Primera Navidad sin Lukas Agirre: «Era muy buen chaval»

La Navidad de 2022 amaneció en Gipuzkoa llorando la muerte de un joven de 24 años, Lukas Agirre, que había sido apuñalado en el exterior de una discoteca mientras celebraba la Nochebuena con unos amigos. Un año después su familia, amigos y gente cercana siguen destrozados por la pérdida irreparable de este hernaniarra que residía en Donostia. Había estudiado diseño gráfico y trabajaba en una empresa de rotulación en Urretxu. «Era muy buen chaval», decían quienes le conocían. En la cárcel hay dos jóvenes acusados de causarle la muerte, y otra mujer también está imputada por su participación en los hechos, aunque se encuentra en libertad provisional. El caso sigue en fase de instrucción, que avanza lenta.

Fue un homicidio que causó una gran conmoción en Gipuzkoa, que una vez más tenía que lamentar la muerte de un joven de forma violenta en sus calles en un contexto de ocio, como ya había ocurrido antes con Asier Niebla o Santi Coca. Más si cabe al ocurrir en una fecha tan señalada como la Navidad. La noche del 24 Lukas salió de fiesta con su cuadrilla y acabaron en la discoteca Victoria Café, situada en los bajos del Teatro Victoria Eugenia. Allí se produjo una discusión con otro grupo de personas, entre los que se encontraban los presuntos autores de su muerte. Eran las 6.00 de la mañana.

Minutos después, ya en el exterior del local, en la plaza Okendo, ambos grupos volvieron a enzarzarse. En un momento dado uno de ellos apuñaló a Lukas, primero en el costado izquierdo, y después le rebanó el cuello. El de Hernani cayó al suelo, y sus amigos comprobaron en ese momento que estaba gravemente herido. El aviso a emergencias llegó a las 6.20 horas. Los sanitarios que se trasladaron al lugar trataron de reanimarle y contener la hemorragia, pero falleció en el lugar.

Mientras tanto, el presunto autor de los navajazos huyó corriendo de la zona, arrojando el cuchillo que había empleado en un contenedor de la calle Idiakez. Se trata de un donostiarra que en el momento de los hechos tenía 24 años y que horas después se entregó en comisaría. Otras dos personas fueron arrestadas por la Ertzaintza poco después de la agresión mortal, un joven de 26 años y una mujer de 28 que fueron localizados en la calle Fuenterrabia sobre las 7.20 horas. Ambos estaban presuntamente implicados en los hechos, y fueron trasladados a comisaría.

Tras tres días en los calabozos, la jueza decretó el ingreso en prisión incondicional para el presunto autor material de las puñaladas, y dejó a los otros dos detenidos en libertad provisional como presuntos encubridores, pero con medidas cautelares, como la obligación de presentarse periódicamente en el juzgado y la prohibición de abandonar el territorio nacional. Sin embargo el caso dio un giro unos meses después. En mayo, durante una comparecencia judicial y a la vista de las pruebas recabadas hasta ese momento, la jueza que instruye el caso cambió la imputación que pesaba sobre el joven que se encontraba en libertad y pasó a acusarle por un delito de homicidio, en calidad de cooperador necesario, y decretó su ingreso en prisión. La magistrada considera por tanto que aunque no fue el autor de las puñaladas, su actuación fue determinante para la consecución del crimen.

Cabe recordar que el Código Penal dispone que la pena a imponer a un cooperador necesario es la misma que recibe el autor del delito. Ambos, imputados por un delito de homicidio, se podrían enfrentar a penas de prisión que van desde los de 10 a los 15 años en caso de homicidio, y de 15 a 25 años si finalmente el crimen se considera un asesinato.

Durante este año la instrucción judicial del caso ha seguido su curso, aunque avanza de forma lenta. Los dos jóvenes que se encuentran en prisión han presentado diferentes recursos para salir, pero todos han sido rechazados y, si nada cambia, permanecerán en la cárcel hasta que se celebre el juicio. El primer recurso presentado por la defensa del presunto autor de las cuchilladas solicitaba que se declarasen nulas las actuaciones policiales realizadas por la Ertzaintza. Asimismo, criticaba la investigación llevada a cabo por parte de los agentes y denunciaba una serie de irregularidades en la misma, reclamando la puesta en libertad del acusado.

Sin embargo, se desestimó el recurso al considerar que el auto que dictó el ingreso en prisión del joven es «correcto» y que existen «razones más que suficientes» para mantener la medida.

Por su parte, el joven imputado como cooperador necesario solicitó a los tribunales cumplir la medida de prisión preventiva en un centro de desintoxicación de Barcelona, donde había ingresado voluntariamente tras los hechos. Sin embargo la Audiencia de Gipuzkoa confirmó que debía continuar cumpliendo esa medida en la cárcel, al entender que ese centro privado no garantizaba el cumplimiento de la medida cautelar, y, por otro lado, al considerar que no existían datos para determinar que ese tratamiento no pudiese continuarse en un centro penitenciario. Recientemente su defensa volvió a solicitar su puesta en libertad, que fue nuevamente denegada.

Para homenajearle en el aniversario de su muerte, sus familiares y amigos preparan un acto que tendrá lugar el viernes día 29, a las 19.00 horas, en Gudarien enparantza de Hernani y del que pronto se conocerán más detalles. Es la misma fecha en la que cientos de hernaniarras se reunieron el año pasado para recordarle, y en la que participaron su madre y sus hermanos. «Tengo el corazón roto», dijo Zuriñe, la madre de Lukas, que agradeció también las muestras de cariño recibidas.

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