Gorka Obeso, miembro de Balazta, entre decenas de bicicletas donadas para el proyecto. F. DE LA HERA

El proyecto Bir-Ziklatu recibe más de 100 bicicletas antes de echar a rodar

El servicio impulsado por la Diputación para reparar bicis desechadas y promover el uso de este medio de transporte abrirá sus puertas a finales de septiembre

Sábado, 28 de agosto 2021, 00:14

Un aula del antiguo parvulario de Larreaundi se ha convertido en almacén de bicicletas de surtido variopinto. Bicis de paseo, de montaña y de ... carretera se apilan ordenadas en el suelo y cuelgan de una de las paredes. En otra sala de la vieja escuela, se ha dispuesto una mesa de trabajo, sobre la que reposan piezas sueltas y herramientas útiles para reparaciones sencillas. Una tercera aula se ha reservado para oficina y sala de reuniones. Todo parece indicar que el proyecto Bir-Ziklatu está preparado para su puesta en marcha y es evidente que la respuesta ciudadana ha superado las expectativas.

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Hoy en día, miles de bicicletas acaban su vida útil abandonadas en las calles, amontonadas en depósitos municipales o en garbigunes. Con una pequeña reparación de por medio, un importante porcentaje de esas bicicletas puede seguir prestando servicio, facilitando así el transporte y el ocio de personas con recursos limitados y reduciendo el volumen de residuos.

Impulsado por la Diputación Foral de Gipuzkoa, el proyecto Bir-Ziklatu trata de dar una segunda vida a todas estas bicicletas, creando un entramado de talleres sin ánimo de lucro, repartidos por todo el territorio y gestionados por asociaciones como Gurpilartea Elkartea, de Oarsoaldea, que fue la que dio origen al proyecto. Se calcula que instalando un taller por comarca, se podrían recuperar y reutilizar un mínimo de 800 bicicletas y sus componentes.

«La ciudadanía ha respondido muy bien y ha empezado a traernos las bicicletas sin uso que guardaba en los garajes»«Estamos especialmente agradecidos a la empresa Desguaces Vidaurreta, que ha sido muy generosa con este proyecto»

Balazta, al frente

En Irun, son los voluntarios de la asociación bidasotarra Balazta, los encargados de llevar adelante esta iniciativa. El Ayuntamiento de Irun ha cedido para ello el antiguo parvulario del barrio de Larreaundi.

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«A principios del verano, comenzamos a acondicionar este local municipal», explica Gorka Obeso, miembro de Balazta. «Desde que llegamos aquí, ha venido gente a donar su bicicleta. Amigos y conocidos que tenían las bicis sin usar desde hace tiempo, guardadas en los garajes, han decidido traerlas. Estamos especialmente agradecidos a la empresa Desguaces Vidaurreta, por la generosidad que ha tenido con el proyecto. Nos dijeron que fuéramos a sus instalaciones y que cogiéramos todas las bicicletas que pudieran ser aprovechables. Hemos traído unas cien. Muchas de ellas pueden tener una segunda vida y en otras, hay muchas piezas recuperables que se pueden reutilizar. Todas estas bicis estaban destinadas a la chatarra y ahora van a prestar un servicio».

El taller de Irun abrirá sus puertas a finales del mes de septiembre, salvo imprevistos. Una vez en marcha, ofrecerá, además, un servicio de autorreparación para los socios de Balazta. «Dentro del taller, van a existir dos actividades principales», explica Gorka Obeso. «Una es la recuperación y reparación de bicicletas abandonadas o en desuso, que se podrán destinar a terceras personas. Se donarán a colegios, ONGs o servicios sociales para familias sin recursos. Algunas de estas bicicletas se quedarán en la flota de la sociedad Balazta, para fines como cursillos o préstamos. La otra actividad será la del taller de autorreparación. Los socios de Balazta podrán venir aquí a arreglar pequeñas averías. Las complicadas tendrán que resolverlas en talleres profesionales. No les hacemos competencia. Hemos hablado con ellos y el proyecto Bir-Ziklatu les gusta porque, al final, lo que hacemos es poner más bicicletas en circulación»

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La red de talleres colaborativos, que se irá extendiendo por toda Gipuzkoa y estará sujeta a un protocolo común de actuación, será uno de los pilares del proyecto. Esta red se apoyará en los convenios institucionales con mancomunidades y ayuntamientos para la recuperación de bicicletas abandonadas y en desuso. Bir-Ziklatu implantará, además, un label de calidad, a fin de certificar que las bicicletas han sido recuperadas y reparadas por entidades de iniciativa social, cumpliendo también los requisitos medioambientales.

Impulsar la reutilización y el uso de la bicicleta como medio de transporte son los grandes objetivos del proyecto. «Hay tres tipos de ciclistas: el ciclista deportivo, el ciclista de ocio y el ciclista que utiliza la bici como medio de transporte», dice Gorka Obeso. «En este último concepto, tanto a la Administración como a la sociedad nos queda mucho trabajo por hacer».

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