Zarautz
Para subir a Pagoeta solo es necesario tener ganasLos hay que van a pie, en bicicleta, a caballo o como en el caso de la zarauztarra Ana Mosquera acompañada por Montes Solidarios
El primer domingo de junio los y las zarauztarras tienen una cita con el monte Pagoeta. La tradición se repite cada año con cientos de ... montañeros que acuden hasta esta cima para tocar la cruz y pasar un día agradable entre amantes de la montaña.
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Pagoeta Mendizale Elkartea se ocupa de recibir como es debido a quienes se animan a subir hasta la campa junto a la borda para ofrecerles caldo, y si así lo desean, comida y bebida para recuperarse del esfuerzo realizado durante la ascensión.
Este domingo, con buen tiempo, de nuevo se repitió la tradición y cada cual se busco la manera más adecuada para subir a lo alto. La mayoría lo hacen a pie, algunos en bicicleta e incluso se vio a algunos acercarse a caballo. Todos disfrutan de una jornada especial en la montaña que se alza y protege Zarautz desde el lado sur de nuestra localidad.
Pero este domingo hubo una persona que disfrutó más que nadie de subir hasta la cruz de Pagoeta. Hablamos de Ana Mosquera, zarauztarra que fue diagnosticada de la enfermedad de ELA hace 19 años y que desde entonces no había tenido oportunidad de seguir la tradición de subir a Pagoeta en este día junto a su familia, algo que como otras muchas familias había hecho desde siempre antes de conocer que había contraído esta enfermedad.
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Ana había expresado su deseo de subir a Pagoeta en infinidad de ocasiones y este año se ha cumplido su sueño. Gracias a la colaboración de la Asociación Montes Solidarios, que es una entidad privada sin ánimo de lucro destinada a la promoción y organización de actividades de montaña dirigidas a personas con diversidad funcional, el domingo pudo salir desde Aia para tras cerca de una hora, subiendo a buen ritmo, llegar hasta la cima del monte, donde pudo apearse de la silla en la que la habían trasladado y poco a poco acercarse hasta la cruz y tocarla.
Fue un momento muy emotivo para Ana, su familia y sus amigos. Poco después la bajaron hasta la borda donde se reúnen montañeros y montañeras junto a la barra que prepara Pagoeta Mendizale Elkartea y allí fue recibida con un pasillo de gente que aplaudía su gesto.
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Un aurresku de honor y un bertso cantado a coro por los asistentes terminaron por minar la entereza de Ana que terminó muy emocionada pero llena de felicidad por haber cumplido uno de sus sueños.
Por supuesto hubo palabras de agradecimiento para la Asociación Montes Solidarios por parte de Ana y su familia. Montes Solidarios cuenta con personas formadas en el guiado en montaña de personas ciegas y con baja visión, así como en el manejo y pilotaje de la silla Joëlette, especial para desplazar a personas con movilidad reducida por cualquier terreno de montaña. Una de estas sillas fue la que se utilizó para desplazar a Ana hasta Pagoeta.
Fue una jornada especial, inolvidable para todos los que vieron la fortaleza de esta mujer, todo un ejemplo para todos y todas. Ha quedado bien claro que para subir a Pagoeta el primer domingo de junio solo hace falta tener ilusión y ganas. En el camino nos encontraremos.
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