Crimen de Lukas Agirre
«Aún echo de menos besar y abrazar a Lukas»Su madre pide justicia con los culpables del apuñalamiento de Lukas Agirre y se solidariza con la familia de Santi Coca tras el reciente veredicto que estima insuficiente
«Con el corazón en pedazos» y con la misma emoción con la que transmitió la añoranza de su hijo Lukas Agirre, de los «besos» y abrazos» que no le ha podido dar en el año transcurrido desde que el joven hernaniarra fuera apuñalado de muerte en pleno centro de Donostia el día de Navidad de 2022, su madre, Zuriñe Izko, aseguró este viernes que el «dolor de su corazón» aún se agigantó hace unos días «tras conocer la sentencia» del juicio por la muerte de Santi Coca. Un fallo que absolvió a tres de los acusados y solo condenó a uno por homicidio por imprudencia grave. «Me cuesta tener confianza en la justicia», afirmó Zuriñe, acompañada de sus otros dos hijos, Ximon y Manu, en el homenaje brindado a Lukas en Hernani, su localidad natal. La Gudarien enparantza se llenó de familiares, amigos y personas anónimas que simplemente quisieron solidarizarse con el dolor por la muerte del joven. Supuso en cierto modo una repetición del multitudinario homenaje que se le tributó hace un año tras el asesinato. El de Lukas Agirre fue un crimen que alertó sobre la proliferación de armas blancas en jóvenes.
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No pudo caber más emoción y simbolismo en un acto tan sencillo como intenso. Justo iban a dar las siete, la hora del inicio, cuando un leve sirimiri regó la escena de misticismo. Delante del ayuntamiento, y bajo un silencio absoluto, unos veinte amigos desplegaron un pancarta en la que se leía «Lukas beti gurekin. Justizia nahi dugu. Maite zaitugu».
Emotivo homenaje a Lukas Agirre en HernaniVer 12 fotos
Del cielo llovía lo justo para que no fueran necesarios los paraguas pero se palpara la lluvia fina. Fue inevitable unir ese guiño celestial con el espíritu de Lukas, al que se agarra una madre. «Ha pasado un año -comenzó Zuriñe, micrófono en mano-. Un año sin ver a Lukas, sin abrazarle, sin darle un beso. Echo de menos su sonrisa y su humor negro. Vivir todo esto es duro, pero toca aprender a vivir de nuevo. El único contacto que ahora tengo con Lukas es espirutual, cada día le beso, le abrazo y le hablo. Con el corazón en pedazos, poco a poco seguimos adelante gracias al cariño y el apoyo de mucha gente», incluido el Ayuntamiento hernaniarra, cuyo alcalde, Xabier Lertxundi (EH Bildu), estuvo presente en el acto póstumo.
Con Santi Coca
Con una serenidad pasmosa que se desvaneció en cuando acabó su monólogo de dos minutos en euskera, Zuriñe Izko tuvo un conmovedor gesto con la familia de Santi Coca, el joven donostiarra que falleció el 28 abril de 2019, como consecuencia de una grave hemorragia cerebral, dos días después de recibir una paliza en un contexto similar al de Lukas: un trágico final a una noche de fiesta a la salida de un local de ocio del centro de Donostia. «El dolor en el corazón se me hizo más grande tras conocer la sentencia de Santi Coca», dijo. Seis jóvenes estaban acusados por esta muerte, pero solo cinco fueron juzgados, dado que el sexto se encuentra huido de la justicia: las acusaciones contra uno de ellos fueron retiradas durante la vista oral, otros tres fueron absueltos y uno ha sido encontrado culpable de homicidio por imprudencia grave. «No es justo que las consecuencias de unos hechos así sean esas», resolvió Zuriñe.
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En el caso de Lukas, dos jóvenes de 24 y 26 años se encuentran en prisión incodicional, el primero como presunto autor material de las puñaladas que le costaron la vida a su hijo, y el segundo como colaborador necesario del crimen, que tuvo lugar la madrugada del 24 al 25 de diciembre a la salida de la discoteca Victoria Café, en la plaza Okendo. Además, una mujer de 28 años está en libertad provisional como supuesta encubridora.
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La familia y amigos de Lukas reclamaron este viernes justicia, pero su madre confesó que, tras conocer el veredicto adoptado por el tribunal del jurado encargado del caso de Santi Coca, «me cuesta tener confianza en la justicia». Asimismo, quiso solidarizarse con el dolor y la decepción que sintió la familia del donostiarra tras conocer el fallo, en especial la madre y el único hermano del joven. «Nuestro corazón», el suyo y el de sus otros dos hijos, «está con Fátima, con Iker y con Santi».
«Un beso gigante para todos»
Las últimas palabras que leyó Zuriñe Izko fueron de agradecimiento por el gran apoyo que están suponiendo desde hace un año las amistades de Lukas y las de sus otros dos hijos, también su familia «maravillosa» y «tanta gente que sé que estáis aquí. Un beso gigante para todos», concluyó Zuriñe su lectura, en la que no hizo ninguna interrupción.
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Apenas bajó el micrófono, la mujer liberó la emoción que había contenido durante los dos minutos que se dirigió a la plaza: se fundió en un abrazo con sus dos jijos, y los tres compartieron lágrimas bajo un largo aplauso y una llovizna muy presente. A continuación, intervino en nombre de toda la cuadrilla Ibon Barreiro, que incidió en el sentimiento de vacío por el amigo que les fue arrebatado, y en el deseo de que se haga justicia por su muerte. Finalmente pidió un minuto de silencio que finiquitó un aullido anónimo: «Lukas beti gurekin!». El acto acabó con la canción de En Tol Sarmiento 'Zurekin batera'.
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