«Hemos intentado que los chavales no vieran el cuerpo, pero ha estado en la orilla casi dos horas»
Muerte en el Bidasoa. ·
La aparición de un cadáver en el río este domingo se produjo mientras decenas de deportistas del club Santiagotarrak de diferentes edades entrenaban en la zona«En cuanto hemos visto las lanchas de la Guardia Civil y la Cruz Roja hemos supuesto que algo gordo pasaba y nos hemos llevado ... a los chavales río adentro para evitar que pudieran ver algo inconveniente. Hemos dado la vuelta a la isla grande, pero como teníamos que salir a entrenar hacia la zona del aeropuerto, hemos acabado pasando justo al lado de donde habían dejado el cuerpo en la orilla. En ese momento hemos intentado que no mirasen, hablándoles para distraerles. Pero a la vuelta del entrenamiento, pasadas ya las 11.30 horas, ha coincidido que justo en ese momento estaban levantando el cadáver, y con todo el despliegue que había en tierra, con bomberos, ambulancias, Ertzaintza, Guardia Civil, etc., era imposible desviar su atención y hemos sido testigos de todo el levantamiento mientras nos dirigíamos ya hacia el pantalán para recoger».
Uno de los entrenadores del club de remo y piragüismo Santiagotarrak, cuya sede e instalaciones se encuentran en la ribera del río Bidasoa, a escasos metros de donde la mañana de este domingo se ha hallado en el agua el cuerpo sin vida de un vecino de Irun de 52 años de edad, explica cómo el suceso ha alterado lo que pretendía ser un domingo más de entrenamiento. En su caso, estaba con un grupo de 26 chavales piragüistas de 12 y 13 años, que no han podido evitar darse de bruces con lo sucedido porque «el cuerpo ha estado en la orilla casi dos horas». A menos de 100 metros de donde los piragüistas y remeros de Santiagotarrak entran y salen del agua.
Sin llegar a ver el cuerpo en este caso, el despliegue de medios realizado en la zona del parque de Santiago, en el lado guipuzcoano del puente fronterizo, también ha llamado la atención de los deportistas de la sección de remo del club. «Unos 60» remeros «de entre 12 y 25 años» se ejercitaban en la desembocadura del Bidasoa a la altura del aeropuerto de Hondarribia cuando «hacia la 10.15 horas han empezado a venir lanchas de la Guardia Civil y la Cruz Roja, y por tierra bomberos, ambulancias, patrullas de la Ertzaintza y la Guardia Civil...», explican dos de los entrenadores, que coinciden en que «los chavales no se han percatado de lo que estaba pasando realmente». Para evitar aglomeraciones y facilitar una salida más rápida del agua y que los chavales se dirigiesen rápido hacia los vestuarios, han optado por «separar los grupos en el regreso».
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