Goiko ante la casa de los Baroja, Itzea, en Bera, con sus primeras cámaras. A.D.C.

Bidasoan | Martín Goikoetxea 'Goiko'

Fotógrafo de Bera conocido en toda la comarca
«Ponía dos ladrillos calientes debajo de los baños para revelar las fotos»

Recuerda los tiempos del carrete y del revelado, cuando los encargos para fotografiar las bodas se cogían un año antes

Alicia del Castillo

Baztan/Bidasoa

Lunes, 6 de marzo 2023, 19:38

Conocido como 'Goiko', el beratarra Martín Goikoetxea Plaza, de 74 años, ha retratado durante más de 40 las celebraciones del País del Bidasoa, donde es ... muy conocido.

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–Menuda sorpresa, ser Aita Joxepe en el carnaval de Bera. ¿Un homenaje agradable?

–Me trajeron un traje muy elegante y una peluca estupenda, además de una corona. Mucha gente no me reconoció, me lo pasé muy bien. Eso sí, con mi cámara, esta vez desde la carroza, desde otro punto de vista.

–Te jubilaste hace cinco años, ¿cómo empezaste en la fotografía?

– Hacia el año 1968 me empezó a interesar y un año después me compré mi primera cámara, una Nerasport 3x4 que aún conservo. Al principio fotografiaba a los vecinos del barrio. Primero estuve en casa y ya en 1974 abrí la tienda en Altzate, tras inscribir el laboratorio fotográfico en el Sindicato de Industrias Químicas, Papel y Artes Gráficas y pasar el examen en Madrid. Durante años también trabajé en Laminaciones de Lesaka, primero en Luberrondo y luego en Zalain.

–¿Has sido autodidacta?

–Iba a hacer cursillos a Madrid y a Barcelona. Recuerdo que los comerciales de las grandes empresas no te hacían ni caso. Decían que eras un fotógrafo 'de provincias'. Pero eso cambió y con las vacas flacas esos mismos comerciales se pasaban por la tienda para que les comprara material...

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Bodas

«Muchas bodas se celebraban en otoño, cuando terminaba la temporada en Ibardin»

–Se trabajaba sobre todo celebraciones familiares, comuniones, bautizos, bodas...

–La temporada iba de marzo a octubre, más o menos. Como se trabajaba mucho en la frontera muchas bodas se celebraban cuando terminaba la temporada en Ibardin. Por eso aquí había más bodas en otoño. Era curioso porque se cogían las fechas igual con un año de antelación y había veces que yo sabía que se iban a casar y la familia aún no, porque se buscaba un día para comunicarlo a las dos familias, con una comida o algo especial. Me preguntaban a mí, «¿sabes si se casa mi sobrino?» Y yo, a callar.

–Y has tenido también mucha relación con Irun...

–Sí, gente que conocí en la fábrica y también porque estudié en la 'La Sindi' (Escuela Sindical). Viví hasta el 69 en la calle Serapio Mujika y conocí todo el desarrollo de la zona.

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–Has fotografiado bodas en Bera, Lesaka, pero también en Irun, Hondarribia, Donostia e Iparralde...

–Muchas veces íbamos a los jardines de Hendaia..., pero también he hecho bodas en Bilbao, Madrid, en La Rioja y hasta en Almería... Me ha pasado incluso estar haciendo una boda y unos invitados hacerme ya el encargo para la suya, que iba a ser al año siguiente.

Viajes

«En el París-Dakar coincidí con dos fotógrafos que me ofrecieron trabajar por todo el mundo»

–Hay alguna foto que te guste en especial...

–Me acuerdo de una novia que tenía sus dudas y estando en el altar, después de intercambiar los anillos, me guiñó un ojo. También recuerdo un viaje por Asia. Se me rompió la sandalia y mientras me la arreglaban estaba haciendo unas fotos. Había un hombre con un turbante blanco, con una barba blanca. Le fui a hacer la foto y se me quedó mirando con una sonrisa amplia... Aquella foto al final no la hice. Pero me acuerdo como si tuviera el negativo metido en la memoria.

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– En 2003 estuviste en el París Dakar.

– Coincidí con dos fotógrafos franceses y al tiempo me llamaron que querían que me fuera a trabajar con ellos por todo el mundo. Vinieron a verme, me pusieron unas condiciones muy buenas. Estuvimos comiendo y paseando por Bera y entonces, al ver donde vivo, entendieron que no me quisiera marchar de aquí.

–¿Cómo ves la evolución de la fotografía?

– Yo sigo diciendo que el negativo es el negativo, sobre todo en blanco y negro. La magia del cuarto oscuro... Para revelar hay que templar los baños y en invierno se enfriaban enseguida. Yo tenía un sistema un poco casero que funcionaba, metía dos ladrillos calientes debajo de los líquidos... Ahora con el digital es mucho más sencillo.

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–Las sensaciones a la hora de hacer las fotos son distintas.

–Yo veo la foto antes de disparar y haces como mucho dos fotos parecidas. Pero ahora veo a algunos que sacan diez fotos casi iguales, a ver si alguna sale bien. La foto es o no es. Hay que saber esperar al momento, lo que vas a sentir... De los carnavales de este año por ejemplo me quedo con una de un niño cantando que no se dio cuenta de que le iba a fotografiar.

–No te has perdido durante muchos años el Alarde.

–En el de Irun he estado como 40 años. Me conoce muchísma gente y aún conservo la cuadrilla.

–También has grabado vídeos.

–Sí, en las bodas. Había muy mala luz y llevaba focos. Había alguna iglesia que nos cobraba, antes de la boda, por enchufar los focos. Algunos incluso te pedían una cantidad fija, otros el donativo. Hay muchos datos curiosos, gente que se perdía yendo a las bodas, cuando no había GPS, por ejemplo. Y en Iparralde que he hecho muchas bodas, ahí se hace una foto de grupo de toda la gente de la boda al salir de la iglesia. Y te encargan esa foto para todos, un montón de copias. Te ponían dos floreros grandes en el altar e incluso unas escaleras de madera o aluminio plegables que las ponían para la foto. Porque no todos tienen las escaleras que tenemos en la parroquia de Bera, que son muy socorridas.

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