Minutos de angustia abrazada a su madre a diez metros de altura en un tobogán en Zarautz

El suceso tuvo lugar en una zona de juegos de la calle Salberdin, una zona residencial con edificios de nueva construcción en la que destaca una torre de madera por la que los más pequeños pueden ascender para poder deslizarse después por un tobogán en forma de espiral. Allí estaba jugando una niña catalana de seis años acompañada de su madre. Eran cerca de las 16.00 horas y la tranqulidad de la tarde se tensó para ellas.

La pequeña, de alguna manera, consiguió encaramarse a lo más alto del tobogán desde el exterior del mismo. Asustada, llamó a su madre quien, según el testimonio de los testigos, al percatarse de la situación no dudó en subir a lo alto de la estructura para abrazar y sujetarla y evitar que se cayera.

Los Bomberos forales recibieron el aviso por parte de un vecino y se desplazaron rápidamente a la zona junto a una patrulla de la Ertzaintza. Al llegar al lugar de los hechos se encontraron con una madre e hija asustadas pero, por suerte, sin ningún daño y manteniendo la tranquilidad. Los servicios de emergencia auxiliaron a ambas y procedieron al rápido rescate de la niña. Para ello tuvieron que hacer uso de un vehículo con autoescala.

«Si llega a caerse habría ocurrido una desgracia», relata uno de los testigos del rescate. Los vecinos de la zona señalan que llevan varios meses quejándose al Ayuntamiento, ya que no es la primera vez que un menor sufre daños por la altura del tobogán. La estructura estuvo precintada dos horas. «Tienen que tomar medidas, no es seguro», apuntan, «además que desde lo alto del tobogán los vecinos no tenemos nada de intimidad, se ve todo lo que hay dentro de nuestras casas».