Y el ángel salió del armario

Un cuadro de un ángel que se guardaba amontonado junto a otras pinturas en un dormitorio de un apartamento de Toulouse ha resultado ser una pieza de un retablo renacentista alemán de 1520 por el que un comprador abonó la semana pasada 2,8 millones de euros en una subasta. Los propietarios, una familia de la ciudad francesa, tenían en gran estima la obra por razones sentimentales, pero en ningún momento sospecharon que pudiese llegar a ser tan valiosa. «Consideraban que el ángel era una especie de protector de la familia y no se les pasaba por la cabeza que tuviese tanto valor», explica Paulina Maringe, socia de la casa de subastas Artpaugee y 'descubridora' de la obra.

Los dueños guardaban la tabla junto a otras pinturas encima de la cama de un apartamento y pidieron un presupuesto del inventario con el propósito de contratar una póliza de seguros. Cuando la compañía contactó con especialistas en arte para hacer una tasación la familia empezó a darse cuenta de que el ángel era algo más que una imagen protectora. «Al principio pensamos que podía tratarse de una copia porque estaba en perfecto estado a pesar de sus 500 años, pero luego llevamos la tabla a un taller de París que nos confirmó que se trataba de una de las tres piezas de un retablo de Bernhard Strigel, un pintor del Renacimiento alemán».

La confirmación de que la tabla tenía un valor material que desbordaba sus expectativas terminó de convencer a los propietarios de la conveniencia de sacarla a la venta. Al cuadro se le adjudicó un precio de entre 600.000 y 800.000 euros. En esa valoración no se tuvo en cuenta que la franquicia que el Louvre tiene en Abu Dhabi compró hace unos años una de las piezas del retablo original de Strigel, otro ángel turiferario (que sujeta un incensario), por 900.000 euros. Esa circunstancia explica probablemente el incremento del precio que experimentó la tabla en la subasta que se celebró la semana pasada en Toulouse.

El cuadro se adjudicó al final por 2,8 millones de euros, es decir, casi cuatro veces su precio de salida. La casa de subastas no ha revelado la identidad del comprador y se ha limitado a señalar que es una institución, aunque en el mundo del arte se cree que el segundo ángel del retablo renacentista no tardará en adornar las paredes del museo de la capital de los Emiratos Árabes. Todo un golpe de suerte para los dueños de este querubín que tantos años ha pasado en el armario.