«Hemos pasado miedo, pero ahora estamos más tranquilos»

Las vacaciones escolares, sobre todo las de los maestros, son muy merecidas en la inmensa mayoría de los casos, pero las de 2020/21 han sido las más deseadas y necesarias, porque se alcanzaron tras el curso más duro y estresante que recuerdan. El regreso a las aulas llega ahora, tras un verano de descompresión, en el que el profesorado ha tratado de recomponerse para volver a la tarea.

Alberto Arranz y Pili Anuncibay, directores del CIFP Bidasoa y del CEIP Belaskoenea, respectivamente, nos cuentan cómo se está llevando en sus respectivos centros este particular regreso a las aulas, con el recuerdo aún muy vivo de lo que fue el curso anterior.

Estos días, el instituto Bidasoa recibe a 550 alumnos de sus diez ciclos formativos, en horario de mañana, y a un centenar aproximado (personas en desempleo y trabajadores), por la tarde. Al director del centro Alberto Arranz le gustaría «transmitir un poco de tranquilidad. Todos estamos más tranquilos, alumnos y profesores. El año pasado no lo estábamos. Hemos pasado miedo. Estábamos muy preocupados y había una tensión muy grande. Todos tenemos familia y en la FP, las clases online son un fracaso. Esta formación es muy presencial. Aquí no basta con ver las cosas. Hay que probarlas y hay que hacerlas», dice.

En agosto de 2020, los responsables de la Formación Profesional de la CAV se reunieron en varias ocasiones en la sede de la Viceconsejería de Educación. «Pensábamos que tanta juventud junta podía ser una bomba», recuerda el director. «Con el tiempo se vio que, a pesar de que hubo algunos confinamientos, los brotes no estaban en los centros. Estábamos también muy preocupados por el protocolo de seguridad. Los chavales tenían que llevar puesta la mascarilla y mantener las distancias todos los días y a todas horas, de manera rigurosa, pero ellos lo asumieron, lo llevaron bien».

Lo peor del protocolo no fueron las distancias, ni las mascarillas, ni siquiera la obsesiva desinfección, sino el frío, «aunque tuvimos la suerte de que el invierno pasado no fue muy duro», añade Alberto Arranz. «A ver este año qué invierno nos trae, porque hay algunas normas que se han relajado, pero en la ventilación, el protocolo se mantiene muy riguroso. Antes, cada 20 minutos, había 5 de ventilación. Ahora, hay que tener la ventana siempre abierta. Este año hemos puesto más medidores de CO2 en distintos puntos».

Todas las horas impartidas en el CIFP Bidasoa serán presenciales, por lo que el centro ha tenido que hacer «bastantes ajustes, como partir grupos en dos gelas», comenta el director. El centro mantendrá, por otra parte, el refuerzo del curso pasado, tanto en el profesorado como en el servicio de limpieza y desinfección. «Vamos a contar con dos profesores de apoyo y también con dos personas más en el servicio de limpieza».

Esperando refuerzos y realizando tareas de ajuste está el nuevo equipo directivo del colegio público de Educación Infantil y Primaria Belaskoenea. Después de 17 años en el centro, Pili Anuncibay se estrena estos días como directora. «No nos podemos quejar», asegura. «Con respecto al ratio del profesorado del curso, sólo hemos perdido un tercio de jornada. Pero todavía no tenemos el claustro completo. Faltan por nombrar dos profesores».

El estrés de los enseñantes va a mantenerse «como el curso pasado», afirma la directora. «Hay que vigilar la higiene de manos y material, la circulación por el edificio, el cuidado de las burbujas y hay que hacer seguimiento del alumnado confinado. Las medidas no se han relajado».

El espacio es una más de las preocupaciones del equipo que dirige Pili Anuncibay, ya que se deben seguir garantizando las distancias de seguridad. «Tenemos problemas con el patio en Infantil y con el comedor en Primaria. Hay que hacer muchos ajustes de horarios y de tiempos para poder llegar a todo el alumnado. Además, nos faltan las carpas en el patio», señala.

Un aspecto que la directora resalta como muy positivo «es que los niños y las niñas son felices en la escuela, porque siguen recordando lo que supuso el confinamiento. Ellos y ellas se adaptan enseguida a los cambios y la mayoría son muy responsables en el cumplimiento de las medidas Covid».

El curso continúa en paralelo al avance de la vacunación y los centros se plantean nuevos retos académicos. El instituto Bidasoa reforzará en 2021/22 la FP dual, una formación en la que el centro irunés fue pionero. «Nosotros empezamos el primer año, en 2012», recuerda Alberto Arranz, «y ha funcionado muy bien. Ahora, con la ley que se acaba de aprobar, varios centros vamos a participar en un programa piloto, haciendo más FP dual. Hasta ahora participaban los alumnos de segundo curso y la nueva propuesta es que desde primer curso ya empiecen a hacer prácticas con contrato. Los chavales están ilusionados y ya estamos hablando con las empresas».

Otro reto que afrontará el instituto Bidasoa en el presente curso «es que se van a montar dos aulas digitales y un aula inmersiva en digitalización. La pandemia ha acelerado los avances en este ámbito», comenta Alberto Arranz.

En el colegio público Belaskoenea están inmersos «en un cambio metodológico que está revolucionando la vida en la escuela», anuncia su directora. «En el nuevo equipo directivo, estamos muy ilusionadas y con muchas ganas de tirar para adelante con este proyecto».