Carlos Sobera
Protagoniza hasta el domingo la comedia 'Inmaduros', sobre relaciones entre mujeres y hombres
Carlos Sobera estará en el teatro Victoria Eugenia acompañado en escena por Ángel Pardo, Elisa Matilla, Lara Dibildos, Silvia Vacas y Arianna Aragón y bajo ... la dirección de Juan Ljuis Iborra. Y Traen a San Sebastián esta obra escrita por Juan Vera y Daniel Cúparo que propone una cómica reflexión sobre las nuevas y variadas formas que tiene el ser humano de relacionarse. Alfi (Sobera) y Fideo son amigos de toda la vida. Alfi rehuye de cualquier compromiso afectivo. Fideo es un psiquiatra muy conservador que acaba de divorciarse tras 25 años de matrimonio. Una noche Fideo va a ver a Alfi en busca de consuelo y consejos, pero pronto todo se va a enredar.
– ¿Hay alguna edad en que los hombres dejamos de ser inmaduros?
– El día que nos entierran ya se pierde para siempre en el pórtico de la gloria, pero hasta ese día solo unos pocos consiguen evadirse de la inmadurez.
– La función trata de las maneras de relacionarse entre hombres y mujeres. ¿Alguien se aclara con este tema actualmente?
– Hay mucha confusión porque vivimos justamente en la era moderna de los diversos géneros, que se confunden con las diferentes orientaciones sexuales y todo esto complica bastante el panorama, Sobre todo a personas como los protagonistas de esta comedia, que están por encima de los cincuenta y hechos a otra manera de entender las relaciones con el sexo opuesto y en general las relaciones. Y por eso esta función es tan divertida.
– ¿De qué se ríen más?
– Todos los personajes son muy cómicos, pero los dos personajes masculinos son con los que la comedia se ceba porque están llenos de tics y de viejas maneras de entender las relaciones y el papel de la mujer en la sociedad. El público disfruta mucho viendo cómo las mujeres les dan un repaso y los ponen en su sitio.
«El público disfruta mucho viendo cómo los personajes femeninos dan un repaso a dos hombres llenos de viejos tics»
– Tratándose de relaciones hombres y mujeres, ¿les ha preocupado que no se enfade nadie?
– No, pero es verdad que en algunos lugares hemos notado un cierto prejuicio. Algunos lo han malinterpretado, pensado que es una función machista cuando en realidad es justo lo contrario, Muchas de las cosas que pasan ocurren en la vida normal y esa es una de las cosas bonitas de la obra. Hemos integrado la realidad y la exponemos sin traumatismos y a calzón quitado.
– Es famoso por la televisión sobre todo, pero sigue apostando por el teatro.
– El teatro para un artista es el principio del todo. Es probablemente el único lugar artístico en el que el actor es dueño de su trabajo de principio a fin. Tiene un periodo de ensayos, pero una vez que se alza el telón todo depende de ti. Es como un jugador de tenis, puede tener un gran preparador, pero cuando llega Roland Garros es él y su raqueta contra el mundo, contra el rival y contra él mismo. En el cine no es así y en la televisión menos porque va muy rápido, es prácticamente una fábrica de churros, incluso en materia de ficción. Por eso amo tanto el teatro. Y, además, el teatro es con lo que empezamos todos.
«En 'First dates' soy un espectador más. A veces me quedo perplejo, otras me admiro y sorprendo o siento vergüenza ajena»
– ¿Qué le pasó por la cabeza después de la primera función de 'Miles Gloriosus', de Plauto, en el Teatro Romano de Mérida?
– ¡Misión cumplida! Esa fue mi expresión cuando acabamos la primera función. Ya sabíamos que teníamos vendidas las cinco funciones. Pero llegaba la prueba de fuego. Era una apuesta importante y había 3.200 personas esperando que no querían sentirse defraudadas. Por eso lo de misión cumplida, ¡pero fíjate lo que te digo!, misión cumplida para toda la puñetera vida. Pensaba en que llevo 60 años currando y en todo lo que hicimos, desde el teatro universitario, luego en ETB, en TVE, en Telecinco...Todo tuvo ese día su punto álgido porque hemos respirado el público y nosotros de una forma tan brutal que todo adquirió de repente un sentido maravilloso.
– El inicio de aquella función fue la bomba.
–El director me dijo que había que hacer algo majestuoso. ¡Carlos, sal del teatro, sube hasta arriba del todo y baja toda la platea del Teatro Romano hasta el escenario. Y yo bajé driblando piernas, a señoras que me llamaban guapo y me querían dar un beso. Iba con el casco de romano puesto, con la espada, intentando no darle a nadie en un ojo y cantando un chotis romano que decía: 'me llaman guapo, me dicen lindo, que soy bonito hasta rabiar'. Fue una sensación indescriptible.
– ¿Le enseña más sobre el amor: 'First dates' o 'Inmaduros'?
– Los autores de esta comedia hay que reconocer que tienen plumas afiladas y lo han hecho muy bien, pero en 'First dates' veo tal abanico de realidades tan diferentes que me ha hecho abrir los ojos y ser mucho más comprensivo y tolerante.
«Estoy a favor de que mi equipo, el Athletic, pueda contar con algunos jugadores de fuera, Quizás sea un tontolaba»
– ¿Siente una mezcla de ternura y vergüenza a veces?
– Claro, soy un espectador más. Hay veces que me quedo perplejo, otras me maravillo, me sorprendo y me admiro. Algunas veces me entra una vergüenza ajena que no puedo con ella y otras no tengo más remedio que reírme, como seguro que se está riendo el espectador en casa porque lo que te dicen es increíble.
– ¿Es cierto que cuando se retire quiere ser labrador en tierras de Burgos? No me lo imagino con la azada.
– Lo de la azada se me da regular, pero igual la cambio por unos cerditos, unas ovejitas y unas vaquitas y las acompaño a pasear por las mañanas . Luego vuelvo a casa, a la cuadra, a dormir con ellas. Me atrae mucho el paisaje, el campo, los animales. Soy más de campo que urbanita, aunque luego confieso que en la urbe estoy feliz como una perdiz.
– Le gusta mucho también el fútbol y es del Athletic. ¿Pondría unos dinerillos para que Nico Williams se quede?
– El problema de Nico Williams no es de dinero porque yo creo que eso también lo pone el Athletic. Él piensa, y no sé si ahí tiene o no razón, que en el Barça es posible alcanzar cuotas más altas de grandeza que en Bilbao porque jugará más Champions y podrá ganar más títulos. Pero bueno, si se quedara con nosotros y otros como él también, quizá llegaríamos a esa grandeza.
– Usted es de las pocas voces a favor de que lleguen jugadores no vascos al equipo bilbaíno.
– No lo veo mal. La Real lo hizo y ha demostrado que la no se ha equivocado, lleva años haciéndolo de maravilla y no ha echado a perder su cantera. De hecho, está exportando jugadores más que nunca y saca nuevos valores, algunos los ha convertido en internacionales. Luego se te van, claro, porque tampoco la Real puede ganarlo todo y ofrecérselo todo a los jugadores. Pero demuestra que esa política de dejar entrar gente de fuera no fastidia la cantera. Estoy a favor de que en el Athletic haya una proporción quizás de ocho jugadores vascos y dos de fuera que sirvan para apuntalar y estimular a tus jugadores. No sé, igual es que soy un poco tontolaba.
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