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La alcaldesa, Cristina Laborda, y el delegado de Obras, Gorka Álvarez, visitaron ayer el arranque de las obras de urbanización en la trasera de Arbesko Errota. MORONDO

Irun

El proyecto de la residencia de Arbes da un paso gigante con el arranque de la obra de urbanización

El Ayuntamiento ha puesto en marcha estos trabajos en coordinación con el calendario foral que prevé empezar con el complejo residencial este mismo otoño

Lunes, 18 de agosto 2025, 20:05

El proyecto de la Diputación Foral de Gipuzkoa para construir en el barrio de Arbes, a espaldas de la calle Arbesko Errota, un complejo asistencial ... que incluye una residencia para mayores pero también varios otros servicios para el mismo segmento de edad, así como para colectivos con diversidad funcional, está más cerca que nunca de empezar a hacerse realidad.

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En 2016, cuando ya se llevaba tiempo hablando del proyecto, el inicio de las obras se anunció para 2018 y si bien desde entonces ha habido momentos en los que parecía que la ejecución se empezaría a hacer realidad, la realidad es que las obras no han comenzado en ninguna de las fechas que desde la institución foral se han ido dando a lo largo de casi una década.

La construcción de los edificios no ha comenzado aún, pero sí lo ha hecho la urbanización del ámbito. Es decir, el Ayuntamiento está construyendo la calle que dará servicio a los nuevos edificio, la misma obra que llevará los servicios de infraestructura (agua. luz, comunicaciones) hasta la parcela donde construirá Diputación.

La obra del Ayuntamiento, un contrato adjudicado a una UTE por algo más de 2,1 millones, hace prever la inminencia de la foral. No sólo porque, si no, no tendría sentido que el consistorio se gastase ese dinero, sino porque para poder completar los trabajos, estos deben solaparse con actuaciones de las primeras fases de la construcción del complejo residencial.

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Es una cuestión constructiva técnica cuyo aspecto más relevante es que la obra municipal ha arrancado en coordinación con el calendario previsto por la Diputación, que apunta a meter sus maquinas «este otoño», de manera que aunque luego la construcción del vial acabe mucho antes, «en un momento dado las dos obras se puedan solapar», explicaba el delegado de Obras del Ayuntamiento, Gorka Álvarez.

Un proyecto necesario

La alcaldesa, Cristina Laborda, incidía en que la obra de construcción de la residencia de Arbes es «muy esperada en la ciudad» y celebró el comienzo de la parte municipal de los trabajos.

Laborda destacó que la futura instalación foral va a servir para «mejorar claramente la calidad de vida de los iruneses e irunesas, para dar respuesta a aquellas personas que por sus necesidades requieren de más atención y para ello va a haber recursos especializados, y sobre todo nos va a permitir también trabajar con un modelo que es el futuro». Ante el progresivo envejecimiento de la población vasca, «es importante la colaboración entre instituciones para dar respuestas adecuadas a las necesidades. Puedes tener un grado de dependencia menor en un momento dado que luego puede ir aumentando. Un recurso integral como éste permite que las personas que lo necesitan reciban asistencia de una institución u otra y, lo más importante, cuenten con un itinerario. Es un modelo novedoso que se va a dar en la ciudad», recordaba la alcaldesa, y que incluye también los pisos tutelados para mayores que correrán a cargo de las cuentas municipales.

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Plazas de aparcamiento

La parte que de momento ha arrancado es la construcción del vial «de 325 metros, en forma de L y que dará cobertura» a las futuras construcciones del complejo residencial, informó Gorka Álvarez.

Consciente de que suele ser una de las preocupaciones habituales ante obras de este estilo, el delegado remarcó que «en la primera parte del vial habrá aparcamientos en línea y después en batería a ambos lados», por lo que, apuntó, «con la obra no desaparecen los aparcamientos actuales», aunque es verdad que no estarán disponibles durante un tiempo. Admitió, por tanto, que el periodo durante el que se desarrollarán los trabajos generará «inevitables molestias al vecindario, pero pedimos paciencia porque estamos convencidos de que el nuevo espacio que se genere revertirá en la calidad de vida y estructura urbana de Arbes».

El proyecto incluye, igualmente, la reposición del tramo de bidegorri desde Alzukaitz hasta el camino rural del otro extremo, así como la replantación de arbolado contemplada en el Plan de Recuperación Ambiental.

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