Fortunata Hernández Arroyo, nueva centenaria desde ayer
Desde ayer, la localidad cuenta con una nueva centenaria. Se trata de Fortunata Hernández Arroyo, una vallisoletana, de nacimiento, pero que la mayor parte de ... su vida la ha pasado en Lasarte-Oria.
Ayer por la mañana recibió la visita de autoridades municipales encabezadas por el alcalde, Agustín Valdivia, y la presidenta de Servicios Sociales e Igualdad, Lourdes Acevedo. Ambos le felicitaron y le entregaron un ramo de rosas rojas ante la presencia de tres de sus cuatro hijos. Fortunata, que goza de buena salud, agradeció el detalle, «muchas gracias por visitarme –comentó– y gracias por el precioso ramo que me traéis. Yo me encuentro bien, muy contenta de haber llegado hasta aquí, y espero seguir dando guerra. Nosotros somos de una generación muy luchadora que hemos visto de todo».
Fortunata Hernández se encontraba muy contenta de poder celebrarlo con toda la familia en su piso de Uzturre plaza, donde reside desde hace décadas. Ahora vive acompañada de uno de sus hijos. «Este cumpleaños es muy especial y lo celebraremos hoy en casa con mis hijos. Por la tarde, vendrán mis nietos y biznietos y celebraremos una merendola. Ya el domingo, haremos una comida con el resto de la familia que viene de Zaragoza».
Aunque vallisoletana de nacimiento, Fortunata, se siente muy de Lasarte-Oria. «Yo me siento de este pueblo, por el que he luchado toda la vida, desde que llegué en 1965. Aunque nací en un pueblo llamado Zaratán, y tras vivir también en Zaragoza y Logroño, terminé en la calle Palacio del barrio del Antiguo de Donostia. Conocí a mi marido, un burgalés, en el baile en Pasaia, y nos casamos. Él trabajaba en Discos Columbia, Jabones El Lagarto y luego en Oasa, hasta que se jubiló. Tengo 4 hijos (tres chicas y un chico), 4 nietos, y 2 biznietos. Vivo en mi casa de la plaza Uzturre con mi hijo y tengo buena salud, aunque este verano tuve el Covid-19, y parece que me he recuperado bastante bien. De los recuerdos mejores de Lasarte-Oria, me quedo cuando con varias madres luchadoras nos fuimos a Madrid para pedir mejoras en el colegio Sasoeta».
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