La arquitectura vasca y ecológica, en Venecia

Sólo hay que imaginarse espacios con huertos urbanos, hoteles de insectos, métodos de recogida de agua de lluvia para regar y para consumo después de haber sido depurada con el uso de plantas, pedales para crear energía con la que poder escuchar música a través de altavoces y balancines con dinamos para alimentar la iluminación. De hecho, más que ser herramientas imaginadas, forman ya parte de la realidad.

Es un modelo que las arquitectas vascas Elisa de los Reyes y Maé Durant, socias del Pez Estudio, denominan 'Ciudad Biótica', y que reformula los espacios públicos y los bienes comunes en términos de autosuficiencia tecnológica, energética y alimentaria. En 2011, dentro del proyecto 'Agronautas', idearon una serie de prototipos de infraestructuras ecológicas como las citadas, que en 2015 materializaron en un parque de Getafe.

Por este trabajo han sido seleccionadas como participantes, dentro del Pabellón Español, de la Bienal de Venecia de Arquitectura, que comenzará el 22 de mayo de 2021. El balancín con dinamo a escala natural será su pieza más visible. Pero también esperan integrar el proyecto en el que ahora están trabajando, en la Plaza Kirikiño del barrio bilbaíno de Irala.

Fue seleccionado entre más de 60 iniciativas para su desarrollo dentro del programa europeo Designscapes, que premia la innovación en espacios urbanos a través del diseño, y está cofinanciado por el Ayuntamiento de Bilbao. La concejalía de Obras, Planificación Urbana y Proyectos Estratégicos, dirigida por Asier Abaunza, eligió para realizarlo la plaza Kirikiño, un espacio abierto en la parte baja de Irala, aislado del tráfico y con posibilidades de intervención.

Pez Estudio está recogiendo las propuestas de los vecinos y a través de la web (www.agroplazakirikino.wordpress.com) y también las de los agentes y asociaciones del barrio a través de reuniones presenciales. Una de ellas se realizó a finales del julio, la segunda el 1 octubre y la próxima se desarrollará el jueves en el Instituto de Enseñanza Secundaria de Eskurtze.

«Nuestro diseño está centrado en los usos. Por eso damos mucho valor a la participación. Nos ayuda a perfilar las necesidades de los vecinos, pero también sus deseos. Les preguntamos de qué manera les gustaría vivir la plaza y con qué tipo de actividades disfrutarían más, tratando de que mejoren su relación con el entorno natural», explica Elisa de los Ríos.

Además de estar enfocado hacia la práctica, el diseño urbano de Pez Estudio también tiene un aspecto educativo. «Es una forma de plantear a los vecinos las posibilidades del espacio público para aprender e intercambiar conocimientos a través de la gestión de sus equipamientos».

Pez Estudio aborda su trabajo desde una perspectiva «ecológica, feminista, inclusiva, colaborativa, innovadora y de código abierto». En tiempos como los actuales, parece más necesaria que nunca.