Juegos terapeúticos de los alumnos del IMH para los residentes de San Lázaro

Los artífices del juego han sido los alumnos de segundo curso del área de Mecanizado. El juego está dirigido a mejorar la psicomotricidad de los residentes y consta de nueve piezas con distintas formas que los usuarios deberán colocar en los huecos habilitados para ese fin en una base diseñada por ellos mismos. La base está hecha de un material plástico denominado PLA y en su fabricación se ha utilizado una impresora 3D. Las piezas que componen el juego son de delrin, otro material de tipo plástico que los alumnos han tenido que mecanizar con fresadoras y tornos.

Este primer juego es el resultado final de un proyecto que echó a andar hace un año, cuando desde la residencia San Lázaro se le planteó al IMH un problema vinculado a la falta de material para trabajar aspectos relacionados con la psicomotricidad con los residentes. La situación tenía su origen en la Covid-19 y, más en concreto, en las medidas de prevención implantadas para minimizar su propagación en la residencia. El aislamiento de los residentes por plantas y la obligatoriedad de trabajar en grupos reducidos dio lugar a que no todos los residentes pudieran hacer uso de los juegos con fines terapéuticos de los que dispone el centro, con el perjuicio que la inactividad supone a personas de tan avanzada edad, por lo que se optó por recurrir al IMH en busca de una posible solución.

La propuesta fue bien acogida por el equipo docente del IMH, que no solo se sumó al proyecto de fabricar los juegos sino que fue más allá y planteó el diseño de un programa de actividades más amplio buscando la implicación tanto de los residentes y técnicos de la residencia San Lázaro como la del alumnado y el profesorado del IMH en un proyecto centrado en los valores y el mutuo conocimiento.

«Desde el IMH creemos que una sociedad avanzada tiene que responsabilizarse de su comunidad, y debe tener conciencia de las situaciones o etapas de la vida que requieren especial protección. Creemos también que las personas de edad avanzada pueden contribuir a la comunidad. La experiencia es un grado, y siendo Elgoibar un pueblo industrial vemos este proyecto como una ocasión inmejorable para que los alumnos y las alumnas que formamos conozcan mejor la historia de su pueblo y los orígenes y el desarrollo que ha tenido en el tiempo el trabajo para el que se están preparando», indicaron desde el IMH.

En ese objetivo de unir el pasado con el presente, el Museo de la Máquina Herramienta juega un papel fundamental. Así lo entienden los promotores del proyecto, que le han dado al museo un papel relevante en el programa al considerar que se trata de «un elemento de fusión entre la tercera edad y la juventud, la historia industrial pasada y la actual».

El programa vivió un primer capítulo el pasado 9 de febrero, con la visita de la directora del Museo de la Máquina Herramienta Bea Ansola a la residencia San Lázaro para entrevistar a los residentes y poner en valor su experiencia. El 16 de febrero, el IMH recibirá a la psicóloga y la terapeuta San Lázaro. Durante la visita ofrecerán una semblanza de las características de los residentes con la intención de acercar esa realidad al alumnado.

El cierre del programa llegará el 25 de febrero con una visita guiada al IMH en la que residentes de San Lázaro recibirán las primeras unidades elaboradas por los alumnos de Mecanizado. Esta primera toma de contacto les permitirá conocer las particularidades del juego. También podrán realizar aportaciones sobre su uso, lo que será utilizado por los promotores del proyecto para perfilar los juegos que los alumnos de Mecanizado del IMH fabricarán en el curso 2022-2023.