La barandilla de la danza clásica

«¡Qué elegancia!», «¡qué espectáculo tan bello!»... Los elogios hacia el gran espectáculo de ballet clásico que un año más, y ya van 26, convirtió la bahía de La Concha en un escenario al aire libre no cesaban. Desde la primera rampa de la playa hasta el túnel del Antiguo, 1.530 bailarinas y bailarines de 22 escuelas de danza de Gipuzkoa, acompañados por 31 profesores que marcaban los pasos, fueron representando una ensayada coreografía como si fueran un solo cuerpo de baile. Con la barandilla transformada en una gran barra de ballet, los alumnos, de todas las edades, iban ejecutando los movimientos básicos: plié, battement, relevé...

Frente a ellos, mayoría niñas y mujeres pero también, y cada vez más, chicos jóvenes y algún hombre de edad más adulta, un público entregado y admirado. Empezó a sonar la música a las 11.00 horas, con los bailarines más pequeños, esas futuras generaciones de las que emergerán nuevas Oihana Vesgas o Igor Calonge, los dos bailarines que este año recibirán el Premio de la Danza en una gala que se celebrará el próximo domingo en el Teatro Victoria Eugenia.

Y frente a ellos, cientos de familiares y paseantes que se quedaban ensimismados, en un silencio respetuoso, observando cada movimiento de brazos, de piernas y de puntas, que quedaron convenientemente grabados en miles de vídeos y fotos.

El marco, efectivamente, era incomparable. Un día espléndido, algo fresquito, con miles de paseantes que durante toda la mañana pudieron disfrutar de una disciplina menos conocida pero que, en ocasiones como esta, atrae toda la atención y admiración de quienes la descubren. Incluso, despertó la emoción de alguna peregrina que seguía su etapa hacia Orio y se topó con este regalo inesperado.

Después de los más pequeños, llegó el turno de los alumnos de 12 a 14 años, y para cerrar, jóvenes y adultos de todas las edades que interpretaron una coreografía de Olga del Barrio. Con ellos, una invitada especial, la exbailarina e influencer canaria Gloria Morales, creadora del denominado 'ballet fit', una disciplina que combina la técnica del ballet con el fitness para mejorar cuerpo y mente.

Este espectáculo «único», como lo definió el alcalde Eneko Goia, es la cita más vistosa de un Mes de la Danza que el sábado reunió también a más de 200 bailarines de diferentes disciplinas en Alderdi Eder, y que culminará el domingo que viene con la gran gala en la que la Asociación de Profesionales de Danza de Gipuzkoa entregará los premios de este 2024 a los bailarines donostiarras Oihana Vesgas e Igor Calonge. «Empezando en las escuelas cercanas se puede llegar a las mejores compañías del mundo», recordaban desde la entidad. Y en Gipuzkoa hay una cantera de miles de bailarines.