Una ladera vulnerable a los temporales
Los derrumbes de tierra en la zona de Iterlimen son habituales en época de lluvias
Los corrimientos de tierra son algo habitual en la ladera de Interlimen donde esta madrugada tres viviendas han tenido que ser desalojadas. En los ... últimos años se han realizado trabajos de estabilización del talud de subida al faro de Higer y para evitar inundaciones en la zona, aunque las intensas lluvias de la última semana han provocado nuevos desprendimientos. Se trata de una montaña compuesta principalmente de tierra y vegetación, lo que la hace altamente inestable.
El episodio más grave tuvo lugar durante el temporal que azotó Gipuzkoa en 2014 y que terminó por desplomar la carretera GI-3361, con un tremendo socavón que mantuvo la vía cerrada durante meses. Las piedras y la tierra caída impactaron en las viviendas de Iterlimen. La Diputación se encargó de la reparación de la calzada, pero se advirtió sobre los problemas que esa ladera provocaba tanto al firme como a las viviendas que estaban debajo.
El principal problema durante años ha sido definir a quién competía afianzar la ladera. La carretera pertenece a la Diputación, pero los terrenos que la rodean son de diversos titulares. Así, el problema concierne al Ayuntamiento, al departamento de Carreteras de la Diputación, a la Dirección de Puertos del Gobierno Vasco y a la Dirección General de Costas,
Tras un acuerdo entre el Gobierno Vasco y la Diputación desde 2017 se han llevado a cabo obras en la zona con el fin de estabilizar la ladera, reparar la calzada, y evitar inundaciones que favorezcan los desprendimientos.
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