El asalto al 'Capitolio' de Tolosa

Dice la gente de Tolosa que Jueves Gordo es uno de los días más bonitos del año y uno de los momenticos 'secretos' del Carnaval. Sí, 'secreto' porque es la jornada que disfrutan sobre todo los indígenas, o los tolosarras que vuelven este día para disfrutar del inicio de su Inauteriak en familia. También es una fiesta de «iniciación» en alcoholes y horarios libres para muchos chavales del pueblo, al estilo de Santo Tomas para los donostiarras o los domingos de regatas para guipuzcoanos de costa.

Fui a Jueves Gordo a disfrutar como miembro del club de fans de Antxon Elósegui, mi más joven amigo, que acaba de cumplir 91 años. Antxon era este año el 'kuttuna' carnavalero encargado de lanzar el txupinazo a mediodía desde el balcón del Ayuntamiento, y la gente que le queremos nos sumamos a la expedición. Él ha vivido siempre la intensidad del Carnaval y nos la ha contagiado.

Como siempre ocurre con Tolosa y con los Elósegui, la vida y la fiesta fluyeron. En el Ayuntamiento la gente de la sociedad Kabi Alai 'tomó' el poder como cada año y el pregón fue un asalto del Capitolio en versión carnavalera, con reivindicaciones en favor de la sanidad pública y un hospital para Tolosa. Antxon se puso el bombín y la pajarita, como un Churchill del Oria, y una nariz roja de payaso, como un Fofó del Uzturre, y agradeció a su padre que le transmitiera la pulsión carnavalera al tiempo que pedía a los más jóvenes que cuiden la tradición musical de la fiesta. Luego atendía a los periodistas como el Luis Enrique de la fiesta. Como dicen los de Kabi Alai, su pregón y txupinazo se hacen en clave local, pero cada vez más medios se acercan a retransmitirlo, como si fuese el cohete sanferminero. Elósegui estuvo tentado de gritar ante el micro del balcón «pamplonesas, pamploneses, gora San Fermin», lo que hubiese sido una herejía muy carnavalera, pero le pudo la prudencia. Disfrutó rodeado de familia

A partir de ahí la vida fluyó: la comida con las acogedoras gentes de Kabi Alai (con Olatz Peon, la alcaldesa que en mayo deja el Ayuntamiento), la música, los saludos, la cena con las no menos acogedoras gentes del Kabila, la salida con su txaranga, el honor de que me 'colgaran' el bombo... Ya luego la noche nos confundió.

Ayer tocaba Viernes Flaco, con el festival de Arpegi en el Leidor, y mañana empieza lo gordo. Me quedo con las reflexiones de mi amigo Antxon, siempre tan entrañable y casi siempre tan certero: «El Inauteriak está en el ADN de un tolosarra, y sería positivo que la actitud de concordia que se tiene durante el Carnaval se trasladara a todo el año». Eso vale para Tolosa y para el mundo, para todas las fiestas y para todas las concordias. Disfruten, que son cuatro días.

Se ha presentado el programa de Diálogos de Cocina, el encuentro que se celebra en Donostia los días 13 y 14 marzo y tiene más de «diálogos» que de «cocina», aunque lo lidere Andoni Luis Aduriz (o quizás precisamente por eso). Habrá chefs, sí, pero también escritores como Juan Villoro o Ander Izagirre, artistas como Jon Maya... y un original encuentro entre Roberto Olabe, el 'arquitecto' deportivo de la Real Sociedad, y el sociólogo Iñaki Martínez de Albeniz. Ese encuentro se llama 'pases desde el medio campo' y seguro que habla más que de la cocina del balón, porque Olabe, como Andoni Luis Aduriz, es también un curioso ante la vida.

En el Carnaval también puede hablarse de música clásica: Tolosa es como Viena pero con txarangas. Entre los amigos que quisieron acompañar a Antxon Elósegui estaba también José Antonio Sainz Alfaro, director del Orfeón Donostiarra y también muy vinculado a Tolosa. Me contó que en el coro están muy ilusionados con su estreno en la Sagrada Familia de Barcelona, con el concierto el 26 de marzo. «Grandes orquestas han actuado en ese escenario impresionante», dice Sani. A ver cómo sienta el entorno Gaudí al Orfeón.

mezquiaga@diariovasco.com