El Ayuntamiento de San Sebastián decide otorgar la Medalla de Oro a Eusko Ikaskuntza
La entidad, que este año cumple cien años, tiene su sede en San Sebastián desde su fundación; primero en el palacio foral, luego en Miramar
. El Ayuntamiento de San Sebastián concederá a Eusko Ikaskuntza la Medalla de Oro de la ciudad, su máxima distinción. La institución cultural, que tiene su sede principal en el Palacio Miramar, se halla ahora inmersa en los actos del centenario de su nacimiento. La decisión del equipo de gobierno del consistorio deberá ser refrendada por el pleno municipal. Se espera que el acto de entrega de la Medalla de Oro se celebre en el otoño.
Publicidad
La directora de Eusko Ikaskun-tza (EI), Arantza Cuesta, ha manifestado que su institución «valora con agradecimiento y orgullo que Donostia, ciudad a la que la historia de nuestra institución está indisociablemente unida, le conceda tan especial condecoración. Donostia la vio nacer, ha sido el principal punto de encuentro para sus socios y socias, y el marco elegido para buena parte de sus actividades de estudio, reflexión, formación y divulgación».
Según Cuesta, el galardón les produce «un sentimiento de gran alegría y orgullo, y lo vivimos sobre todo con gratitud, con reconocimiento y recuerdo hacia aquellos que nos precedieron y nos dieron la oportunidad de ser un eslabón de esta cadena centenaria».
El máximo galardón
-
Ultimas Medallas de Oro. La anterior Medalla de Oro fue entregada el año 2013, a la Orquesta Sinfónica de Euskadi. A lo largo del siglo XXI han recibido la máxima distinción del Ayuntamiento Pedro Miguel Etxenike (2000), Víctimas del Terrorismo (2003), Sociedad de ciencias Aranzadi (2005), Club Atlético San Sebastián (2008), Mikel Laboa (2009, póstumo) y Onkologikoa (2011).
-
Reglamento Se otorga a propuesta de la Alcaldía, la Comisión Permante o un tercio de los miembros de la Corporación. Requiere del acuerdo del Pleno, adoptado con el voto favorable de las dos terceras partes.
-
Número limitado Se otorgarán un máximo de 50 medallas.
El Ayuntamiento ha tomado en consideración el hecho de que Eusko Ikaskuntza-Sociedad de Estudios Vascos se constituyera el 22 de diciembre de 1918 en esta ciudad, concretamente en el palacio de la Diputación de la Plaza Gipuzkoa. La entidad nació a iniciativa de las Diputaciones Forales de Álava, Bizkaia, Gipuzkoa y Navarra como instrumento estable y permanente para el desarrollo de la cultura vasca.
Una de las primeras decisiones que tomó la Junta Permanente de la entidad el día de Navidad de hace cien años fue fijar San Sebastián como su sede central. La propuesta, curiosamente, partió de los delegados navarros. Argumentaron que se trataba de la más céntrica y mejor comunicada de las cinco capitales; y culturalmente, la ciudad más arraigadamente vasca.
Publicidad
Es de suponer que poca gente dudaba de que la sede central de Eusko Ikaskuntza estuviera en San Sebastián, dado que en aquella época la capital guipuzcoana era durante cerca de cuatro meses -todo el veraneo- la capital administrativa del Estado, y además era la única capital vasca en la que la cultura autóctona subsistía de forma natural y en la que el euskera se conservaba de forma importante.
«Donostia ha sido nuestro principal punto de encuentro», dice Arantza Cuesta
El Ayuntamiento de San Sebastián se inscribió como socio de EI en los comienzos de la entidad
Eusko Ikaskuntza va a celebrar este año el congreso número 18 de su historia centenaria
Fijó su primer domicilio en dependencias del palacio foral de la Plaza Gipuzkoa. Allí se habilitó a partir de 1927 una Biblioteca Vasca, única y excepcional en su género por aquel entonces. Cuantas personalidades internacionales relacionadas con la cultura y la ciencia visitaban el país no dejaban de visitar la sede donostiarra de Eusko Ikaskuntza. Por allí pasaron, por ejemplo, el antropólogo polaco Eugeniusz Frankowski, el arqueólogo catalán Pedro Bosch Gimpera, el folklorista inglés Hildeburgh, el catedrático de la Universidad Gregoriana de Roma Nemesio Güenechea o el gran historiador italiano Ettore País.
Publicidad
Además, el Ayuntamiento de San Sebastián fue una de las primeras entidades en inscribirse como socio fundador en 1918. Y a partir de entonces le brindó un importante sostén material y moral para el desarrollo de sus actividades en la ciudad.
Socios activos
Socios muy activos de la Sociedad de Estudios Vascos fueron Miguel de Muñoa, fundador en Donostia en 1914 del primer centro de enseñanza íntegramente en vascuence desde párvulos a primaria (la ikastola de Resurrección Mª de Azkue, nacida en Bilbao en 1896, era bilingüe). Y socia desde joven era Elbira Zipitria, quien en la década de 1940 crearía en su propio domicilio de la Parte Vieja donostiarra el primer germen de ikastola de la posguerra.
Publicidad
Eusko Ikaskuntza está inmersa en la vorágine de los actos del centenario de su nacimiento. Se propone celebrar sus cien años de existencia con un congreso, que será el número 18 de su historia, y que se viene preparando desde hace dos años y no consistirá en una mera reunión de expertos, sino que va a contar con la implicación de la ciudadanía. Tendrá como lema «Elkar-Ekin / El futuro que nos (re) une» y en palabras de su presidente, Iñaki Dorronsoro, intentará responder a esta pregunta: «¿Cuál es el lugar en el mundo de los territorios de Vasconia?».
Hace dos semanas, en Oñati se homenajeó a los presidentes de las anteriores etapas de la institución. Estuvieron presentes Gregorio Monreal, Javier Retegui y José María Muñoa, y también Josemari Velez de Mendizabal, que sin ser presidente ejerció labores de coordinación durante décadas.
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión