A la búsqueda de la huella de Roma en el País Vasco

La presencia del Imperio Romano en territorios que hoy forman el País Vasco será el hilo conductor del ciclo de charlas que Elgoibarko Izarra, Ilumberri Achademia y el Ayuntamiento de Elgoibar han organizado bajo el título 'Erroma Euskal Herrian' en la Casa de Cultura. El programa se abrirá con la charla 'Iruña-Veleia. Erromatar hiria Araban' que Juan Martín Elexpuru ofrecerá en la Casa de Cultura el miércoles, y continuará el 10 de abril con un encuentro en el que Jokin Lanz desarrollará el tema 'Erroma eta Euskal Herria. Gizartearen eta lurraldearen egituraketa'. El punto final del ciclo llegará el 18 de septiembre, con la charla 'Euskaldun-tze berantiarren teoría: egia ala gezurra?' en la que Luis Mari Zaldua tratará sobre la euskaldunización tardía. Se trata de un controvertido tema en el que el núcleo del debate se centra en determinar si en los territorios que hoy conocemos como Gipuzkoa, Bizkaia y Araba se hablaba originalmente en euskera o, en realidad, su origen hay que buscarlo en Aquitania y el norte de los Pirineos, y en su posterior expansión a tierras de Pamplona, escala intermedia antes de su llegada a los territorios que hoy en día forman la comunidad autónoma vasca en el siglo V.

El pistoletazo de salida de este ciclo tiene como protagonista otro tema no menos controvertido, el caso del yacimiento de Iruña-Veleia. El encuentro trasladará a los asistentes hasta 2006, año en el que Eliseo Gil, responsable de las excavaciones que se estaban llevando a cabo en lo que fue un asentamiento romano situado entre las localidades alavesas de Trespuentes y Villodas, en Iruña de Oca, dio a conocer el hallazgo de centenares de ostracas o pequeñas piezas de cerámica que prometían a revolucionar los cimientos del euskera, la Historia, el Arte y la propia Religión, dando paso a una visión que rompía con ideas asentadas entre los especialistas en esos campos. Entre esas piezas, datadas entre los siglos III y VI, había un calvario que representaba la muerte de Cristo, que pasó, así, a ser el más antiguo conocido nunca. Otro tanto se podía decir de las referencias en euskera grabadas en algunas de las piezas ya que, al igual que sucedía con el calvario, eran los primeros vocablos de esta lengua de los que se tenía constancia escrita, adelantándose en 1.000 años a los que existían hasta esa fecha.

El valor de estos descubrimientos convirtió a Iruña-Veleia en foco de un enorme interés. Expertos de distintas disciplinas posaron su mirada en este enclave atraídos por la magnitud de los hallazgos. Sin embargo, al poco tiempo surgieron las primeras dudas sobre la veracidad de lo descubierto por Eliseo Gil y su equipo. El entusiasmo inicial pasó a verse salpicado de sospechas de manipulación y falsedad. La idea de que las ostracas habían sido manipuladas y de que las palabras y los dibujos que mostraban habían sido grabados después de su hallazgo fue ganando fuerza. De hecho, la Diputación de Álava, responsable de las excavaciones, dio validez a estos argumentos y no solo expulsó a Eliseo Gil y su equipo de Iruña Veleia sino que los llevó ante los tribunales. La entidad foral solicitó una pena de siete años y medio de prisión para Eliseo Gil y dos más de tres años y nueve meses para dos de sus colaboradores, así como la devolución de cerca de 300.000 euros en un juicio que, doce años después de la localización de los controvertidos grafitos, sigue sin llevarse a cabo.

Sin embargo, el relato de la falsedad de todo lo relacionado con las ostracas también tiene sus detractores, y un claro ejemplo de ello es el ponente de la charla que tendrá lugar en la sala de exposiciones de la Casa de Cultura el 27 de febrero. Juan Martín Elexpuru (Bergara, 1950) defiende justamente la versión contraria. Doctor en Filología, profesor, traductor y escritor, considera que los grafitos localizados por el equipo liderado por Eliseo Gil son verdaderos y defiende la inocencia del equipo que trabajaba en el yacimiento antes de ser cesados en sus puestos por la Diputación Foral de Álava.

Elexpuru ha defendido una y otra vez este posicionamiento tanto desde la plataforma SOS Iruña-Veleia, de la que es fundador, como desde las página del libro '¿Qué está pasando con Iruña-Veleia?' publicado recientemente.

El libro del estudioso de Bergara pone en valor la importancia que tendrían estos descubrimientos para refutar la teoría de que el euskera no era la lengua original de los pobladores de lo que hoy conocemos como Araba. De hecho, los defensores de esta hipótesis de euskaldunización tardía se quedarían sin argumentos si quedara acreditado que las ostracas son verdaderas al constatarse, gracias a lo que se recoge en ellas, la presencia del euskera en el día a día de los pobladores del asentamiento romano de Iruña-Veleia.