Los gabarrones ya están en la bahía; toca el artículo del gabarrón. Arizmendi

El mejor verano de tu vida

La Agenda Portátil ·

¿Se viven tras la selectividad las mejores vacaciones? El gabarrón ya está aquí. Y la exposición de Miró, que trae a Chillida Leku el tecnicolor, también invita a la felicidad

Mitxel Ezquiaga

San Sebastián

Sábado, 11 de junio 2022, 07:32

Ya están los gabarrones en la bahía: toca el artículo del gabarrón y del verano. Escuché decir en la radio a Angels Barceló que el ... mejor verano de su vida fue tras hacer la Selectividad. «Era un verano de liberación, sin preocupaciones ni responsabilidades, preparada para abrir una nueva etapa». Esta semana muchos chavales vascos se han examinado de la Selectividad, o como se llame eso ahora, y en su inmensa mayoría aprobará, según auguran las estadísticas. Quizás también afrontan el mejor verano de su vida.

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No solo ellos: cada año todos vivimos junio con la ilusión de que será el mejor verano. «De este verano no pasamos, dicen los/las vírgenes y los viejos», solía contar Jesús Quintero. El verano es el tiempo de las primeras y últimas veces, de todos los sueños. Luego llegamos a septiembre con el rabo entre las piernas.

Han puesto los gabarrones: todo es posible aunque el verano tampoco es lo que era. Las ciudades se llenan de turistas, se colapsan los bares, las playas y las relaciones. Y ahora los nubarrones de inflaciones y crisis rompen el cielo azul.

No importa: el verano es la iniciación de la vida. Yo también recuerdo mi primer viaje europeo de mochila y tren con el Interrail, las primeras prácticas en una redacción, el primer periplo en Ford Fiesta con la princesa rubia, las primeras vacaciones como padre, las últimas de hijo. Uno podría escribir, como Esther Tusquets, «el mismo mar de todos los veranos», porque aunque uno se bañe en distintos mares siempre es el mismo.

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Celebramos el solsticio, o la hoguera de San Juan. Chillida Leku, que tiene ya instaurada la celebración del solsticio como cita obligatoria (este año sera el viernes que viene), acoge estos meses una exposición que es precisamente una apología del verano. El museo de los colores fijos, siempre entre el verde su naturaleza y los tonos oscuros de las esculturas, es ahora en tecnicolor con la exposición de obras de Joan Miró. Ir a Chillida Leku es siempre una fiesta (atención al concierto de esta tarde del pianista francés Alain Planès) y ahora sorprendente con el diálogo de las obras de los creadores.

Es curioso que Chillida y Miró, dos vitalistas, coincidieran tantas veranos. Se conocieron en París en 1940, cuando Miró era ya un artista conocido y el guipuzcoano «un desconocido». Desde entonces coincidieron en muchas ocasiones y fueron representados incluso por la misma galería, y su amistad se fraguó durante los agostos que ambos pasaban en la residencia Maeght en Saint-Paul de Vence, al sur de Francia. «Vivían en la misma casa y estaban todo el día juntos», recuerda Ignacio Chillida. Este verano se reencuentran en Zabalaga.

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El estío está en el gabarrón y en Chillida Leku. O como dirían los libros de autoayuda, dentro de cada uno. Soñamos otra vez con un verano azul, aunque al final sabemos que siempre se muere Chanquete. Ya hasta nos anuncian los conciertos de Semana Grande, que es como el gabarrón pero a lo grande.

EN VOZ BAJA

Esa 'Liga' de los Max

Sandra Farrús, con su Max y ante el mar, en Menorca.

Este año las deportistas guipuzcoanas han ganado en balonmano, fútbol y un montón de disciplinas. En la nueva Redacción de DV hemos aplaudido a muchas de ellas cuando vinieron con sus trofeos. Esta semana otras guipuzcoanas han ganado su 'campeonato de Liga', aunque sin tantas recepciones ni ruidos mediáticos. Las bailarinas Lucía Lacarra e Iratxe Ansa, dos mujeres que salieron de Gipuzkoa al mundo, han recibido su Max, y la actriz y directora Sandra Ferrús, la valenciana que eligió Donostia para vivir hace muchos años, otro como autora revelación por 'La panadera', su obra tan comprometida.

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Algún día habrá que hacer una tesis doctoral sobre por qué Gipuzkoa aporta tanto talento a la danza y la escenia en general. Aunque luego a las artistas no les hagan tantas recepciones oficiales.

El teatro, ese otro festival

Vuelve la temporada teatral en todo su esplendor, con aforos completos y cartelera larga. Hablamos siempre en Donostia de los tres grandes festivales (jazz, Quincena, cine) pero el teatro de verano es otro fenómeno multitudinario y feliz, esta vez marcado por el humor. Antaño había más salas, y teatro privado, y arturosfernández, pero celebremos lo de hogaño. Hay mucho y bueno.

mezquiaga@diariovasco.com

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