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Se cumple el 162 aniversario del reloj de la ermita

J. S.

AZKOITIA.

Jueves, 2 de septiembre 2021, 00:57

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El reloj al que hace mención el municipio de Lucena es el de San Martín. El azkoitiarra Pello Alkorta lleva 20 años mimándolo, limpiándolo y engrasándolo. Requiere darle cuerda dos veces por semana a la vez que se ajusta (en verano adelanta unos 10-15 segundos cada vez que se le da cuerda). El mecanismo es idéntico a esos viejos relojes de los caseríos, con los contrapesos que hacían de cuerda pero los dos contrapesos de San Martín pesan 120 y más de 300 kilogramos respectivamente. El presupuesto de los trabajos de mantenimiento del reloj asciende a 12.265 euros por año.

Este año se cumple el 162 aniversario del reloj y 16 años desde que se cambiaron las agujas de las cuatro esferas. Las esferas se colocaron en los años 20. Anteriormente existían otros relojes en el lugar, y prueba de ello es la relación de gastos del Ayuntamiento en 1518, primera referencia escrita al 'reloj' del lugar. En esta relación se menciona el pago a efectuar a la freira o serora del lugar por su cuidado y el pago de la misa anual que en el lugar se realizaba. Hacia el siglo XVI comenzaron a ponerse esferas a los relojes en Europa, ya que hasta entonces no contaban con ella y marcaban las horas mediante campanadas. La familia Marigorta, rejeros y relojeros de Elgoibar que tenían relación con Azkoitia, incorporan esta innovación con rapidez y se supone también lo hacen en Azkoitia entre el siglo XVI y XVII.

El reloj que actualmente mueve las agujas de San Martín es de 1859. José Manuel Zugasti Bengoetxea y su hijo Faustino Zugasti Carcedo, relojeros muy reputados y prestigiosos bilbaínos conocidos como los 'relojeros del Arenal', montaron la maquinaria que todavía sigue en marcha.

El día de San Martín de 2005, como es costumbre, los niños de los centros escolares y demás ciudadanos se acercaron al lugar para tañer la campana de la torre. Para ello, se coloca un cable desde el martillo que acciona la campana hasta el nivel del suelo y ese día, el vaivén del cable torció y rompió una de las agujas del reloj de esa esfera. La diferencia de peso descompensó la maquinaria e hizo que ésta se parara en las cuatro esferas.

Tras soltar las agujas de la esfera parada, se inspeccionaron las agujas de las otras tres esferas y la situación de los amarres al eje de la transmisión desde la maquinaria.

La mejor solución barajada entonces fue la de cambiar todas las agujas por unas nuevas de acero inoxidable, y la empresa Olaizola, de Azkoitia, fue la encargada de su fabricación. El 26 de julio de 2006 se procedió a cambiar y colocar las nuevas agujas de acero inoxidable en las cuatro esferas del reloj de San Martín.

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