El Eibar no encuentra el rumbo lejos de casa
Los armeros confirmaron en Ceuta su dificultad para sumar puntos lejos de Ipurua al perder tras jugar desde el minuto 17 con un futbolista menos
El Eibar volvió a tropezar fuera de casa y lo hizo en un partido marcado por la polémica. La derrota por 1-0 en ... Ceuta dejó la sensación de que el conjunto armero mereció más, pero una temprana expulsión de Buta, revisada por el VAR, terminó condicionando todo el encuentro. En inferioridad desde el minuto 17, los de Beñat San José compitieron con orgullo, pero acabaron encajando el único gol justo antes del descanso, obra de Youness.
Con este resultado, el equipo guipuzcoano acumula un solo punto en cuatro desplazamientos y sigue sin conocer la victoria lejos de Ipurua. La diferencia entre el rendimiento en casa y fuera es evidente: diez de los once puntos del Eibar se han logrado ante su afición, donde el equipo se muestra sólido e imponente, pero las salidas continúan siendo su punto débil.
En el Alfonso Murube, pese a la adversidad, los armeros mantuvieron el orden y llegaron a generar ocasiones en la segunda mitad, aunque sin acierto. El esfuerzo fue encomiable, pero volvió a faltar pegada y un punto de fortuna en las áreas.
Más allá del resultado, el duelo en Ceuta reflejó una vez más la capacidad del Eibar para mantenerse competitivo incluso en circunstancias adversas. El equipo de Beñat San José no se descompone, defiende con orden y mantiene su estilo de juego, pero necesita trasladar a domicilio la confianza, la agresividad y la eficacia que sí muestra en Ipurua. Esa es, hoy por hoy, la asignatura pendiente de un conjunto que transmite buenas sensaciones, pero que se marcha de vacío demasiadas veces a domicilio.
El propio técnico armero ya apuntó en la víspera que los partidos fuera requieren «mayor acierto en las ocasiones». En Ceuta se repitió la historia: el equipo tuvo momentos de dominio y supo sufrir, pero la falta de gol y el castigo de la expulsión impidieron obtener recompensa. Es una dinámica que el Eibar tratará de romper cuanto antes, consciente de que sumar lejos de casa será determinante para aspirar a algo grande.
La buena noticia para el cuadro armero es que el bloque responde. El grupo mantiene la cohesión, la intensidad y la competitividad, con jugadores que siguen dando un paso adelante cuando las circunstancias lo exigen. San José ha logrado crear una plantilla comprometida, con identidad y carácter, y ese es el mejor punto de partida para mejorar.
Pese a la derrota la situación en la tabla invita a la calma. Con 11 puntos, el Eibar se mantiene en la mitad alta de la clasificación, y transmite una buena imagen en líneas generales. El próximo domingo, Ipurua volverá a ser su refugio ante el Castellón, con el objetivo de reafirmar su fortaleza en casa y, sobre todo, recuperar confianza antes de su siguiente reto a domicilio.
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