendió el idioma italiano hasta que empezó a trabajar en películas. «No hablé ni una palabra de italiano hasta los 18 años. ¡Tuvieron que doblar mi voz en mi primera película italiana!». Fue al Saint Joseph de l'Apparition de Cartago, colegio al que asistió junto con su hermana menor Blanche. Luego pasaría a la Escuela Paul Cambon, donde se graduó con la intención de convertirse en maestra.
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«Yo era una niña terrible. Cuando era muy joven, vivía en Túnez y estaba siempre peleando con los chicos, gritaba, no dejaba hablar a nadie... creo que por eso tengo esta voz... Un día un director de cine francés, Jacques Baratier, se presentó en el colegio y me preguntó si quería hacer películas. No le hice ni caso. El director del colegio les dijo que no lo intentaran porque yo era imposible. Pero insistieron, hablaron con mi familia y finalmente hice mi primera película», explicó la actriz, refiriéndose a 'Goha', la película que rodó junto a Omar Sharif. Ese fue el principio del éxito.
Hizo 120 películas y se mostraba orgullosa de sus decisiones. «Nunca he querido operarme para parecer más joven. Mi secreto es otro. Me lo enseñó mi madre: 'Claudia, la forma de que no sepan que envejeces es estar siempre sonriendo». Eso sí, lamentó su vicio de fumar: «La culpa es de Visconti. Cuando rodamos 'Sandra', él quería que yo fumara, nunca lo había hecho antes. Desde entonces no he parado». Ha fallecido Claudia Cardinale, un mito verdadero.
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