Patricia Castellano Moreno, Emprendedora e instructora de zumba

Azpeitia

«Cuando llegué a Azpeitia me pareció un lugar idílico y espectacular»

– Echando la vista atrás. Hace ocho años, ¿qué es lo que recuerda?

– Tuve que tomar una decisión y lo hice. Conocí al que hoy es mi marido y me trasladé a Azpeitia. Dejé mi trabajo de dependienta en una tienda de ropa y di el paso, por amor. Llegué a Azpeitia y me quedé maravillada. Me impresionó el color verde del entorno. Es un tópico pero me impactó. Los montes, la basílica, me pareció maravilloso.

– Sin embargo, llegando de fuera, ¿es difícil hacerse un hueco en una localidad pequeña como Azpeitia?

– Yo venía con las cosas claras. Me apunté en seguida al Euskaltegi y empecé a estudiar, iba a diario a Bilbao, para sacarme las oposiciones a Ertzaina. Fue un año muy intenso y tuvo la contrapartida. Me dio tal bajón que caí en una profunda tristeza. Me encontraba sola, sin nadie de la familia aquí y lo pasé muy mal.

– Ya recuperada, ha retomado fuerzas y se ha convertido en una emprendedora nata.

– Lo cierto es que trabajo nunca me ha faltado. Si en algo puedo agradecer a la gente que me ha rodeado es que siempre he tenido la oportunidad de trabajar. A poco que enviaba un currículum, me llamaban. Me han abierto puertas en el Hotel Arrupe, Kiruri... He valorado siempre eso. Sin embargo, me faltaba algo. Sentí que tenía un talento oculto para el baile. Así que comencé a prepararme y sacar los títulos necesarios, creando coreografías y me lancé a dar clases de zumba.

– Azpeitia ya cuenta con una oferta de zumba municipal. ¿Cómo es que se ha animado?

– El mercado es libre y la oferta es amplia. Cada cual puede escoger lo que quiera. Yo estoy aquí, sola. Tengo una hija y qué mejor que crear mis propios horarios y emprender. Las ofertas que me hacían de otros pueblos no eran compatibles. O salía adelante o todo el trabajo realizado se quedaba en un cajón.

– ¿Es la zumba un deporte exclusivamente femenino?

– Es cierto que son principalmente las mujeres las que demandan este tipo de clases pero no tiene porqué. Me gustaría que también los hombres se animaran a pasar un buen rato. He empapelado el pueblo para que la gente, sean hombres o mujeres, se acerque a probar. Luego ya decidirán si quedarse o no y continuar o no con las clases, pero que prueben.

– ¿Qué consejos le daría a alguien que quiere comenzar a practicar zumba?

– Lo primero, tiene que venir a disfrutar y así se dará cuenta de va a practicar deporte sin apenas darse cuenta. Si te gusta el baile, te apasiona la música y quieres disfrutar de un buen rato a la vez que practicar deporte, sólo tienes que lanzarte.

– ¿Qué le han dicho sus familiares de Cáceres?

– Mis padres sabían que me gustaba bailar y están encantados porque me he lanzado, aunque también un poco 'alucinados'. No se esperaban que pudiera lanzarme y fuera una emprendedora.

– ¿Qué objetivos tiene?

– De momento, he alquilado un pequeño local en Zelai Luze,14, en las antiguas oficinas de Corrugados. No pretendo que las personas que vengan se presenten a Got Talent pero con coreografías bien enfocadas y haciendo un buen trabajo, podemos hacer que funcione.

– ¿Cuál es la mejor música para una clase de zumba?

– La propia zumba marca unos géneros musicales definidos como el reggaeton, salsa, cumbia o merengue pero el abanico es amplio.

– ¿Cómo se plantea su futuro en Azpeitia?

– Seguiré empapelando Azpeitia para que la gente me conozca y se acerque a pasarlo bien con mis clases de zumba. Estoy ilusionada con esta nueva etapa y aunque reconozco que es difícil hacerse un hueco en Azpeitia por lo que sólo quiero una pequeña oportunidad para demostrar mi valía.