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La reapertura de Astelena Estaziño ha sido entendida como un revulsivo para la popular calle.

Eibar

La Estación recupera el pulso con el Astelena

Viviana y Rocío son dos hermanas emprendedoras que devuelven la vida al emblemático local con un proyecto que mezcla tradición y cercanía

Martes, 14 de octubre 2025

Hay lugares que son más que un punto en el mapa. Son una memoria compartida, un refugio emocional, un pedazo de identidad urbana. En Eibar, uno de esos rincones se llama Astelena, y su reapertura en la calle Estación, ahora bajo el nombre Astelena Estziño que se ha convertido en un símbolo de renacimiento y energía colectiva.

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Tras un tiempo de silencio, el local vuelve a levantar su persiana con el empuje de Viviana y Rocío, dos hermanas con más de dos décadas de raíces en la ciudad, decididas a recuperar el espíritu de hospitalidad, encuentro y alegría que siempre caracterizó al lugar. «Volvemos a abrir con el corazón. Queremos que la gente entre, sonría y sienta que está en su casa», asegura Viviana, con la emoción de quien regresa a un sueño.

La reapertura del Astelena es también un ejemplo del emprendimiento local femenino. Viviana y Rocío no solo gestionan un negocio: encarnan una historia de esfuerzo, raíces y retorno. Llegaron a Eibar hace más de veinte años, trabajaron en distintos bares y restaurantes, y hoy devuelven a la ciudad todo lo que aprendieron en forma de un proyecto propio. «Eibar nos dio mucho. Aquí crecimos, aquí trabajamos y aquí queremos seguir aportando. Este local es nuestra manera de agradecerlo», confiesa Viviana.

«Aquí crecimos, trabajamos y es donde queremos seguir aportando. El local es una forma de agradecerlo»

El nuevo Astelena no es solo una reapertura; es una declaración de amor a Eibar y a su gente. Su concepto de gastrobar combina lo mejor de la tradición eibarresa con una cocina sencilla y contemporánea, pensada para todos los momentos del día.

Desde primeras horas de la mañana, el aroma del café y los desayunos caseros llena el local. Al mediodía, los pintxos y cazuelitas toman el protagonismo; por la tarde, los encuentros, los vinos y las cenas informales lo convierten en un espacio vivo, en el que la barra vuelve a ser punto de reunión y conversación. «Queríamos que Astelena recuperara su esencia, pero con un aire nuevo, más actual, sin perder la calidez de siempre» explica Rocío, mientras observa el ir y venir de los primeros clientes.

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La calle Estación, una de las arterias más representativas de Eibar, vuelve a brillar con esta reapertura. Durante años, este tramo fue uno de los grandes polos de la hostelería eibarresa, y la vuelta del Astelena devuelve vida, dinamismo y optimismo a la zona.

Reapertura celebrada

Vecinos, comerciantes y habituales celebran la reapertura como una pequeña victoria colectiva. «Faltaba un sitio así , -comenta una clienta-, con alma, con trato cercano, donde se mezclen generaciones y donde cada cara te resulte familiar»

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El Ayuntamiento y el tejido comercial local también han subrayado el valor de estas iniciativas que refuerzan la economía de proximidad y contribuyen a revitalizar los espacios tradicionales de encuentro. La carta del nuevo Astelena combina el sabor clásico de siempre con propuestas renovadas. No faltan los platos de cuchara, los pintxos de toda la vida ni las cazuelitas elaboradas con mimo, pero hay también guiños contemporáneos, presentaciones más ligeras y un cuidado especial por el producto de cercanía. «Respetamos la cocina tradicional eibarresa, pero le damos un toque actual. Buscamos que cada plato hable de nosotros, de lo que somos», detalla Rocío.

El equipo, joven pero experimentado, se formó en distintos establecimientos de la comarca y comparte la filosofía de trato familiar y atención personalizada. Aquí el cliente no es un número: es parte de la historia que vuelve a escribirse.

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La reapertura del establecimiento llega en un momento simbólico para Eibar: el de la recuperación de su pulso urbano, el fortalecimiento del comercio local y el regreso de proyectos que apuestan por la convivencia. Porque Eibar tiene una manera única de entender la vida: con cercanía, con orgullo y con corazón. Y este nuevo Astelena lo refleja en cada detalle.

Astelena Estaziño no es solo un bar, un símbolo de lo que significa ser eibarrés: levantar la persiana cada día con ilusión, con esfuerzo y con la convicción de que los buenos momentos se construyen juntos.

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